martes, 28 de diciembre de 2010

28-12-2010 OKETA

UBIDEA-(casi) OKETA




Las previsiones meteorológicas auguran un tiempo diferente a los últimos días de semana pasada y desde que salimos de casa se cumplen, sol y subida de las temperaturas. Hacia la mitad del puerto de Barázar la nieve hace acto de presencia en las cunetas y no nos abandonará en toda la excursión.
Por un problema de logística, hoy nos perdemos el café, dado que en Ubidea están los bares cerrados y no hemos parado en el lugar habitual del alto de Barázar.
Tras los preparativos indumentarios, botas, polainas, gorros, guantes, etc., emprendemos la marcha pasando por el puente que está detrás del frontón y el nogal que nos suministra de nueces los otoños. El camino es una pista asfaltada que resulta peligrosa por el hielo, pero que poco a poco se va llenando de nieve y el andar se hace más fácil hasta llegar a una zona donde desaparecen las pisadas y la nieve está limpia, salvo huellas de animales, unos dicen que de jabalí por el surco tan uniforme, también hay huellas de caballo, corzo o lo que sean.
Metidos en un bosque donde no hay camino a la vista, el núcleo duro parece que amenaza con seguir hasta abandonar el bosque, también hay un amago de tirar “parriba” pero al fin prevalece el sentido común y damos la vuelta sin hacer cima, paramos para el refrigerio habitual de las frutas, frutos secos añadiendo un poco de turrón para celebrar las fiestas.
La bajada resulta muy cómoda a pesar de la nieve y sin caídas ni resbalones llegamos a los coches con tiempo para cambiarnos y tomar un caldo en el Batzoki, que se agradece porque a pesar de que el sol está presente, la temperatura a la sombra está que ni frío ni calor.
Igual que nos hemos quedado sin café, nos quedamos con las ganas de comer en el Templo que cierra hasta Reyes. En esa zona la alternativa es el Amorrortu en Lemona, donde habíamos reservado y mientras preparan la mesa nos tomamos un txakolí (no de Miranda). La comida en su línea más de primeros, pero sin descuidar a los segundos y de postre el
homenaje que nos hace la cocinera, Flan casero tradicional, nada de olla rápida.
Tertulia, cafés, copas y como es la última del 2010 Farias, ante la prohibición de fumar en las tascas a partir de la semana que viene. Ni que decir que la parte más extensa de la tertulia a tenido como tema lo de no poder fumar nunca más y como siempre nos quedamos solos en el comedor, decidiendo marchar para casita que la crónica no se escribe sola.
En ausencia de todos los plumillas, escribo esto en la parte alta de Bilbao, Santutxu, el veintiocho de Diciembre del 2010.

jueves, 16 de diciembre de 2010

14-12-2010 PICO CERREDO

CERREDO
14/12/2010

Fresco, seco, con sol. Día magnífico para andar por el monte.
10 jubiltaldeos, 10, de lo mejorcito, nos juntamos en el bar restaurante Arenillas, en Islares, a las 9,30 para seguir el protocolo de rigor: saludos, conteo de efectivos, café y las últimas indicaciones sobre la ruta a seguir.

A las 9,50, hora del cronista, iniciamos la marcha desde una empresa de desguace que hay al otro lado de la autopista, donde también dejamos los coches.

Al principio por asfalto (poco), luego por pista de hormigón y más tarde por pista hecha con piedras, todo para arriba sin pausas, rodeados de eucaliptos y con algunos momentos en plan cartujo, es decir, sin hablar, llegamos a una especie de collado.

Mientras contemplamos el paisaje (Candina, la “ballena” de Sonabia etc.), dos disidentes aprovechan para hacer cima en una tachuela y de paso engrosar su ya dilatado palmarés montañero.

A partir de aquí, perdemos de vista al mar y nos desviamos a nuestra izquierda para seguir camino hacia el objetivo al que nos dirigimos por sendas de yerba y caminos entre argoma abiertos por el ganado, que ya debe estar estabulado porque no vemos más ejemplares que dos solitarios caballos. Subimos a una suave cresta rocosa con hayas raquíticas y peladas para pasar a la vertiente sur con más vegetación incluidos bastantes arbustos espinosos parecidos a los endrinos.

Durante esta subida hacemos una parada para ver el Puntal de Laredo, Treto, el Buciero, Noja y, con dudas por la bruma, Isla e incluso Ajo (según el propietario de un par de fincas urbana por la zona).

Descendemos hacia un par de refugios que tienen alrededor una plantación que podría ser de hayas o robles, debidamente protegidos con tubo de plástico, para volver otra vez a subir por una pista de yerba, con rodaduras de un todo terreno hasta llegar a un “valle suspendido” (licencia del autor en atención al guía alfa) con césped que para sí quisieran algunos equipos de fútbol, que lo atravesamos en suave pendiente hasta llegar otra vez a la vertiente norte con vistas a Castro, Serantes, Superpuerto, isla de Billano, Jata y si no fuese por la bruma, incluso a la plataforma de La Gaviota.

Zigzagueando entre las rocas, afortunadamente secas, y en algunos momentos ayudándonos con las manos por motivos de seguridad, llegamos al buzón y al vértice geodésico del Cerredo (643m.) a las 11,50.

Reponemos energías, nos hidratamos por dentro, sacamos la foto, debatimos, como casi siempre, sobre la ecología y el medio ambiente respecto al troncho de la manzana y transcurridos veinte minutos desde la llegada, iniciamos el descenso, al principio con precaución para evitar accidentes.

El camino de vuelta, hasta llegar otra vez al collado, discurre paralelo al de la ida pero más cercano al mar por una extensa ladera con argoma y helechos ya tumbados por haberse secado, unas veces siguiendo caminos hechos por el ganado y otras campo a través.
Tres componentes sufren aparatosas caídas, uno por tropiezo con una rama torticera y dos por meter el pie en el mismo agujero camuflado, pero sin más consecuencias que los pinchazos con la argoma en diferentes partes del cuerpo que no es necesario detallar.

Suavemente y haciendo acopio de ramas de eucalipto llegamos a los coches a la 13,40 p.m. Tenemos tiempo así que sin prisas nos ponemos decentes para ir a comer al restaurante Arenillas. Antes de sentarnos tomarnos el txakolí o el tinto según gustos, detalle de un jubiltaldeo que hace pocos días había celebrado el ser un año mayor.
La comida, menú del día a elegir entre un motón de primeros y otro montón de segundos, es abundante y desigual destacando por su contundencia los garbanzos con callos.

Debido a las restricciones en el comedor para poder fumar, y en atención de los adictos a este vicio a los que ya queda poco para practicarlo, los cafés, infusiones, copas y chupitos los disfrutamos, cómodamente sentados en el bar, charlando de nuestro Athleti, de la reunión del jueves en Bilbao para tomar unos vinos, recoger y pagar la lotería que un jubiltaldeo compra y siempre toca quedándose a comer si se tercia y, por supuesto, de los próximos proyectos gastronómico-montañeros perfectamente diseñados para poder acercarnos a los templos gastronómicos desatendidos desde hace tiempo y no vaya a ser que ya no nos conozcan.

Sin caravanas, para la 5 en casita.

Se escribe esta crónica, tratando de recoger fielmente el transcurrir del día, en Algorta (Getxo) a 15 de Diciembre de 2010.




NOTA P.S.

Ante la idea de ir andando a Bilbao, se enviará un correo con horario y ruta para que el que no quiera salir desde Berango se pueda incorporar in itínere.

martes, 14 de diciembre de 2010

7-12-2010 SOLLUBE

SOLLUBE
07/12/2010

Hoy ha sido el día SIN: sin barro, sin guía, sin tesorero, sin CO2 y hasta sin socios fundadores.
Somos ocho jubiltaldeos rasos, uno de ellos en plan monitor, es decir, sin mochila.

A las 8,52 nos juntamos en Bolueta los que hemos venido en metro con los que han cogido el euskotren en Atxuri.
A las 10 más o menos llegamos a Bermeo después de un recorrido por parte del Duranguesado y la comarca de Busturialdea-Urdaibai con la ría de Guenika como protagonista principal y una vez tomado el café, sin más preámbulos, empezamos la marcha a las 10,20.
Al principio por aceras y luego por carretera vamos poco a poco cogiendo altura. Salvo alguna cuesta que nos exige algún esfuerzo y algún silencio, todo el trayecto transcurre con pendientes tendidas y siempre por carretera, o lo que es lo mismo, sin gota de barro lo que ha permitido, a los poseedores de información privilegiada, venir con deportivas de treking.

Nos desviamos hacia Mañu Auzoa y ya dejamos de ver el mar para, pasar al pino y eucalipto con ciertos toques de amarillos y ocres de unos cuantos robles y abedules desperdigados.
Algunas de las casas que tienen unas vistas espectaculares aunque claro está, hay que vivir allí y si te gusta tomar algunos potes la cosa se puede complicar.

A las 12,30 estamos en el Sollube, monte bocinero (683 m. y cuatropetecientas antenas para todo lo que funcione con ondas). Hace viento que pese a soplar del sur es fresco por lo que, al no haber mucho sitio donde refugiarse, comemos rápidamente el amaiketako mientras repasamos la orografía de Bizkaia y parte de Gipuzkoa ayudados por los paneles que allí se encuentran. Por supuesto no podía faltar la foto.

El descenso es por la misma ruta con las únicas diferencias de que ahora tenemos el mar de frente, que nos cruzamos con tres motorruidistas atronadores y que hacemos un pequeño desvío para ver el cementerio de Mañu en donde las lápidas tiene esculpida alguna figura que indica el oficio que en su día ejerció el difunto.

Entramos en el casco urbano de Bermeo a punto de dar las 2,30.

Tras una intentona fallida, terminamos en el Artza. Comemos un poco apretados pero comemos decentemente. Como todavía hay gente esperando para sentarse decidimos cambiar de aires para tomar el café y, si procediese, la copa. Lo hacemos en una terraza de la plaza en donde el tesorero en funciones, una vez pedida la cuenta, procede a liquidar los gastos del día, trance que resuelve, pese a los titubeos iniciales, con maestría.
Entre los temas tratados toma cuerpo el ir andando desde Berango hasta Bilbao para tomar los vinos el jueves 16. El martes se concretará horario y ruta por si alguno se quiere añadir en el camino.

Pillamos el tren a las 4,48 y para las 6 otra vez en Bolueta, tranquilos porque no hay que fregar las botas y satisfechos porque nos hemos portado muy bien sin mandos, circunstancia que ha sido muy comentada, por lo que creo que deberían coordinar sus vacaciones para que siempre hubiese un socio fundador de guardia que velase por el buen comportamiento cívico, deportivo y medioambiental del resto de los jubiltaldeos de a pie que, con gran responsabilidad, en algunos caso ejerciendo funciones fuera de convenio, hemos usado el transporte público (nada de CO2 a la atmósfera), hemos alcanzado el objetivo sin perdernos, el núcleo duro no nos ha atajado nada en todo recorrido, nos han salido las cuentas, tenemos fotos (paciencia que ya se colgarán en la web) y encima hemos sido lo suficientemente humildes y respetuosos como para no hacer una asonada contra la élite.

Sin más que añadir para la posteridad se escribe esta crónica en Algorta a 9 de Diciembre de 2010.

lunes, 13 de diciembre de 2010

30-11-2010 ALTO DEL PANDO

ALTO DEL PANDO
30/11/2010


Día fresco, nublado y esperanza, como así ha sido, de que no llueva.
Tras el reagrupamiento, saludos y café, los nueve jubiltaldeos nos acercamos en los coches al santuario de Nª Sra. De la Encina, punto de inicio y llegada del “paseo”.

Iniciamos la marcha a las 10 y por carretera llegamos hasta la Torre Mendieta del s. XVI de estilo gótico renacentista. Esto último lo escribo, no porque sea un experto sino porque lo ponía en un cartel explicativo situado cerca de la torre.

A partir de aquí, una hora de andar lento por barro, barro, de color negro, generado por el movimiento de ganado vacuno, alternado con algún trayecto por campas, alguna que otra alambrada y bastante zarza que a más de uno le hace sangrar profusamente pero sin llegar a ser necesaria ninguna transfusión.

Tenemos de frente los montes de Ordunte y a nuestra izquierda el Montenegro coronado por un bosque de antenas
En este tramo todavía no me aclaro si es que no hemos cogido el camino correcto o nos hemos salido del mismo para evitar el agua y el barro.

Llegamos a la carretera que termina en una vaquería que forma parte de los caseríos Palacio, que nos hace abrigar alguna esperanza, esperanza que nos dura 50 metros. A partir de aquí, nos toca más barro, esta vez de color blanquecino ya que la pista forestal está destrozada por las máquinas que han estado trabajando en las sacas de los pinares que bordean la misma. Y todavía tienen que venir los camiones a llevarse los troncos ya apilados, pelados y cortados. Un mastín nos acompaña un buen rato hasta que comprueba que no somos cuatreros y que, encima, se está poniendo perdido.

Superado este trance, continuamos por pistas forestales más transitables, que permite a los micólogos echar algún vistazo sin éxito, hasta enfilar la cuesta final hasta la cumbre, que tiene su miga. Llegamos a las 12,15.

A pesar de ser un monte de estatura más bien baja, las vistas, en lo que permiten las nubes y la bruma son francamente buenas lo que aprovechamos para hacer un repaso a los montes que se divisan: la sierra de Orduña, el Eretza, Ganeko, etc. por citar algunos.
Tomamos una ligera colación incluido un reconfortante caldito que uno de los jubiltaldeos lo ha preparado, y transportado (termo y vasos) sin que haya salido de su boca ni un leve quejido.
Foto y vuelta, por la vertiente este del monte hasta llegar a una zona donde unos cuantos intentan localizar el lugar donde en su día se forraron a cantarelus. Después de media hora de búsqueda no dan con él así que con las manos vacías volvemos a tomar el mismo camino de la ida, con el mismo barro y los mismos pinos pero andando más deprisa ya que, avisado el restaurante, nos dan de plazo hasta las tres de la tarde para darnos de comer y esto es sagrado.

Una vez en la vaquería seguimos por la carretera, que también tiene algún que otro repecho rompepiernas pero sin barro, hasta llegar a los coches a las 2,15. Caen algunas gotas.
Nos desembarramos y acicalamos rápidamente y aún tenemos tiempo de tomarnos el vinito con las almendras antes de pasar al comedor en el restaurante Torre de Artziniega.

El menú no suscita ningún oooh! pero como lo que importa (bueno, un poco sí) no es que la comida sea buena o mala sino la buena compañía, disfrutamos de la mesa.

Como es todavía pronto, que, bien abrigados porque el grajo vuela bajo, damos un paseo por el casco antiguo antes de coger los coches.
Para las 5,30 estamos en casa fregando las botas antes que se endurezca el barro y haya que utilizar medios mecánicos más expeditivos.

Se escribe esta crónica en Algorta a 1 de Diciembre de 2010 a la espera de que llegue la primavera que atempere las condiciones meteorológicas y de paso también podamos pillar alguna seta.

jueves, 25 de noviembre de 2010

23-11-2010 ARNOTEGI

ARNOTEGUI
23/11/2010


Las condiciones meteorológicas, a primera hora de la mañana, eran francamente adversas en cuanto a frío y lluvia y encima, las previsiones de ayer a la noche tampoco daban muchas esperanzas.
No obstante 11 jubiltaldeos nos juntamos a las 9,30 frente a la cafetería de la estación de Abando, en la que donde algunos se toman el cafecito, para empezar la subida hacia Iberdrola donde hemos quedado con el doceavo jubiltaldeo.

Son las 10,15 cuando iniciamos la marcha hacia el objetivo, unos pertrechados como “il faut”, otros sin mochila pero con polainas y otros sin mochila ni polainas pero, eso sí, todos con el paraguas.
Debido a las obras de la super sur, andamos un tramo de la carretera que va hacia el barrio de La Peña hasta el desvío en el barrio de Irusta. Por ahora no hemos pisado barro y el camino, que sigue paralelo a la A-8, es perfectamente practicable. Otro desvío, amablemente indicado por un paseante, nos pone en la ruta definitiva, esta vez paralela a la autopista a Vitoria. La bruma y la lluvia, que intermitentemente cae, no nos permiten contemplar el paisaje pero sabemos que “por allí” está Arrigorriaga.

Justo antes de dejar la pista nos encontramos con un grupo de colegas, por afición y edad, que ya estaban tomando su amaiketako. Empezamos a subir, afortunadamente durante no mucho tiempo, por la única parte del camino con barro resbaloso hasta coger la pista de grava apisonada que transcurre por una zona de robles americanos cuya caída de la hoja deja un manto de ocres rojizos. Pasamos por Landeta Goiko y suavemente llegamos hasta la antena de TV2 donde también se encuentran, además de la caseta del guarda forestal, otras antenas y el área de recreo del Arnotegui.

Otra subidita más y llegamos a la cumbre (426m.) donde están el buzón y las ruinas de un fortín de tiempos de las guerras carlistas. Parada para tomar la manzana y a continuación vamos al vértice geodésico desde donde se ve todo el abra, ría y el gran Bilbao. Como el horizonte se ha despejado un poco, aprovechamos para sacar la foto del grupo.
El Arnotegui, junto con Archanda, monte Avril, Pagasarri y Arraiz forman el anillo verde de Bilbao

Hay un conato para iniciar el descenso por la directísima pero como son minoría absoluta volvemos por donde hemos subido hasta llegar otra vez a la antena.
Desde aquí tomamos la pista dirección a la ermita de San Roque desviándonos para salir a la carretera más o menos a la altura del bar-merendero conocido por todos los que suben al Paga como “del Athleti”.
Hacemos un intento de comida en el asador Mendipe pero como no dan menú del día y la carta o la alubiada se salen de nuestros posibles volvemos directos al punto de partida a donde llegamos hacia la una y media, para, una vez quitadas las polainas, ir paseando por San Adrián hasta Miribilla al restaurante Deluxe (9442448049), cerca del frontón, en la calle Jardines de Gernika.

A modo de resumen se puede decir que, un 80% del paseo ha sido por caminos sin barro y un 90% con el paraguas abierto.

Mientras nos ponen la mesa tomamos el vinito con las almendras de la cosecha de 2010. La comida, no es de raciones enormes pero está bien condimentada y con un aire de modernidad que nos complace a todos. Con cafés, chupitos y consumiciones anteriores, puesto que hoy no hay cumpleaños a celebrar, 16€ que tratamos, en balde, de que el tesorero lo ajuste a los 15 de siempre.
En la sobremesa, comentamos que hace bastante tiempo que no hemos acudido a los templos gastronómicos habituales, se le sugiere al guía alfa la salida al alto del Pando por si hay suerte con las setas que hoy no la ha habido y se consulta al calendario para ir pensando en la comida aniversario de Jubiltaldea que bien podía ser, para la mayoría presente, el 20 de Enero y en la que se le impondrá la camiseta a un nuevo jubiltaldeo cuyo año de noviciado ha sido digno y meritorio.

Para evitar que nos echen, optamos por marcharnos y piano, piano, sin lluvia, vamos a la estación de Unamuno donde nos despedimos.

Se escribe esta crónica en Algorta a 24 de Noviembre de 2010 en ausencia del titular y maestro de cronistas.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

16-11-2010 PICO DE LAS NIEVES

PICO-ERMITA DE LAS NIEVES


Hemos comenzado el día presos de la incertidumbre debido a la lluvia, lo que ha llevado a la desconvocatoria en una parte de Costarica, finalmente hemos llegado al punto de encuentro tres de Bilbao y tres de Costarica, a los que se ha unido el guía alfa, con sorpresa dado que era uno de los desconvocantes, todo un lío.
Por fin, después del café, vamos a los coches y nos dirigimos a Rascón, una aldea pequeña pero con un lavadero-fuente muy práctico, donde dejamos los coches y comenzamos la ascensión del Pico de las Nieves. Vamos por una carretera vecinal en dirección a la aldea de Las Garmillas, la subida es cómoda y antes de llegar nos desviamos a la izquierda, siempre por asfalto, para bajar hacia Rebollos con la idea de tomar un camino que paralelo a la margen derecha del río, nos permita ascender. No puede ser porque el camino está cerrado con una puerta donde hay un letrero que indica que no es camino de monte (antes de comer el camarero nos aclara que por esa zona tienen un litigio con el Gobierno Cántabro y que se puede pasar a pesar del letrero)
Tomamos la carretera dirección Guriezo hasta encontrar una señal que indica la subida a la Ermita de las Nieves y que tenemos 5 Km. Desde este desvío el camino es conocido para varios de la cordada y llegamos a la ermita sin dificultad. El día es magnífico y las vistas idem, vemos como los Picos de Europa ya tienen nieve, antes se aprecia todo el cordal que va desde el Zalama al Kolitza y por el mar desde Noja hasta Costarica.
Tras el refrigerio y como no se puede volver por donde hemos ido, volvemos por donde estaba claro que nos perdíamos y nos hemos perdido, de forma controlada y como el martes anterior por bajar la cuesta más empinada queriendo perder cota lo más rápido posible. Total que tras media docena de barrizales, varias campas y alguna alambrada que nos llevan a una finca llamada El Rayo, con un letrero de Cuidado con el Perro, que lo vemos en la puerta a la salida, llegamos al camino que termina en Rascón donde tenemos los coches. Comentar que este camino nos ha regalado varias cascadas muy chulas y una conversación con dos lugareños que nos han despejado las dudas, porque no teníamos excesiva idea de donde acababa el camino.
En el restaurante Los Tilos de Ampuero tomamos un vinito para celebrar el cumple de un Jubiltaldeo . El guía alfa marcha para casa y el resto entramos al comedor para acogiéndonos a las Primeras Jornadas Gastronómicas de la Matanza Alto Asón comer un menú compuesto de Cocido montañés, alubias rojas y manos de cerdo mas postre. Tras tertulia y reposo procedemos a dar un paseo por Ampuero para bajar los niveles de colesterol. Regresamos a los coches y volvemos a casa sin incidentes reseñables.
Por ausencia de todos los cronistas, escribo esta crónica desde la parte alta de Bilbao el 16 de Noviembre del 2010. Si alguien no entiende algo de esta crónica, el jueves se lo aclaro en el paseo por La Galea.

jueves, 4 de noviembre de 2010

2-11-2010 BURBONA


MONTE BURBONA

Estamos en otoño y el otoño exige una visita, casi obligada, al Burbona y a sus hayedos. Como digo estamos en otoño y en esta estación lo normal es que haga un tiempo más bien “chungo” a pesar de lo que diga la Urrutia.
Salimos de casa con tiempo nublado y a las 9,30 horas estamos en Orozco según lo estipulado en la orden del día. En uno de los bares de la plaza tomamos el café y tras un amago de vivir nuevas aventuras, abortado rápidamente, nos vamos hasta Ziorraga, a lugar conocido de ocasiones anteriores.
Nos preparamos para convivir durante la mañana con el barro y la lluvia y nos ponemos prestos a iniciar la ascensión. Desde el comienzo la inclinación es continua y sin “áreas de descanso” que alivien el sofocón. El tiempo se pone tonto y la lluvia nos acompaña, como una fiel amiga, sin dejarnos hasta llegar al buzón. Para completar el panorama una niebla cada vez más espesa nos impide ver más allá de unos metros delante de nosotros y provoca que perdamos las referencias. Tras la primera parte de ascensión constante nos empotramos (como los periodistas en Irak) en el hayedo y dentro de él el andar es más placentero por lo llano del camino. La intensa humedad reinante provoca en todos nosotros una sudada importante que tenemos que vigilar para no quedarnos fríos. Recuperada la orientación y según el guía alfa sólo queda un repechito, un repechito que al menos a mí me hace llegar con la lengua fuera.
Por fin llegamos todos, unos antes que otros, al buzón de uno de los Burbonas, (el del cohete) y tras un rápido refrigerio, (sigue lloviendo) iniciamos el descenso.
La bajada, ya se sabe, es siempre más cómoda. Es cuesta abajo, y además ha desaparecido la niebla y ha dejado de llover… pero.
Llegado a un cruce de caminos uno de los intrépidos del grupo decide lo de siempre: Por aquí.
El por aquí nos lleva primero por un desnivel de “cuidado que te puedes dar la hostia” y después, con otra orden de por aquí por un sendero estrecho y poco recomendable.
El guía alfa pone orden y da marcha atrás. Unos le seguimos a la primera y otros no sé si muy convencidos minutos más tarde.
La jugada trae como consecuencia que salimos a la carretera a más de dos kilómetros de distancia de donde están los coches. Llegamos con el tiempo justo, nos cambiamos para quitarnos la sudada y el barro y nos vamos sin perder un minuto a Orozko.
Tenemos reservada mesa en el bar-brasería-restaurante-puticlucb… (Lo digo porque el cartel está adornado con un gato negro y los de mi edad ya saben de qué hablo) Zurrumurru y entramos a comer directamente, ya que es tarde y los del bar cierran a la tarde. Comemos solos y dignamente, sin más. Salimos poco después de terminar por no incordiar y nos damos un paseo por el pueblo, viendo el despliegue de chales y casas en general de nueva construcción.
Reposada la comida y el espíritu nos despedimos y cada grupúsculo se dirige a su punto de origen dando por finiquitado el día.

Y sin otros recuerdos reseñables escribo esta crónica en Las Arenas a dos de Noviembre de 2010

jueves, 28 de octubre de 2010

26-10-2010 TOLOÑO

VISITA A LA RIOJA – MONTE TOLOÑO


Al igual que en años anteriores hoy visitamos a nuestro amigo Mali (socio fundador en el dique seco) para disfrutar con él de los aires y otras esencias de La Rioja.
Salimos prontito ya que el camino es largo y tenemos muchas cosas que hacer. Sin novedad y con bastante frío, que se va agudizando según cogemos altura, llegamos a Labastida. Allí nos reunificamos y tomamos un café, bastante chungo, por cierto.
Todos se alegran de verme nuevamente incorporado al grupo, pero no tengo muy claro el verdadero motivo de algunos.
Tras unos minutos de tertulia salimos rumbo a Peñacerrada, lugar donde dejamos los coches, y bajo el ruido de unos “escopeteros” muy interesados en matar seres vivos iniciamos la marcha.
El caminar y el camino resulta agradable. Transitamos en medio de un hayedo con mucha hoja ya en suelo y vamos cogiendo altura sin grandes esfuerzos.
El cromatismo del paisaje, cuando salimos a los claros, es espectacular: verdes de diferentes tonos, amarillos, ocres… una paleta infinita digna de ser admirada.
Tras más de diez meses de ausencia veo que las cosas siguen igual y que como cuando lo dejé cada uno hace más o menos lo que se pone en los…. Unos pocos muy por delante, otros simplemente por delante, otros por rutas alternativas y los que quedan por detrás, casi perdidos y sin referencias con los de delante. ¡Cojonudo!
Sin incidencias, salvo lo apuntado, llegamos a la cumbre del Toloño y además de reponer fuerzas disfrutamos de un paisaje espectacular, mejorado por el día soleado y el cielo azul: pueblos riojanos en el valle, el río Ebro y sus meandros, los colores de los árboles y las vides… ¡muy guay!

Superada la prueba ¿principal? del día toca volver a la civilización para seguir con las metas marcadas. El descenso es tranquilo y sin complicaciones y ahora sí, algunos se interesan y me preguntan para saber como me encuentro.
En tiempo y hora llegamos a los coches, nos “mudamos” y nos dirigimos a Haro. Paramos brevemente a tomar un vino y sin más nos vamos a la “residencia de verano” del anfitrión.
Allí nos espera Maite, su mujer, y Fernando, otro sabio jubiltaldeo que se ha apuntado sólo al disfrute del buen comer. Por cuantificar, decir que somos quince, trece hombres y dos mujeres.
Comemos bien y tradicional: pimientitos rojos en aceite, tomate de casa, ensalada, codero asado, pan blanco…
Tras el yantar y la tertulia nos paseamos por los caminos próximos a la urbanización y nos dejamos acariciar por un sol otoñal que aún tiene fuerzas para resultar reconfortante.
A la hora prevista salimos hacia San Vicente de la Sonsierra para visitar la bodega de siempre y… merendar. Charla agradable alrededor de la mesa, degustación, otra vez, de productos riojanos, compra de vino y despedida final cuando la noche ya es dueña del lugar.
Sin contratiempos, espero, cada grupito retorna a su hogar, y cada quién vuelve con los suyos y posiblemente comente con ellos lo ¿duro? de la jornada.
Seguramente se me olvidan cosas al estar tan desentrenado por lo que espero que se me disculpe, y sobre todo también espero poder continuar asistiendo los martes y con ello liberar de la enorme carga de escribir estas crónicas a los cronistas suplentes.

Y si más termino esta crónica en Las Arenas (costa rica) el día del señor, veintiséis de octubre de 2010.

lunes, 25 de octubre de 2010

19-10-2010 EL JUNCAL

TREBUESTO-PRESA DEL JUNCAL


Esta crónica me ha pillado de sorpresa porque esta excursión se había programado pensando en un Jubiltaldeo que habitualmente hace las crónicas pero ha pinchado.
Como hoy el objetivo está en Cantabria hemos quedado en un lugar conocido de otras veces, el Hotel Islares donde nos reunimos para tomar cafecito, reservar la comida y sin prisas partimos hacia Trebuesto pasando por Guriezo. Aparcamos, nos preparamos y dado que el guía hacía muchos años que no andaba por el lugar, preguntamos a un lugareño por donde inicia el camino hacia la presa del Juncal.
Siguiendo las indicaciones y por un camino bien asfaltado, a la contra del cauce del rio Agüera, iniciamos el ascenso por un bosque de eucaliptos que no vaticina grandes logros micológicos. La pendiente no es prolongada pero si constante, hasta llegar a un cruce donde después de dudar y guiándonos de una señal tomamos el camino de la derecha (a la bajada nos damos cuenta que la señal está al revés y el camino bueno es a la izquierda) que nos lleva a unas campas. En este momento de los cielos han desaparecido las nubes y el día está precioso para andar.
Comenzamos la parte más dura de la mañana, aunque a la izquierda vemos la tubería que transporta el agua de la presa, seguimos recto en derecho hasta llegar a lo alto de la cuesta, donde paramos para reponer fuerzas. Las vistas son magníficas, Guriezo, Oriñón, La ballena, Sonabia, Peña Cerredo, el Buciero y por supuesto Costarica. Un Jubiltadeo hace una incursión en sentido contrario y nos dice que por el otro lado las vistas también son magníficas, que ha llegado a ver el macizo del Mampodre, en que estaría pensando.
Por una vez y sin que sirva de precedente, hacemos caso al guía alfa y encaramos hacia la izquierda donde llegamos a la presa del Juncal, hacemos foto con la ermita de las Nieves (Ampuero) al fondo y continuamos hacia Peña Negrera (679), nos quedamos en la base dado que el tiempo pasa sin darnos cuenta.
Emprendemos el descenso por una pista ancha, esta es la buena, y recolectando todo lo que podemos, setas, manzanas, limones etc., llegamos a los coches. Nos cambiamos de ropa, acomodamos las setas y salimos pitando a Islares donde tomamos el aperitivo al gusto de cada uno, con la sorpresa de que hay almendras. Algunos Jubiltaldeos por sus obligaciones no pueden quedarse a comer y nos dejan.
La comida en la línea de otras veces, tropecientos primeros y segundos, raciones generosas y el servicio campechano. Nos comenta el camarero que dan una media de 200 menús al día. Como consecuencia de la ley contra el tabaco no podemos tomar el café y la copa en la mesa y optamos por sentarnos en la cafetería.
Durante la tertulia se van cerrando los flecos para la CLASICA DEL OTOÑO a la Rioja y sin más que contar, escribo esta crónica desde la parte alta de Bilbao el 19 de octubre del 2010.
Un ruego a los cronistas, no faltéis. Por Favor.

lunes, 4 de octubre de 2010

27-9-2010/30-9-2010 MAMPODRES

MACIZO DE MAMPODRE ( PARQUE REGIONAL DE CASTILLA Y LEON)
CONVIVENCIA ANUAL
27, 28, 29 y 30 de SEPTIEMBRE 2010


LUNES 27

Un grupo de jubiltaldeos compuesto por dos socios fundadores, ocho numerarios y un neófito avanzado salimos a las 10,30 de Ugaldebieta camino a la provincia de León para realizar la tradicional convivencia montañero-gastronómico-turística, previa al inicio oficial de la temporada.
El día es magnífico y las previsiones para los próximos no anuncian cambios significativos.

Tras una parada en Aguilar de Campoo para reponer fuerzas y estirar las piernas nos detenemos en Guardo en donde, mientras nos preparan la mesa en el restaurante Jai nos tomamos un vino/cerveza.
La comida, es variada, sabrosa y con una excelente relación precio-calidad, que nos recuerda el estilo de Ubidea con lo cual está dicho todo.
Un tema importante como es el de dormir queda aclarado durante la sobremesa configurándose voluntariamente las parejas. Por supuesto, el desparejado lo es por voluntad propia y por los sonidos que emite durante la noche.

De aquí nos vamos a Riaño, sacamos unas fotos y de paso contemplamos el embalse que por cierto y aunque no soy un experto en estos temas, me pareció un poco bajo.

A media tarde llegamos al campamento base en el pueblo de Lario en la casa/hotel rural “La Era”. Tras instalarnos, nos damos una vuelta por el Centro de Interpretación y por el contiguo Jardín de la Cañada Real Leonesa para familiarizarnos con la flora y la fauna de la comarca y así poder mejorar nuestro acerbo cultural en los dos días de prácticas que nos esperan.
Como todavía andamos bien de tiempo, nos acercamos a Maraña (1.240m) que está a unos 4 km., para conocer el punto de partida de mañana, ver donde dejamos los coches y, aunque no se puede desde aquí ver la cumbre, hacernos una idea del macizo rocoso de Mampodre.

De regreso, el guía alfa hace que nos fijemos en la rubianza del cielo, es decir que estaba rojizo, y que indica, de acuerdo con el saber popular, que mañana hará bueno

Por cuestiones de intendencia ajenas a nuestra voluntad no podemos cenar en el restaurante propiedad del dueño de la casa rural quien, muy amable, nos ha buscado el condumio en el restaurante “Gure Txoko” en Burón, pueblo situado en la cola del pantano. Con este nombre y un cuadro en el comedor con la Virgen de Begoña y el escudo del Athleti no hace falta aclarar la procedencia de sus dueños.
Tras la cena, copiosa pero sin grandes exquisiteces, circunstancia excusable por las fechas en que nos encontramos, nos acercamos con Tino, dueño de la casa donde nos alojamos, al puerto de Tarna donde parece ser que andan, o han andado, los ciervos en plena berrea.

Hace un frío pelón, la noche está estrellada pero los bichos deben de estar bastante satisfechos por lo que las llamadas a las hembras se oyen muy de vez en cuando y bastante lejos.



MARTES 28

Son las 8,15 y estamos todos desayunando, fuerte, pero sin carajillo pese al frio que hace (6º en los termómetros de los coches). El día es radiante y no se ve ni una nube.

Empezamos a andar a las 9,20 y nos esperan unos 1000m de desnivel.

Al principio lo hacemos por senderos marcados en los pastizales, probablemente hechos por los animales, subiendo lenta pero constantemente lo que nos viene bien como calentamiento y además podemos ir charlando.
Luego atravesamos una zona de matorral y arbustos, piornal y escoba antes de adentrarnos en una vaguada por la que transcurre uno de los muchos riachuelos que surcan las laderas y que sirven para abrevar a los rebaños de ganado vacuno, numerosos en número pero no muy grandes en efectivos.

El silencio es acompañado por murmullo del agua con sonidos diferentes según caiga en piedra, en musgo o en la propia agua y sólo se ve roto por nuestras pisadas (ya hablamos menos) y, de vez en cuando, por los cencerros y algún que otro mugido cansino.

Por fin vemos el objetivo pero nos queda lo peor aunque, a priori, no parece ser lo que luego será. La subida al collado, sin camino marcado, es unas veces campo a través y otras siguiendo, cuando alguien da con ellas, algo que podríamos llamarles sendas.

A las 11 estamos en el collado 1.808m.. Descansamos un rato pero, craso error, casi ninguno repone fuerzas porque total, para subir ahí arriba…….ja, ja, ja,.

El tramo final nos lleva una hora y veinte minutos. El desnivel tiene una media cercano al 30º de subida constante, gran parte de ella sin seguir ningún camino y guiados por algunos hitos que de vez en cuando aparecen.
Ya solo se oye el golpeteo de los latidos de corazón en las sienes.

En cualquier caso, el espectáculo que se aprecia desde la cumbre de La Peña de la Cruz (2.192m.), punto más alto del macizo de Mampodre, ha merecido el esfuerzo. Al frente tenemos los Picos de Europa, e incluso me atrevería a decir aunque sin jurarlo, el Cantábrico, al este el Espigüete, hacia el oeste el Cornión y las Médulas (antiguas minas de oro romanas) y al sur la meseta castellana hasta donde nos alcanza la vista.

Estamos un buen rato descansando, comiendo, fotografiando, contemplando el paisaje y, aunque nadie dice nada, pensando en la bajada que les espera a las rodillas.

El descenso es más llevadero. No por ello menos dificultoso pero sí más entretenido por el gran número de rebecos que se cruzan ante nosotros y que seguimos viéndoles correr mejor dicho, brincar, por las laderas.
Sin accidentes estamos otra vez en el collado a las dos menos cuarto. Tras un breve debate sobre si comer o no, se decide retrasar un poco la comida y descender hasta unas campas quitándonos de en medio la parte más pendiente que para bajarla con el estómago lleno podría no ser recomendable.

Nada más empezar a sacar las bolsas de las mochilas comienzan a acercarse algunas vacas que tranquilamente pastaban por los alrededores. Alguien con el bastón trata de espantar a las más audaces pero el efecto es el contrario. La jefa, que tiene un aire a la Srta. Rottenmeyer pero sin gafas, nos mira desafiante y sus mugidos atraen al resto que, cual si se tratase de una partida de indios apaches, nos empiezan a rodear.

Como lo que queremos es comer tranquilos y no vemos ninguna posibilidad de negociación, nos retiramos ordenadamente un poco más abajo. Cuando comprobamos que no nos siguen sacamos las viandas y la bebida (reserva, crianza y de año, por este orden) para compartir entre todos el almuerzo.
El suelo está seco, no hay moscas ni tábanos y algunos, protegiendo los riñones por si acaso, intentan echar una cabezada. Aunque estamos al sol, la brisa que hace que no sintamos calor. Seguimos sin ver una nube.

A las 4 reiniciamos la marcha siguiendo el mismo camino que a la ida. Salvo un toro de papada y criadillas descomunales acordes con el resto del cuerpo y las yeguas con sus potrillos, ya acercándonos al final, no hay nada reseñable.

Una hora después llegamos a los coches.

En Maraña, además de dejar la basura, nos refrescamos por dentro y comentamos la “tontería” de monte que hemos subido.

A las 6 estamos en casita para ducharnos excepto los usufructuarios del jacuzzi que con equívocos no llegan a aclararnos si se han bañado o duchado pero lo que sí sé es que han puesto una tarifa de 20€ que, lógicamente no es aceptada por nadie.
Como tenemos tiempo volvemos aunque es de día a los mismos puntos en los que estuvimos ayer noche. El resultado de la berrea es el mismo.

La cena en Burón es a base de ensalada templada de pasta con gulas y gambas y luego filete con patatas fritas. Con el postre, cafés o infusión y chupito nos sale a los 10€ que pagamos ayer.

Hoy la cama la cogeremos con gusto.


MIERCOLES 29

Buen tiempo y algo menos frío.
No hay bajas en la tropa y a la misma hora estamos desayunando.
Como iniciamos la jornada en Acebedo, que por cierto tiene el campanario a unos 50m de la iglesia, y la terminamos en Liegos, la intendencia se resuelve con la colaboración de Tino que les trae a los chóferes una vez aparcados los coches en dicho pueblo.

Empezamos a andar como ayer a las 9,20 por una pista transitable por vehículos T.T. Hay un poco de niebla baja que con los rayos de sol se disipan pronto.
El paisaje es completamente diferente con grandes masas de hayedos lo que nos aclara las dudas acerca de dónde sacan la madera que en todas las casas estaban apilando para el invierno.

Caminamos sin esfuerzo siguiendo la pista que no tiene grandes ni largos desniveles.
El micólogo oficial encuentra una galamperna. Una y no más pese a sus constantes exploraciones por las campas que bordean el camino y que ha realizado durante todo el día. Pero el sigue empeñado en que va a ser un año bueno de setas.

A las 11,15 pasamos por el collado de Lois de 1.550m. no sin antes ver, ayudados por los prismáticos, un grupo de rebecos y posteriormente, esta vez sin ayuda, un zorro corriendo como un loco.
Cuando descendemos del collado paramos para el piscolabis que hoy se compone de la consabida manzana y la liquidación de existencias de la comida de ayer (algo de jamón y algo de txorizo).
Ahora el camino es más llano y, después del cruce con la pista que nos conducirá a Liegos, casi lo podemos calificar de carretera sin asfaltar. Dejamos a un lado una antigua mina de cinabrio que ya la explotaban los romanos y llegamos a Lois a eso de la 1,15.

Es un pueblo pequeño pero que tiene un montón de casas señoriales y una catedral, sí catedral, que no podemos visitar porque sólo se abre los fines de semana, edificada con jaspe rosado procedente de una cantera cercana.
Vemos la casa del humo (suponemos que para ahumar la carne)que ya está prácticamente reconstruida y los palacios de los Castañones, de los Acebedo, de los Alvarez y de los Reyeros que aunque no se pueden visitar por dentro todos tienen un cartel explicativo en su fachada. (si no de qué iba yo a saber tanto).

Comemos en “La catedral de la montaña”, previo vino conmemorativo de un nuevo aitite entre las huestes jubiltaldeas, a base de una ensalada mixta, filete con patatas, postre, café y chupito(s) de orujo recio prevaleciendo el sentido común frente a los que no les hubiese importado trasegar unas alubias y cabrito asado, especialidad de la casa.

El tiempo está empezando a cambiar y si bien salimos del pueblo con el sol dándonos de lleno, pronto las nubes son mayoría.
Sigue predominando el bosque de hayas, hay mucho menos ganado y a medida que nos acercamos a nuestro destino se ven manzanos silvestres, cerezos y endrinos, estos últimos bastante cargaditos de fruto.
A las 7 estamos en Liegos y aún nos quedan fuerzas para localizar un bar donde tomar una caña. El cielo está ya totalmente cubierto y sopla viento fresco.

O las distancias están mal reflejadas en los postes indicativos o los tiempos tampoco se corresponden con la realidad pues tanto la llegada a Lois como a Liegos ha sido mucho antes de lo previsto y eso que hemos ido a un paso normal.

(El precio del jacuzzi a sido rebajado a 10€ pero ni por esas en castigo al precio abusivo de ayer.)

Hoy cenamos en el bar de Tino, que también se llama “La Era” por lo cual, tras la ducha, vamos apareciendo para tomarnos un vino mientras nos avisan para pasar al comedor.
Tenemos ensalada mixta con trozos de manzana y finísimas rodajas de manzana y embutidos típicos de León entre los que destaca, por unanimidad, la cecina de vaca. Cuatro caprichosos o nostálgicos, según se quiera mirar, nos tomamos un huevo frito sin ninguna clase de acompañamiento pero eso sí, de corral.

Hoy dado el estado en que nos encontramos no hay berrea, ni bóveda estrellada ni nada.


JUEVES 30


Con eso de que hay que hacer maletas desayunamos un poco más tarde.
Está nublado amenazando lluvia pero hace menos frío, lógicamente, que en días anteriores.

(En un intento desesperado, la tarifa del jacuzzi está en 5€ pero ya es tarde).

Nos dirigimos directamente a la villa romana La Olmeda, ya en la provincia de Zamora pasando por Velilla, con su central térmica, y Guardo. Llegamos justo para formar parte de la visita guiada de las 11, con entrada, como no podía ser menos, como grupo de más de 10 personas.
Ha merecido la pena. (www. villaromanalaolmeda.com)

Luego retrocedemos y paramos en Saldaña que nos deja gratamente sorprendidos por su plaza (la pena son los coches que dejan aparcar), la iglesia de San Miguel, el museo arqueológico de la villa romana, el centro de turismo “La casona” con un patio precioso y la Casa Torcida que ahora es un bar en el que tomamos un vino con una tapa generosa de garbanzos con callos.

El tiempo, al menos por esta zona, ha mejorado y luce el sol.

Como hay tiempo, los estrategas proponen, para estar más cerca de casa pensando en los conductores, ir a comer a “El burgalés” en Aguilar de Campoo a donde nos dirigimos para llegar a eso de las 3. No hay sitio para los 11 así que comemos en mesas separadas el menú del día, sustancioso pero sin alardes.
Para los cafés y la copa nos sentamos en una terraza de la plaza y de paso aprovechamos para ajustar la tesorería.

Antes de llegar a Santander nos detenemos en un restop circunstancia que aprovecha el ecónomo para pagar el combustible y hacer el extorno correspondiente del exceso de tesorería. La verdad es que con fondo a tanto alzado y los precios que hay por estas tierras ha andado más que “sobrao” y feliz durante estos días.

Por la autopista, sin contratiempos, llegamos a casa ya anocheciendo, cansados pero contentos.



Esta crónica se escribe en Górliz unos días después de terminada la excursión por motivos ajenos a la voluntad del cronista, quien ha intentado reflejar los hechos para que cada uno, al leerla, ahora y más tarde le ponga sus recuerdos, emociones y vivencias.

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miércoles, 8 de septiembre de 2010

7-9-2010 SESTAO-MUSKIZ

SESTAO-PLAYA LA ARENA-MUZKIZ

Hoy 7 de septiembre de 2010 comenzamos la temporada. El pasado jueves comentamos la posibilidad de hacer un paseo para que el inicio no fuera exigente y optamos por hacer el antiguo bidegorri que llegaba hasta Muskiz desde Portugalete y que ha sido ampliado hasta Sestao.
En el sitio de encuentro, la cafetería Edurmendi en la plaza del Kasko de Sestao, nos reunimos siete Jubiltadeos para tomar café y partir para hacia Muskiz. Vamos en dirección a una Pulpería que queda cerca del Batzoki, dicha pulpería está recomendada por un Jubiltaldeo conocedor del lugar. Pasamos por el edificio de la Ertzaina, por una zona deportivo-recreativa y nos incorporamos al nuevo bidegorri que resulta sorprendente por el lugar donde discurre. Pasa sobre el nuevo nudo de carreteras con mogollón de entradas-salidas, además de otras obras sin definir ¿Peaje-Báscula? Como es de imaginar no nos ponemos de acuerdo.
Aunque las previsiones del tiempo no eran de las mejores, seguimos con un tiempo que cada vez va a mejor y sin más incidencias dignas de resaltar llegamos a la playa de la Arena en la parte que pertenece a Zierbana donde paramos para tomar un refrigerio. Durante el tiempo que estamos en una terraza con vistas al mar el termómetro pasa de 26 a 28 grados.
Partimos de la playa hasta alcanzar la orilla derecha del Barbadum por donde remontamos hasta llegar al puente que nos permite cruzar el río y por la margen izquierda llegar a Muskiz. Comemos en el Rest. Dados, ya conocido de otras veces, donde nos dan de comer dignamente y tras la sobremesa, tertulia científica y varios, los de costarrica van al Bizkaibus 3321 y los de la Villa al Tren.
En ausencia del cronista titular y del suplente, escribo en la parte alta de la Villa a las 18,14 del día de hoy. Lo siento pero no hay reportaje gráfico, en este caso han faltado todos los de audiovisuales.

jueves, 8 de julio de 2010

6-7-2010 ALGORTA-GORLIZ

BIDEZABAL-GORLIZ por la costa


A la hora convenida salimos de Costarica, concretamente desde la estación del Metro de Bidezábal, seis Jubiltadeos, en dirección contraria al paseo de los jueves con el objetivo de llegar a comer a Plentzia. A la altura de las campas donde esta gente hace las paellas más raras que conozco, nos alcanza un séptimo Jubiltaldeo que había dudado en venir por culpa del tiempo lluvioso con que había por la mañana en Bilbao.
Según avanzamos hacia Sopelana el cielo se despeja quedando azul y contagiando al mar que también aparece del mismo color. A pesar de la ausencia de los Jubiltadeos fumadores, paramos en la tasca que está antes de la urbanización Sopelmar, para tomar un refrigerio y continuar camino a la playa de Meñakoz donde apreciamos una mejoría en el camino al estar más limpio y fácil de recorrer, pasamos por la playa de Barrika para llegar al pueblo donde después de dudar por donde seguir, lo hacemos por la carretera hasta llegar a la recta que nos conduce al Puente de Plentzia ¿Calatrava? En este punto se nos despide un Jubiltaldeo que monta en el Metro camino de Bilbao.
El resto por el paseo de la ría de Plentzia y el nuevo paseo de la playa de Górliz nos dirigimos al Rest. Begoña (tel. 946770973) donde habíamos reservado. En la barra tomamos el vinito habitual , aunque en esta ocasión todos nos pasamos a la cerveza. La comida correcta, el servicio bueno y los extras caros. A los postres un jubiltadeo que en invierno es de Costarica y en verano de Costagallarda, se acerca para participar en la tertulia donde arreglamos todo lo que no tiene arreglo.
Como la tarde invita al paseo nos dirigimos a la estación del Metro por el paseo de las playas y a las seis montamos en el tren.
Esta crónica la escribe el escribiente tercero en el escalafón, el 6 de Julio del 2010 en la parte alta de Bilbao.

8-6-2010 PITITTURI

PITITURRI
08/06/2010


Hoy como es martes, la temperatura es buena y aunque está algo nublado hasta la tarde está previsto que no llueva, tenemos salida.

Los 9 jubiltaldeos nos reunimos en el restop de Altube para lo de siempre y de paso ir juntos hasta Escolumbe (605 m.), en Katadiano, a donde llegamos a través de carreteras-caminos ignotos y en muy mal estado.
A las 10 iniciamos la caminata, primero por una zona con mesas y asadores que a más de uno le traen a la imaginación, pese a que todavía es pronto, choricitos a la brasa y chuletas asadas.
Un grupo de caballos, de los muchos que veremos hoy, sigue pastando como si nos conociesen de toda la vida.

Pasamos por la ermita de Nª Sª de Escolumbe del s.XV-XVI y por caminos de tierra y piedra, anchos como para ser considerados como pista, rodeados de pino rojo, algún que otro roble y bastante arbusto de enebro, vamos poco a poco, sin agobios y sin mucho esfuerzo, cogiendo altura.
Después de un trecho, algo más pendiente, totalmente de roca que a veces forma escalones, llegamos al Portillo de Tortura para dirigirnos por la planicie de la Sierra Brava de Badaia hasta nuestro objetivo.

A nuestra derecha vemos la sierra de Arcamo y al frente los aerogeneradores y el paso de Subijana.
La vegetación es típica de la meseta, con pocos árboles y bastante arbusto. Hay hierba corta, casi seca a ratos, infinidad de pequeños caracoles y mucha flor entre la que destaca la manzanilla y unas amarillas parecidas a las margaritas pese a que el terreno parece seco como lo atestiguan las pozas o balsas para que abreve el ganado.

Hace resol pero nada de viento así que los molinos están parados.

A las 12 estamos junto al buzón del Pititurri (1.013 m.) donde sólo paramos para sacarnos la foto y a continuación dirigirnos a la casa de juntas de Badaia, llamada Askegui, donde tomamos la manzana y de paso nos ilustramos acerca del parque eólico y la propia casa que están explicados en unas hojas metálicas de tamaño considerable. Realmente es un refugio no hace mucho construido y que sirve de centro de interpretación del parque eólico.

A las 12,30 iniciamos la vuelta siguiendo, al principio, la carretera sin asfaltar que constituye la vía de servicio para los molinos. Cuando llegamos al final, continuamos por las campas para conectar con el camino que hemos seguido a la ida, hasta llegar otra vez al Portillo donde nos sacamos la última foto.

Para las dos, con el cielo ya completamente nublado, llegamos a los coches.

Tras las labores de adecentamiento para retornar a la civilización, vamos a Izarra para comer en el restaurante “El Asador” donde, mientras preparan la mesa pues nos hemos presentado de sopetón, tomamos el preceptivo y deseado refrigerio almendrado.
La comida es digna, sin grandes alardes, pero todos quedamos satisfechos.
Los cafés, incluido un mejunje (típico de la casa) compuesto de un cortado descafeinado de cafetera con Bailys, que uno de los nuestros se atreve a beber, y las copas, los tomamos en el bar en animada charla en la que se preparan las próximas salidas así como la del inicio de temporada, allá por el mes de septiembre, que bien podría ser en el parque natural de Redes o en el de Mampodre

Dado que hoy tenemos en nómina al cajero-controller titular, las cuentas no nos llevan mucho tiempo. Como intuimos que los propietarios quieren irse a descansar, a eso de las 5 nos venimos para casa. Llegamos justo, justo cuando está empezando a llover

Hoy damos la bienvenida a un jubiltaldeo que por cuestiones de menisco ha estado ausente los martes (que no los jueves) desde hace algún tiempo. Por cómo le ha ido y con qué mimo le hemos tratado, me atrevo a suponer que repetirá.

Se escribe esta crónica en Algorta a 8 de Junio, día en que está convocada una huelga general de los funcionarios.

29-6-2010 PEÑA CERREDO

PEÑA- CERREDO DESDE ALLENDELAGUA


Hoy es un día diferente como consecuencia de la Huelga General convocada en Euskadi y para evitar incidentes hemos decidido trasladarnos a la comunidad limítrofe de Cantabria.
Antes de la hora convenida llegamos al Hostal Arenillas en Islares y dado que en Castro están en Semana Grande reservamos la comida en dicho Hostal, sobre todo después de informarnos el barman de la gran variedad de platos que ofrece en menú. Tomamos los cafés de rigor y desandamos el camino hacia el aparcamiento del Rest. El Ruso el Allendelagua.
Comenzamos la ruta y en las últimas casas del pueblo una lugareña nos saluda efusivamente mientras espera al panadero. Abandonando el asfalto comienza la subida por zona empinada y pedregosa hasta llegar a una zona desde la cual ya se otea el camino que pasando cerca de unas antenas nos lleva a la base de nuestro objetivo.
El último tramo resulta complicado por ser una subida hasta el buzón con gran cantidad de roca y en algunos momentos los torpes nos tenemos que ayudar de las manos para poder hacer cumbre.
Las vistas en la cumbre se ven entorpecidas por algunas nubes, aunque nos dejan ver un buitre que posado en una roca parece nos estaba esperando para dar fe de que estamos en lo más alto, no como a los ochomilistas que tienen que esperar el visto bueno de una “pájara”
Tras reponer fuerzas emprendemos el regreso a los coches a los cuales llegamos sin incidencias que resaltar.
Una vez aseados, en vez de tomar el txakolí habitual, nos tomamos una tacita de Ribeiro que no está nada mal, echando en falta las almendras que nos trae un Jubiltadeo, hoy ausente. Tras escuchar las cuitas profesionales del dueño del Rest. El Ruso, nos despedimos tomando la dirección del Hostal donde habíamos reservado la comida.
Ha sido un poco sorprendente la cantidad de comensales que estaban haciendo cola para entrar al comedor, el barman tenía razón al aconsejarnos reservar. El menú muy variado, entre primeros y segundos más de 20 platos, y correcto en cantidad y presentación, tras tomar el postre y el café nos dirigimos a la cafetería para los txupitos.
Como siempre la sobremesa sirve para arreglar nuestras cosas (vestuario) y un poco el mundo y como este ejercicio mental cansa mucho, a las 17 nos despedimos y “ cada cual con su cada cuala”
Se escribe esto en Santutxu el 29 de Junio del 2010.

jueves, 1 de julio de 2010

22-6-2010 URREKOATXA-II

URREKOATXA
22/06/2010
Esta vez somos 11, animados por la temperatura fresca pero con tendencia a aumentar, por el sol que luce espléndido y por la frustración de la semana pasada en la que se batieron records pluviométricos. Hoy desde luego no llueve ni lloverá.

Para las 9,30 estamos ya tomando el café-zumo de naranja en Areatza donde dejamos los coches y nos pertrechamos para la marcha. Comenzamos a andar a las 10, minuto arriba, minuto abajo.

El río Arratia sigue bajando bravo pero pronto lo dejamos para atravesar la carretera Bilbao-Barázar y por pista asfaltada, no muy transitada y atravesando los barrios de Uribiarte, Barrondo y Altorripe a veces con ligeras pendientes y otras que exigen silencio para guardar fuerzas, llegamos a eso de las 11 donde esta se acaba.
Desde aquí, por caminos, alguno de cuyos tramos se asemeja a una calzada romana y tras cierto titubeo por parte del pool de guías conectamos con la carretera que nos llevará hasta la antena situada en el Urrekoatxa (588 m.)

Los avellanos y castaños del inicio han dejado paso a los pinos y a los robles para pasar al matorral y a la nada cerca de la cumbre.
Si la subida ha sido por la vertiente sur con el Gorbea y Peña Lekanda a nuestra derecha ahora tenemos de frente al Saibigain, Artaun y Leungane entre otros.

Aunque no son todavía las 12 tomamos el aperitivo y, tras la foto, iniciamos el descenso hasta llegar otra vez a la pista asfaltado pero en vez de continuar por ella lo que nos llevaría recorrer la misma ruta, tomamos un camino, con bastante barro por cierto, hacia el barrio de Lamindao y su ermita, digna de verse pero que mi ignorancia artístico-arquitectónica me impide describir, en cuyo pórtico cerrado nos hacemos una foto.

Tenemos nuestras dudas de si hacer o no otro monte pero, como desconocemos su duración, al final decidimos ir a los coches, otra vez por carretera pasando por el barrio de Agiriñao y más tarde por la urbanización Iturrioz en la que hay unas cuantas viviendas unifamiliares que nos impresionan bien por su tamaño bien por su construcción y jardines.
También vemos una plantación de vides de espaldera para la producción de txakolí, cerrada con una valla hecha con traviesas, pero nos queda la duda de si será privada o pertenecerá a la Diputación.

Son ya casi las 2 cuando llegamos a los coches.
Tras las abluciones correspondientes en la plaza del pueblo y el cambio look y de calzado, nos dirigimos al Amorrortu en Lemona.
Mientras tomamos los vinos invitados por uno que desde hace poco es un año más viejo, se nos une el jubiltaldeo de costa rica, sí ese que hace poco se operó de la cadera y que ya, afortunadamente, se le ve lozano y muy suelto.
La comida es en la línea de este templo gastronómico a base de ensaladilla rusa, macarrones y patatas a la riojana, todo a compartir entre todos, lo que hace disfrutar al especialista en primeros platos, para continuar, esta vez a cada uno según pedido, con anchoas, chipirones en su tinta y patas de cerdo.

La copa la tomamos en la terraza del batzoki confirmándose que la clásica tendrá lugar el jueves día 15 y si el tiempo lo permite.

Nos despedimos a las 5 pasadas y sin caravanas estamos en menos de tres cuartos de hora en casa.


Crónica escrita en Algorta el 23 de Junio de 2010 aunque, por cuestiones de logística, su publicación y distribución se realiza más tarde.

15-6-2010 URREKOATXA-I

AREATZA-URREKOATXA-ZEANURI-AREATZA

Hoy ha sido un día diferente a lo habitual, habíamos quedado a las 9,30 en la plaza de Areatza previo consenso la noche anterior, dadas las previsiones de lluvia (alerta amarilla). A la altura de Igorre sobre las 9,10 una llamada telefónica nos avisa de que en Costa Rica la lluvia es importante y que hay bajas.
Llegamos al lugar convenido y otra llamada nos avisa de que a la altura de Bedia llueve un montón pero que esperemos que vienen. Un rato después otra llamada nos comunica que están en el Ayuntamiento de Areatza pero hablando nos damos cuenta que no están donde dicen sino en el Ayto. de Artea, al de un rato aparecen y nos dirigimos a tomar un café y decidir si damos la vuelta o continuamos con el plan previsto. En esas estamos cuando una llamada nos anuncia que tres jubiltaldeos se nos unen para la comida en el Amorrortu y si decidimos volver quedar para comer en el Mallona.
Ocurre de todo unos continuamos con el plan previsto y otros se vuelven para colocar nos sacos de arena en el Gobela por lo de la alarma amarilla, por fin se aclara todo y quedamos en el Amorrortu con los Jubiltaldeos partiendo por el paseo del río Arratia hacia la cumbre del Urrekoatxa. Con lluvia moderadada pasamos por barrios, fuente de hierro, casa torre, etc, siempre por carretera bien asfaltada. Como hemos decidido no llevar mochila y para no pasar gazuza comemos unas fresas salvajes. La carretera se acaba junto a un caserío desde donde se accede al camino que nos debería llevar al Urrekoatxa. Nos damos la vuelta después de hablar con un aldeano que nos advierte del mal estado del camino al principio, como consecuencia de las ovejas que pastan por allí.
Para hacerlo más largo no desviamos en un cruce y accedemos a la parte alta de Zeanuri desde donde por la carretera antigua llegamos a Areatza donde tomamos un refrigerio en el Bar Azul, siendo agasajados por la dueña con unas nueces, cacahuetes y cortezas a discreción. Aprovechamos para dar un paseo por Areatza visitando el Convento de Sta. Isabel y las casas de los alrededores donde un perro guardián nos obsequia con una mirada de amigo.
A la hora convenida nos reunimos en el Amorrortu donde damos cuenta del menú con el que nos obsequia la cocinera que esta vez para nosotros ha preparado un arroz con pollo. Tras la tertulia decidimos ir al Batzoki para arreglar las cosas que nos preocupan, Grecia, BP, Deuda, Africa, la Bolsa, Yeste, el Mundial, los impuestos en Noja……………
Agotados después de todo el trabajo de este día Jubiltaldeo diferente nos vamos unos al coche y otros al Tren.
Escribo desde la parte alta de Bilbao hoy martes 15 de Junio del 2010.

lunes, 7 de junio de 2010

1-6-2010 ARTAUN

ARTAUN
01/06/2010

La cita es a las 10 en Dima.
El tiempo está triste, pero con intención de mejorar en el interior según los expertos de Euskalmet.
Hoy, los exámenes, los viajes, las secuelas del dentista, los trabajos de recuperación y alguno que tal vez esté perdido para la causa, nos merman un poco los efectivos y sólo somos 8 Jubiltaldeos.

Dejamos los coches en el barrio de Artaun y empezamos a andar a las 10,20.
Iniciamos la marcha por un camino empedrado jalonado de nogales y castaños donde un pequeño rebaño de ovejas nos cede el paso para que no perdamos el ritmo. Transcurrido un rato pasamos a camino de hormigón que, después de media hora de subida constante y briosa nos llevará hasta el refugio llamado de Markue.

El cielo empieza a abrirse y la ausencia de aire, junto con la humedad del ambiente, la temperatura y el esfuerzo, nos hace sudar como si estuviéramos en una sauna. En el depósito tomamos contacto, visual claro está, con unos buenos ejemplares equinos y el ganadero, que pocos minutos antes nos había adelantado con su todo-terreno, nos sugiere la vía norte como más suave. Le agradecemos la sugerencia pero seguimos con el plan de ascensión preestablecido.

Seguimos por una pista hasta el collado de Asuntze (770 m.). Por las campas que la bordean, nuestro setero oficial busca que te busca pero sin resultados positivos. No obstante, según sus cálculos o su intuición, este otoño será fantástico.

En el collado nos desviamos a la izquierda y encaramos la cumbre por la vertiente sur. Como la visibilidad es buena, tiramos para arriba sin preocuparnos en seguir el camino lo que hace que recorramos una parte de la crestería, por cierto bastante incómoda para andar debido a las rocas calcáreas típicas de esta zona, hasta encontrar el buzón del Artaun (905 m.) a donde llegamos a las 12,10.
Nos avituallamos frugalmente y como andamos bien de tiempo, el sol ha salido definitivamente y no hace viento, nos dedicamos a contemplar tranquilamente el paisaje: Gorbea, Peña Lekanda y delante de ellos el Aurrekoatxa que bien pudiera ser objetivo para una próxima salida.

Pasadas las 12,30 y no sin haber sacado la foto, iniciamos el descenso, esta vez por la vertiente norte, bastante más cómoda que la subida, hasta llegar al depósito donde conectamos con el camino por el que hemos venido para llegar a los coches a las dos menos cuarto.
Vamos directamente al Amorrortu donde, mientras nos ponen la mesa, nos tomamos el blanquito celebrando el cumpleaños de uno de los jubiltaldeos más jóvenes.

No es necesario glosar el trato ni la cantidad ni calidad de la comida de este templo gastronómico totalmente consagrado pero voy a contar el menú para “envidia” de los que no han podido venir.
- Sopa de pescado y guisado de habas con patatas y txorizo.
- Merluza frita y albóndigas.
- Postre y cafés.

La copa decidimos tomarla en la terraza del batzoki.

No se ha notado la falta de los cargos titulares: El guía beta ha estado sobrio y no ha permitido atajos, llevándonos con pulso firme hasta el objetivo; el cuarto fotógrafo ha hecho lo que ha podido pero ha sacado fotos (otra cosa es el cuándo y el cómo las colgará en la web porque es un poco torpe en temas e-lectrónicos) y el contable suplente ha superado la prueba con algún titubeo de última hora pero porque el resto no ha colaborado. En fin, que tenemos plantilla y el relevo generacional está asegurado con gente de la cantera.

En la charla de sobremesa se fija definitivamente para el 15 de Julio la clásica Laredo-Noja.
Pasadas las 5 iniciamos la vuelta a casa con la suerte de que los de Uribecosta hemos tenido el honor de estrenar coche.

Se escribe esta crónica en Algorta a 2 de Junio de 2010, día en el que todos los medios de comunicación, tanto audiovisual como escrita están dale que te dale con la presentación de Mourinho.


viernes, 28 de mayo de 2010

25-5-10 IRUKURUTZETA DESDE KARAKATE

IRUKURUTZETA DESDE KARAKATE
25/05/2010


Quedamos junto al batzoki de Soraluce, antes Placencia de las Armas, a las 9,30.
Puntualidad digna de la NASA pese a la distancia que hay desde Algorta (tomada como punto más lejano).
Cafecito y zumos, cada vez más zumos y menos cafeses, mientras tomamos la decisión sobre qué recorrido hacer entre las dos alternativas que propone el guía alfa,
quien, hábilmente hace que tomemos la que el quiere.

Esta vez somos 10 jubiltaldeos. El tiempo es muy bueno y el ánimo incólume.

Subimos en coche hasta Karakate donde hay un parking y una antena enorme, suponemos que de telefonía.
Las vistas son magníficas y ayudados por un mapa en bronce, que señala los puntos principales, nos situamos en el entorno, no sin un pequeño debate acerca del nombre de alguna de las localidades que desde aquí se divisan y que lógicamente no están escritas en el mapa.

Empezamos a andar a las 10,30 con una brisa agradable del sudoeste que sirve en parte para amortiguar los calores.
El camino por la crestería transcurre ora por senderos de tierra seca, ora por campas enmoquetadas de fina hierba alternándose bosquecillos de hayas y pinos de diferentes especies que nos proporcionan algo de sombra. En el argoma, que de vez en cuando bordea el trayecto, ya están empezando a brotar sus flores amarillas y en algunos tramos de la ruta los grillos nos obsequian con su chillón y monótono concierto.

Las subidas y bajadas del trayecto no son pronunciadas lo que nos permite hacer el recorrido charlando y sin agobios.
En el Atxolín (864 m.) nos topamos con el primer dolmen de su mismo nombre. La ruta está salpicada de estos monumentos prehistóricos que se distinguen gracias a las señales que los identifican.
Túmulo de Antxolín Txiki, de Pagobedeinkatu, de Naasiko Goena hasta llegar al Gurutxe Bakar (898 m.) monte en el que unos pocos elegidos, sin oxígeno, hacemos cumbre.

Antes de llegar al Irukurutzeta (840 m.) a eso de las doce menos diez, todavía tenemos dos más monumentos funerarios: los dólmenes de Arribiribileta y el de Irukurutzeta.
Como ya hemos alcanzado nuestro objetivo de hoy y ya es la hora, procedemos al avituallamiento, esta vez sin tener que protegernos del viento lo que nos permite recibir, a los más legos, una clase magistral de orografía pues, a pesar de no ser un monte muy elevado, podemos contemplar en casi 360º desde el mar (que la bruma no nos deja ver con nitidez) hasta el Gorbea, Amboto, Aizkorri, Orixol, Ernio, etc, etc.

La vuelta la iniciamos a las 12,15 siguiendo, más o menos, el mismo camino de la ida. Llegamos a los coches a la 1,30.

Tras las operaciones de cambio de look nos vamos al Txurruka en donde, previamente y por vía telefónica, habíamos ya reservado mesa.
La comida es la de los martes desde hace por lo menos 20 años, es decir:
-Ensalada o sopa de cocido.
-Lentejas o menestra de verdura
-Chuleta de cerdo con patatas fritas.
Los postres normales.

En la sobremesa y después de consultar la tabla de mareas, se decide hacer la clásica el 15 de Julio y ante la próxima ausencia, por viaje, del guía alfa se nombra in pectore al guía beta.

Hace mucho, mucho calor a la salida del restaurante pero no digamos el que hace cuando los de Uribecosta llegamos a Algorta a eso de las 6 de la tarde. No quiero ni pensar el que haría en Bilbao.

Para consultar la definición de túmulo y dolmen y algún otro detalle de la subida al Irukurutzeta desde Txurruka ver crónica del 12 de Noviembre de 2009 (nota del autor).

Se escribe esta crónica en Algorta el 26 de Mayo la víspera de la votación en el Congreso del decretazo.

NOTA de la redacción: Para consultar la definición de túmulo y dolmen y algún otro detalle de la subida al Irukurutzeta desde Txurruka ver crónica del 12 de Noviembre de 2009.

jueves, 20 de mayo de 2010

18-5-10 VUELTA AL AMBOTO DESDE ARRAZOLA

VUELTA AL AMBOTO DESDE ARRAZOLA
18/05/2010
A las 9,15 estamos los 11 jubiltaldeos en el parking que está junto a la iglesia de Arrazola.
Sin café, menudo sacrificio para algunos, iniciamos la marcha a las nueve y media.
Tenemos buen tiempo, día despejado aunque un poco brumoso y quizá tengamos algo de calor.

Tiramos todo para arriba. Al principio, durante 20 minutos, por carretera, luego por pistas forestales y caminos afortunadamente no muy embarrados y con amplias zonas de sombra proporcionada por los pinos y fresnos.
Por las cunetas orientadas al sur empezamos a catar las primeras netras de la temporada, aún no maduras del todo pero aun así y todo con un sabor intenso.

Atravesamos una zona pelada, siempre subiendo suave pero constantemente, para sumergirnos en un precioso bosque de hayas trasmochas, ya con su follaje totalmente desarrollado, por el que transcurre un riachuelo un tanto alegre que vadeamos un par de veces. Ahora el ruido del agua se mezcla con el trino de los pájaros, no sabemos si recién nacidos o desaforados en busca de pareja.

La mole del Amboto nos acompaña todo el tiempo a la derecha y el Udalaitz por la izquierda.
Nos sorprende por su impacto, un conjunto de hayas en la ladera del Amboto, todas tumbadas, desenraizadas, por efecto, suponemos, del viento.

Tras dos horas de subida continua pero tendida, que nos permite hablar de vez en cuando, llegamos al collado del Andasto (802 m.) y de aquí, contemplando la vertiente mediterránea los Ernio, Aizkorri, Orixol etc, nos dirigimos al collado del Zabalandi.

Efectivamente, el sol calienta.

Justo a la hora del ángelus paramos para comer la manzana rodeados de caballos que hace que el ecologista de cabecera nos de permiso, no sin antes discutir su utilidad, para dejar los tronchos de la manzana, cosa que los animales agradecen.
A las 12,30 estamos en Pol Pol y a la una menos cuarto en la ermita de Santa Bárbara desde donde iniciamos el descenso.

Viendo el Amboto tan cerca y con las condiciones meteorológicas tan favorables, nos ha dado un poco de pena no haberlo subido.

Por las ansias, tomamos la vertical y no damos con el camino así que entre hierba y rocas bajamos por la ladera afortunadamente sin ninguna torcedura ni caída si bien, con alguna rodilla y otras partes de las extremidades inferiores machacadas.
El guía alfa, que nos ha venido con un principio de lumbago, resiste con pundonor.

Otra vez ya en el camino correcto, seguimos bajando hasta las antenas como punto de referencia para llegar a los coches a las dos y cuarto.
Como hay una fuente en la plaza contigua a la iglesia, el adecentamiento para volver a la civilización es más minucioso.

Comemos en el Makatzeta (946582931) donde antes de pasar al comedor nos da tiempo para hidratarnos con unas cañas de cerveza para acompañar a los almendrucos, o viceversa.

El menú es elegante, estamos bien atendidos y las raciones son abundantes pero en su justo término. La única pega es que se nos sale del presupuesto aunque hoy todos coincidimos en que tenemos ganado este pequeño homenaje que nos hemos dado.
El café, infusiones, copas y chupitos los tomamos fuera, cómodamente sentados e incluso alguno cabeceando, entre sol y sombra preparando la posible excursión por la Rioja para contactar con un jubiltaldeo que está haciendo el camino del Ebro y acompañarle en un trozo de esa etapa.

Pasadas las 5 iniciamos la retirada con una caravana tamaño XXXL hasta coger la autopista en Durango.

Los de Uribecosta estamos para las 7 en casa. El resto, antes


Se escribe esta crónica en Algorta a 19 de Mayo de 2010 fecha en que se anuncia, sin concretar mucho, una subida de impuestos directos.

martes, 11 de mayo de 2010

11-5-10 GALLARTU-ITXINA-GALLARTU

GALLARTU-PAGOMAKURRE-ATXULAOR-ITXINA-ARRABA-PAGOMAKURRE-GALLARTU

Nos reunimos en el lugar convenido siete jubiltaldeos, un becario y un atrevido amigo recién llegado de Argentina. Tras el cafelito de rigor, nos dirigimos al barrio de Gallartu (Orozko) donde cogemos la senda del mismo nombre que nos lleva al área recreativa de Altzagorta acondicionada para disfrutar del entorno con un espacio destinado a los coches.
Emprendemos el camino por la senda de Gallartu con dirección a Pagomakurre, donde nos reagrupamos y dada la ausencia del guía alfa surge la duda de si seguir por la pista hasta la campa de Arraba y subir a Peña Lekanda o ir al Ojo de Atxulaor para recorrer el macizo de Itxina. Optamos por la segunda opción.
El camino al principio está embarrado pero una vez superado discurre en fuerte pendiente hasta el Ojo de Atxulaor donde paramos para hacer unas fotos, el lugar lo pide. Continuamos por el macizo de Itxina hasta llegar a un claro donde junto a una chabola de pastor tomamos el refrigerio habitual. El buen tiempo, que hasta ese momento nos ha acompañado, parece que puede cambiar al caer unas chispitas de lluvia. Falsa alarma.
Terminamos de recorrer Itxina y atravesando la campa de Arraba, algún osado parece que toma dirección a Peña Lekanda, falsa alarma, vuelve al redil y continuamos camino de Pagomakurre para tomar la Senda de Gallartu y llegar al lugar donde nos esperan los coches. Como unos caballeros que somos, nos cambiamos las ropas sudorosas por el esfuerzo y nos encaminamos hacia el Restaurante Zurrumuzu, conocido de una anterior excursión. En la barra tomamos el vinito habitual, para celebrar el cumpleaños próximo del mas veterano del grupo, echando en falta las almendras con las que un jubiltaldeo, por su ausencia justificada, nos suele obsequiar.
La comida sabrosa y el trato muy bueno, comentar que antes de comer nos obsequian con un pinchito, detalle que se agradece. La sobremesa muy jugosa, como siempre, aunque esta vez echamos en falta el humo de los Farias y cigarrillos de los ausentes, casualidad, fumadores.
Nos dirigimos a los coches donde nos despedimos del Amigo Argentino, deseándole buen viaje de vuelta, dado el engorro que puede suponer la ceniza de un volcán.
Escribo esta crónica el 11 de Mayo de 2010, desde la parte alta de Bilbao, en ausencia de todos los cronistas titulares.

jueves, 29 de abril de 2010

27-4-10 TRAVESIA BARAZAR-UBIDEA

TRAVESIA BARAZAR - UBIDEA
27/04/2010

Seguimos inmersos en la Vuelta a Bizkaia.
Punto y hora de encuentro: En el bar de Barazar a las 9,30 para lo de siempre. La logística considera oportuno dejar los coches en Ubidea y volver los chóferes en uno de ellos para juntarnos en Saldropo.

El resto sale a las 10 y poco a poco, en animada charla, nos dirigimos a ese lugar. Una vez reunidos los trece jubiltaldeos nos lanzamos al primer objetivo.
El tiempo es fenomenal, no hace viento y la temperatura nos augura una buena sudada.

La subida es contundente máxime porque les seguimos a los “atajones” (1) quienes no pierden la oportunidad del más difícil todavía.
Entre alerces, pinos y cipreses lawson y en completo silencio para no malgastar energías llegamos al Portillo de Atxuri que tras una corta trepada en la que hay que usar las manos por mera y lógica prudencia, nos plantamos en el Atxuri (930 m.) a eso de las once y veinte de la mañana.
Hacemos una pequeña parada para admirar el paisaje y sacarnos una foto con el Gorbeia como telón de fondo en el que todavía se puede apreciar el nevero en forma de media luna y seguimos ruta a través de campa y roca que nos obligan a andar con cuidado.

Vemos un par de enormes hayas tumbadas pero no nos ponemos de acuerdo en si están así por culpa de la edad o por la ciclogénesis.

A la hora del Ángelus estamos en el Arralde (945 m.). Foto, amaiketako y después de 20 minutos de asueto tomamos el rumbo hacia Ubidea pasando por el Bastelarra (851 m.). El descenso tiene bastante pendiente pero como el piso está seco el capítulo de caídas queda desierto.
Hay algunos acebos con un verde brillante intenso y también unos cuantos puestos camuflados para el paso de la paloma no precisamente muy limpios de restos que han dejado los cazadores, apreciación muy atinada de nuestro ecólogo oficial.

A pesar de que el sol pega fuerte pero como todavía tenemos tiempo, y total, ya que estamos aquí, hacemos cumbre en el Eniabe (781 m.) que alberga dos enormes antenas (suponemos que de TV y telefonía).

Como ya, menos mal, no hay más montes por los alrededores, nos dirigimos por una pista de hormigón a nuestro destino donde, tras las operaciones de adecentamiento del personal y el txakolí/cerveza sentados cómodamente a la sombra en la terraza del batzoki, nos vamos a comer donde siempre y como siempre.

Para no pensar mucho le dejamos a la jefa de sala que nos haga el menú que se compone de cuatro primeros (patatas a la riojana con bacalao, macarrones, sopa de pescado y berenjenas napadas con salsa de reineta y miel) y tres segundos (anchoas, conejo asado y pechugas de pollo empanadas).
El postre, café y chupitos al uso y según gustos.

En la sobremesa se prorratea y se paga el cargamento de aceite de oliva que uno de los jubiltaldeos trae de Arroniz (Navarra) néctar oleícola muy apreciado por su extraordinaria calidad y suave retrogusto.
A las 4,30 abandonamos el restaurante y mientras unos van a la cercana quesería el resto esperamos en la plaza bien cobijados a la sombra.

De vuelta para casa paramos otra vez en Barazar para coger el coche, repartir el aceite e interesarnos por el negociado del espárrago.
Hay algo de caravana por el Txorierri pero, sacando la media, estimo que, para las 7 todos duchados.

Se ha escrito esta crónica en Algorta el 27 de Abril de 2010 con fuertes bajadas en la Bolsa.

Aprovechamos desde aquí para saludar a una seguidora de nuestro blog, nada menos que desde Argentina. Se trata de una inspirada escritora de cuentos que firma como Tihada y de nombre Ana.
De parte de Jubiltaldea un cariñoso saludo.

viernes, 23 de abril de 2010

20-4-10 UBIXETA-ODERIAGA

UBIXETA - ODERIAGA
20/04/2010

Reincidimos en Orozco puesto que el martes pasado nos dieron envidia algunas de las cumbres que vimos.
Así pues, hacemos la parada en el mencionado municipio con el fin de, por supuesto, tomar el café y reagruparnos. Somos trece con la incorporación de un nuevo jubiltaldeo al que damos la bienvenida y deseamos que no se arrepienta nunca de la decisión adoptada. Dentro de un año, más o menos, se le impondrá en un emotivo acto, como ya ocurrió con este humilde cronista, la camiseta oficial.

En los coches, uno de los cuales “estrenamos”, nos dirigimos al barrio de Belaustegui que está a unos 700m. de altura. El cielo plomizo y brumoso deja paso en esta cota a un cielo radiante. No hace viento, la temperatura es agradable y el mar de nubes que se extiende a nuestros pies sólo deja ver la parte más elevada del Ganeko, Oiz y Amboto. A la derecha tenemos Itxina y Gorbea, totalmente despejados.
Una maravilla de paisaje.

Comenzamos a andar a las 9,45 y tras un rato subiendo por una pista hormigonada flanqueada de pinos entramos en una zona, más o menos llana, de hierba y musgo en la que tenemos que vadear, sin problema ni peligro, un sinfín de regatillos. Vemos esta vez sólo caballos y también observamos que las hayas empiezan a brotar según la altura en que se encuentran.
Hacemos una parada cultural donde antaño se hacía carbón de leña de la que sólo quedan dos apriscos de piedra y un panel explicativo roto por la acción de algún majadero.
Oímos un cuco e incluso hay quien cree verlo pero eso sí, de lejos.

A partir de este punto empieza una zona pedregosa y la subida en serio. En el collado tiramos un poco a la derecha en dirección al Kolometa pero el mojón cartográfico que marca la cumbre no nos dice nada.
Siguiendo la crestería y en un constante sube y baja, más sube que baja, vamos al Ubixeta (1.100m.) donde llegamos pasadas las 11, al que solamente le saludamos para dirigirnos a nuestro objetivo de hoy. A nuestra izquierda tenemos Itxina y a nuestra derecha Altube.

Para las doce menos diez ya estamos sacándonos la foto en el Oderiaga (1.243m.) con una vista panorámica de 360º. Sigue sin hacer viento, se mantiene el cielo despejado y el sudeste hace que los montes se recorten perfectamente en el horizonte.
Debido a estas condiciones climatológicas y a que vamos bien de horario, el avituallamiento es sosegado y los cartógrafos aprovechan para ir ilustrando al resto sobre la orografía: Amboto, Ganeko, San Lorenzo, Orduña, Peña Angulo, etc, etc.

Debe ser la época en que nacen los escarabajos peloteros ya que los hay por todas partes. Son de un negro azabache pero no vemos ninguno arrastrando la típica pelotilla formada con los excrementos del ganado caballar que abundan por la zona.

La vuelta la hacemos por otra ruta a través de pistas, caminos, trochas y campas y, lo que en un principio podría calificarse como “al buen tún tún”, hete aquí que el guía supremo, también conocido como guía alfa, nos deja justo, justo, a la una del mediodía, en el punto donde hemos dejado los coches.

Nos cambiamos de ropa (hoy se ha sudado de lo lindo) y calzado. Una vez en Orozco nos da tiempo de tomarnos el vino/cerveza con los almendrucos en plan tranquilo y a las 2,30 nos sentamos a la mesa en el Zurrumurru (94 6339769) restaurante con un pequeño comedor, en el que la comida está muy bien, somos bien atendidos y se ve que tienen ganas de agradar.
Sitio para tener en cuenta y ver si se confirma esta primera impresión.
En la sobremesa dan que hablar unas tisanas que se toman un par de audaces, se le sugieren ideas al guía alfa, se comenta con gusto la excursión del pasado sábado a La Rioja y se recuerda que ayer le operaron de la cadera a uno de los nuestros.

Para las 5,30 en casa donde nos espera una reparadora ducha.

Esta crónica se ha escrito en Algorta el 21 de Abril de 2010, mes de la erupción de un volcán en Islandia, de nombre impronunciable e inescribible que afortunadamente ha empezado a amainar y los aviones a volar.

lunes, 29 de marzo de 2010

13-4-2010 OROZKO-KOLOMETA


KOLOMETA
13/04/2010


Orozco, a las 9,30 de una fría y nubosa mañana (de acuerdo con los meteorólogos), nos juntamos en el batzoki 11 aguerridos y animosos jubiltaldeos para tomar el cafecito y concretar los últimos detalles de la salida programada para hoy y que forma parte de la vuelta a Bizkaia.

En los coches nos acercamos a la ermita de San Miguel desde donde iniciamos la marcha que, durante una media hora transcurre por una pista pedregosa y siempre cuesta arriba, no muy fuerte lo que nos permite mantener conversaciones fluidas.
Tras un pequeño respiro y ya en pleno parque del Gorbeia, seguimos subiendo, unas veces por pista empedrada apta para los todo-terreno y otras por caminos de tierra, afortunadamente sin barro, léase atajos, hasta llegar al collado del Kurutzegane.

Hasta aquí nos han acompañado los pinos, las hayas y los robles, estas dos últimas especies a punto ya de brotarle las hojas, y representantes, la verdad es que no muy numerosos, de las cabañas caprina, ovina, vacuna y caballar.

A partir del collado y al estar expuestos al nordeste nos tenemos que abrigar puesto que el viento acentúa la sensación térmica. El piso es ahora de mullida hierba donde de vez en cuando pastan cansinamente representantes de ganado vacuno.

Pasamos por el Kurutzegane con el pelotón dividido en tres partes y ya más en silencio enfilamos al Kolometa (1.006m.) donde llegamos aproximadamente tras dos horas de marcha.
A estas alturas de la mañana el cielo se va despejando y aparecen algunos rayos de sol. El macizo de Itxina comienza a vislumbrarse a nuestra izquierda y, como la niebla empieza a disiparse, adquiere un aire fantasmagórico. Al fondo se intuye el Gorbea pero no podemos ver su cumbre.

El avituallamiento, que nos lleva un cuarto de hora, lo hacemos al socaire e iniciamos el descenso siguiendo la pista lo que hace que el paisaje no varíe, excepto al llegar a la zona habitada (barrio de Beraza) en donde podemos admirar unas cuantas casas, casi todas con fachada de piedra, reminiscencia del antiguo esplendor de esta parte de Bizkaia.

Cuando llegamos a los coches son las dos del mediodía. Nos cambiamos y nos vamos al Palacio Anuncibai en Llodio, conocido de alguna salida anterior, donde, mientras nos avían la mesa nos tomamos el vinito, con los tres almendrucos de rigor, invitados por un jubiltaldeo que recientemente ha cumplido añitos.

La comida es buena con algún pero por parte de los que han elegido filete, circunstancia que le priva, por ahora, del reconocimiento como templo gastronómico.

Comparten comedor con nosotros los componentes del equipo del Málaga que mañana se enfrentará al Osasuna y que, cuando nos marchamos preguntaron al maitre de qué equipo éramos. ¡¡ Cómo nos verían físicamente y cómo impacta nuestra camiseta!!. Hombre, supongo que no nos confundirían con un equipo de primera división porque sólo éramos 11 pero sí por lo menos con un equipo de veteranos de fútbol 7 o de fulbito.

La copita y el café nos lo tomamos en el jardín y además por partida doble ya que hay un segundo cumpleaños. Los que conducen, por supuesto, a verlas venir.

Como al controller ya le salen las cuentas a la primera (o a la segunda intentona) tenemos tiempo para tener una amplia conversación sobre la salida clásica de fin de temporada que este año parece que tendrá novedades y sobre la excursión, inicio del nuevo curso, allá por Septiembre en que se barajaron zonas de Picos de Europa, Pirineos o el Parque Natural de Redes.

Y para, más o menos las seis y media, sin caravanas ni otros contratiempos, todos en sus casas para la ducha reparadora.

Se escribe esta crónica en Algorta, el 15 de Abril de 2010.

domingo, 28 de marzo de 2010

23-3-2010 TRAVESIA ARETA-OROZKO

Nos reunimos nueve Jubiltaldeos en el palacio de Anuncibay y después del cafecito y de las labores logísticas, comenzamos, después de algunas dudas, el camino, primero hacia el barrio de Aizetza y luego al de Pagazandu, para ya abordar el ascenso al primer reto del día que era el Elorritxugane. Con fuertes pendientes y viendo los estragos de la ciclogénesis pasada, nos encontramos con un grupo de ex-compañeros que ya bajaban de la cumbre y que aprovechamos para saludarles y así de paso recuperar un poco el resuello perdido. Después de la cumbre y de la foto de rigor continuamos un poco más para la parada técnica del Angelus, continuando hacia el Jesuri, con ciertas cificultades por culpa de los árboles caidos. El día era espléndido y se podian ver las nieves del Gorbea y Aizkorri. Como no hay dos sin tres, continuamos hacia la cumbre, ya más baja, de Santa Maria de Arrola, con ermita y refugio.



Para la bajada a Orozko teníamos dos opciones, pero al final tomamos una tercera, pero que nos llevó correctamente a Orozko, para seguir al Palacio de Anuncibay para comer. Ya lo conicíamos de ocasiones anteriores y la comida estuvo muy bien. El cafecito y los chupitos abajo en el jardín, como es tradición y vuelta a casa.

Las fotos como siempre en: http://picasaweb.google.com/Jubiltaldea

jueves, 18 de marzo de 2010

16-3-2010 TRAVESIA ETXAGUEN-UBIDEA

OKETA
16/03/2010

A las 9,30 nos damos cita en el bar del alto de Barázar para reagruparnos, contar el número de efectivos y cómo no, tomar el cafelito.

Somos 11 y tenemos, sólo, 3 coches por lo cual tenemos un problema de intendencia que se resuelve aplicando una solución similar a la del famoso caso del pastor que tenía tres ovejas que debía trasladar de una en una al otro lado de un río en cuya otra orilla estaba un lobo.

Con el tema resuelto vamos en los tres coches hasta Etxaguen. Se desembarca al personal no conductor y se van los tres a Ubidea donde se dejan dos coches con la ropa y calzado de muda.
Para las once menos cuarto empezamos la marcha en subida suave pero constante, con piso embarrado pero bastante transitable. Hay ganado menor, léase ovejas, y ganado mayor, o sea vacas, que en las zonas donde acostumbran a estar dejan la zona bastante deteriorada lo que nos obliga a salirnos de la ruta y bordearlas.

Sigo reivindicando la creación de un equipo de zapadores-exploradores que, sin separarse mucho del grupo para no perderse, hagan más llevadera la marcha del resto

Salvo los pinos y un par de acebos, el resto, hayas, robles y castaños todavía no ha comenzado a brotar. Siempre teniendo a nuestra izquierda la cara sur del Gorbeia seguimos subiendo sin problemas tanto por el piso como por la pendiente.
El día es magnífico pero como siempre hay un pero, el sudeste no nos deja apreciar todo el paisaje que podríamos contemplar si no estuviese brumoso.

Tras hora y media de subida con la aparición de algunas manchas de nieve en el tramo final llegamos al Oketa (1.030m.) Como hace algo de viento fresco, se sacan las fotos e inmediatamente nos ponemos al socaire para el amaiketako, ya en dirección a Ubidea.
Puesto que ahora estamos en la vertiente norte, la nieve es bastante más abundante ocultando en algunos puntos verdaderos riachuelos con lo que las botas, hasta el momento en buen estado, empiezan a embarrarse e incluso mojarse. Pese a todo, el atravesar el bosquecillo de hayas trasmochas hasta la pista donde terminaba la nieve es, de todas maneras, algo que se queda grabado en la memoria por su belleza.

Ya en la pista, ahora sí, con bastante barro en las zonas de sombra de los pinos y cipreses Lawson y con sol en la zona de alerces y hayas, vamos descendiendo suavemente, sin atajos, por si acaso, y siguiéndole al guía en algún momento de duda, que lo hubo pero no muy gordo, por aquello de que si nos perdíamos fuese oficial y todos a una, como en Fuenteovejuna.

A las dos y media estamos en Ubidea. Mientras se va a recoger el coche en Etxaguen el resto se acicala, limpia las botas y les espera en el Baztxoki tomando el vino de rigor con la ración de almendrucos.
A las tres en punto hacemos la entrada solemne en el templo gastronómico donde ya tenemos la mesa puesta con grandes facilidades para elegir el menú: “Traernos lo que queráis”
Y con esta simple frase empezamos con alcachofas guisadas con jamón, arroz con calamares, patatas en salsa verde con rey y arbejillas naturales y alubia blanca con chorizo. Nuestro experto en primeros platos no cabe de gozo.
Los segundos se componen de txipirones en su tinta, carne en salsa y pollo asado. Como los análisis le han salido sin asteriscos, nos confiesa un tanto pudoroso, cosa que yo no sabía, que él es de primeros cuando estamos en los primeros pero no tiene reparos en ser de segundos cuando estamos en ellos.

En la sobremesa hablamos de casas rurales, camino de Santiago en sus varias modalidades (andando, en autobús, con coche al principio y final de cada etapa, etc.) travesía de los pirineos, peso de las mochilas y ajuar del peregrino.
Mientras dos tercos van a ver si queda algo de queso, el resto, mientras tanto, nos damos un paseito de diez minutos para tratar de bajar un poco la comida.

Para las 6,30 cada uno en su casita sin contratiempos.

Y nada más. Que somos unos privilegiados que con tan sencillo plan hemos disfrutado de lo lindo.

En Algorta a 17 de Marzo de 2010