lunes, 7 de junio de 2010

1-6-2010 ARTAUN

ARTAUN
01/06/2010

La cita es a las 10 en Dima.
El tiempo está triste, pero con intención de mejorar en el interior según los expertos de Euskalmet.
Hoy, los exámenes, los viajes, las secuelas del dentista, los trabajos de recuperación y alguno que tal vez esté perdido para la causa, nos merman un poco los efectivos y sólo somos 8 Jubiltaldeos.

Dejamos los coches en el barrio de Artaun y empezamos a andar a las 10,20.
Iniciamos la marcha por un camino empedrado jalonado de nogales y castaños donde un pequeño rebaño de ovejas nos cede el paso para que no perdamos el ritmo. Transcurrido un rato pasamos a camino de hormigón que, después de media hora de subida constante y briosa nos llevará hasta el refugio llamado de Markue.

El cielo empieza a abrirse y la ausencia de aire, junto con la humedad del ambiente, la temperatura y el esfuerzo, nos hace sudar como si estuviéramos en una sauna. En el depósito tomamos contacto, visual claro está, con unos buenos ejemplares equinos y el ganadero, que pocos minutos antes nos había adelantado con su todo-terreno, nos sugiere la vía norte como más suave. Le agradecemos la sugerencia pero seguimos con el plan de ascensión preestablecido.

Seguimos por una pista hasta el collado de Asuntze (770 m.). Por las campas que la bordean, nuestro setero oficial busca que te busca pero sin resultados positivos. No obstante, según sus cálculos o su intuición, este otoño será fantástico.

En el collado nos desviamos a la izquierda y encaramos la cumbre por la vertiente sur. Como la visibilidad es buena, tiramos para arriba sin preocuparnos en seguir el camino lo que hace que recorramos una parte de la crestería, por cierto bastante incómoda para andar debido a las rocas calcáreas típicas de esta zona, hasta encontrar el buzón del Artaun (905 m.) a donde llegamos a las 12,10.
Nos avituallamos frugalmente y como andamos bien de tiempo, el sol ha salido definitivamente y no hace viento, nos dedicamos a contemplar tranquilamente el paisaje: Gorbea, Peña Lekanda y delante de ellos el Aurrekoatxa que bien pudiera ser objetivo para una próxima salida.

Pasadas las 12,30 y no sin haber sacado la foto, iniciamos el descenso, esta vez por la vertiente norte, bastante más cómoda que la subida, hasta llegar al depósito donde conectamos con el camino por el que hemos venido para llegar a los coches a las dos menos cuarto.
Vamos directamente al Amorrortu donde, mientras nos ponen la mesa, nos tomamos el blanquito celebrando el cumpleaños de uno de los jubiltaldeos más jóvenes.

No es necesario glosar el trato ni la cantidad ni calidad de la comida de este templo gastronómico totalmente consagrado pero voy a contar el menú para “envidia” de los que no han podido venir.
- Sopa de pescado y guisado de habas con patatas y txorizo.
- Merluza frita y albóndigas.
- Postre y cafés.

La copa decidimos tomarla en la terraza del batzoki.

No se ha notado la falta de los cargos titulares: El guía beta ha estado sobrio y no ha permitido atajos, llevándonos con pulso firme hasta el objetivo; el cuarto fotógrafo ha hecho lo que ha podido pero ha sacado fotos (otra cosa es el cuándo y el cómo las colgará en la web porque es un poco torpe en temas e-lectrónicos) y el contable suplente ha superado la prueba con algún titubeo de última hora pero porque el resto no ha colaborado. En fin, que tenemos plantilla y el relevo generacional está asegurado con gente de la cantera.

En la charla de sobremesa se fija definitivamente para el 15 de Julio la clásica Laredo-Noja.
Pasadas las 5 iniciamos la vuelta a casa con la suerte de que los de Uribecosta hemos tenido el honor de estrenar coche.

Se escribe esta crónica en Algorta a 2 de Junio de 2010, día en el que todos los medios de comunicación, tanto audiovisual como escrita están dale que te dale con la presentación de Mourinho.