domingo, 8 de febrero de 2015

27-1-2015 HACIA EL PICO DE LAS NIEVES

HACIA Nª Sª de las NIEVES
27/01/2015



La salida prevista para hoy es atípica porque llevamos varios martes que no damos ni una debido a las condiciones meteorológicas adversas que luego, a la postre, no se cumplen con lo que se nos queda una cara de tonto de dimensiones considerables.
Hoy es un día de esos porque amanece lloviendo en plan sirimiri y para que no se vuelvan a repetir experiencias anteriores decidimos seguir adelante.


Nos juntamos los 7 jubiltaldeos, libres de trancazos y demás achaques, a las 9:30 en el hotel de Islares para tomar el café y decidir conjuntamente.
Veredicto unánime: Seguir porque la lluvia, tipo sirimiri, no es muy fuerte.


Vamos a Guriezo y después de atravesar el puente medieval que cruza el rio Agüera nos dirigimos hacia el barrio de Landeral donde, tras buscar sitio para dejar los coches, empezamos a andar a eso de las 10 con el paraguas abierto e incluso algunos con polainas.


Vamos por pista de hormigón alternando con piedrilla sobre arenisca lo que evita, salvo en zonas castigadas, que aflore el barro.
A medida que vamos subiendo, porque todo es subida, sin valles suspendidos ni falsos llanos, el camino se pone peor en cuanto al piso, la lluvia no termina de parar y el viento, que apenas se ha notado en la parte baja, empieza a molestar un poco y ayuda a que nos mojemos más.


Tras una hora de marcha, visto el panorama que se nos presenta, se celebra una reunión de urgencia y se somete a votación el seguir o el retroceder. Solo hay uno que, sabiendo de antemano que iba a salir el volver a los coches, vota seguir.


Ahora, como el viento nos da de frente terminamos de redondear la mojadura hasta que al descender y no notarse tanto el viento, el paraguas hace su función.


No hay ni qué decir que de vistas nada de nada y mucho menos se ve la cumbre porque las nubes lo rodean todo.
El descenso nos lleva menos tiempo y mientras los demás siguen andando los conductores llevan los coches hasta la iglesia de San Sebastián.


En su pórtico nos mudamos según el vestuario que ha traído cada uno y nos vamos al Puente de Guriezo. Son más o menos las 12:30. Como podemos coger una torrija si empezamos con el poteo, vamos por el pueblo hasta el último bar donde tomamos un caldo con 3 pintxos de tortilla que se reparten equitativamente.
Junto a los coches está el restaurante Angulo con 5 primeros y 14 segundos que nos tienta el comer aquí pese a tener reservada mesa en Islares.


Bebemos un blanco de solera, hay que tener cuidado porque es muy cabezón, y tomamos la decisión que quedarnos a comer.
Lo hacemos en horario europeo puesto que a la 1:30 entramos en el comedor. Ni el menú ni las cantidades ni el detalle de dejar los perolos de sopa de pescado y de alubias en la mesa ni la calidad nos defraudan hasta el punto de acordar que se le someta a vigilancia porque tiene madera para ser considerado templo gastronómico.


Se queda en intentar la subida otra vez con mejor tiempo máxime ahora que tenemos localizados el sitio para aparcar y el sitio para comer.


A las 3:30 abandonamos Guriezo y una hora más tarde, este cronista está en su casa.


Se ha escrito esta crónica de un día sin mucha historia en Algorta (Getxo) para que nadie pueda decir que ni siquiera lo intentamos.