jueves, 25 de noviembre de 2010

23-11-2010 ARNOTEGI

ARNOTEGUI
23/11/2010


Las condiciones meteorológicas, a primera hora de la mañana, eran francamente adversas en cuanto a frío y lluvia y encima, las previsiones de ayer a la noche tampoco daban muchas esperanzas.
No obstante 11 jubiltaldeos nos juntamos a las 9,30 frente a la cafetería de la estación de Abando, en la que donde algunos se toman el cafecito, para empezar la subida hacia Iberdrola donde hemos quedado con el doceavo jubiltaldeo.

Son las 10,15 cuando iniciamos la marcha hacia el objetivo, unos pertrechados como “il faut”, otros sin mochila pero con polainas y otros sin mochila ni polainas pero, eso sí, todos con el paraguas.
Debido a las obras de la super sur, andamos un tramo de la carretera que va hacia el barrio de La Peña hasta el desvío en el barrio de Irusta. Por ahora no hemos pisado barro y el camino, que sigue paralelo a la A-8, es perfectamente practicable. Otro desvío, amablemente indicado por un paseante, nos pone en la ruta definitiva, esta vez paralela a la autopista a Vitoria. La bruma y la lluvia, que intermitentemente cae, no nos permiten contemplar el paisaje pero sabemos que “por allí” está Arrigorriaga.

Justo antes de dejar la pista nos encontramos con un grupo de colegas, por afición y edad, que ya estaban tomando su amaiketako. Empezamos a subir, afortunadamente durante no mucho tiempo, por la única parte del camino con barro resbaloso hasta coger la pista de grava apisonada que transcurre por una zona de robles americanos cuya caída de la hoja deja un manto de ocres rojizos. Pasamos por Landeta Goiko y suavemente llegamos hasta la antena de TV2 donde también se encuentran, además de la caseta del guarda forestal, otras antenas y el área de recreo del Arnotegui.

Otra subidita más y llegamos a la cumbre (426m.) donde están el buzón y las ruinas de un fortín de tiempos de las guerras carlistas. Parada para tomar la manzana y a continuación vamos al vértice geodésico desde donde se ve todo el abra, ría y el gran Bilbao. Como el horizonte se ha despejado un poco, aprovechamos para sacar la foto del grupo.
El Arnotegui, junto con Archanda, monte Avril, Pagasarri y Arraiz forman el anillo verde de Bilbao

Hay un conato para iniciar el descenso por la directísima pero como son minoría absoluta volvemos por donde hemos subido hasta llegar otra vez a la antena.
Desde aquí tomamos la pista dirección a la ermita de San Roque desviándonos para salir a la carretera más o menos a la altura del bar-merendero conocido por todos los que suben al Paga como “del Athleti”.
Hacemos un intento de comida en el asador Mendipe pero como no dan menú del día y la carta o la alubiada se salen de nuestros posibles volvemos directos al punto de partida a donde llegamos hacia la una y media, para, una vez quitadas las polainas, ir paseando por San Adrián hasta Miribilla al restaurante Deluxe (9442448049), cerca del frontón, en la calle Jardines de Gernika.

A modo de resumen se puede decir que, un 80% del paseo ha sido por caminos sin barro y un 90% con el paraguas abierto.

Mientras nos ponen la mesa tomamos el vinito con las almendras de la cosecha de 2010. La comida, no es de raciones enormes pero está bien condimentada y con un aire de modernidad que nos complace a todos. Con cafés, chupitos y consumiciones anteriores, puesto que hoy no hay cumpleaños a celebrar, 16€ que tratamos, en balde, de que el tesorero lo ajuste a los 15 de siempre.
En la sobremesa, comentamos que hace bastante tiempo que no hemos acudido a los templos gastronómicos habituales, se le sugiere al guía alfa la salida al alto del Pando por si hay suerte con las setas que hoy no la ha habido y se consulta al calendario para ir pensando en la comida aniversario de Jubiltaldea que bien podía ser, para la mayoría presente, el 20 de Enero y en la que se le impondrá la camiseta a un nuevo jubiltaldeo cuyo año de noviciado ha sido digno y meritorio.

Para evitar que nos echen, optamos por marcharnos y piano, piano, sin lluvia, vamos a la estación de Unamuno donde nos despedimos.

Se escribe esta crónica en Algorta a 24 de Noviembre de 2010 en ausencia del titular y maestro de cronistas.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

16-11-2010 PICO DE LAS NIEVES

PICO-ERMITA DE LAS NIEVES


Hemos comenzado el día presos de la incertidumbre debido a la lluvia, lo que ha llevado a la desconvocatoria en una parte de Costarica, finalmente hemos llegado al punto de encuentro tres de Bilbao y tres de Costarica, a los que se ha unido el guía alfa, con sorpresa dado que era uno de los desconvocantes, todo un lío.
Por fin, después del café, vamos a los coches y nos dirigimos a Rascón, una aldea pequeña pero con un lavadero-fuente muy práctico, donde dejamos los coches y comenzamos la ascensión del Pico de las Nieves. Vamos por una carretera vecinal en dirección a la aldea de Las Garmillas, la subida es cómoda y antes de llegar nos desviamos a la izquierda, siempre por asfalto, para bajar hacia Rebollos con la idea de tomar un camino que paralelo a la margen derecha del río, nos permita ascender. No puede ser porque el camino está cerrado con una puerta donde hay un letrero que indica que no es camino de monte (antes de comer el camarero nos aclara que por esa zona tienen un litigio con el Gobierno Cántabro y que se puede pasar a pesar del letrero)
Tomamos la carretera dirección Guriezo hasta encontrar una señal que indica la subida a la Ermita de las Nieves y que tenemos 5 Km. Desde este desvío el camino es conocido para varios de la cordada y llegamos a la ermita sin dificultad. El día es magnífico y las vistas idem, vemos como los Picos de Europa ya tienen nieve, antes se aprecia todo el cordal que va desde el Zalama al Kolitza y por el mar desde Noja hasta Costarica.
Tras el refrigerio y como no se puede volver por donde hemos ido, volvemos por donde estaba claro que nos perdíamos y nos hemos perdido, de forma controlada y como el martes anterior por bajar la cuesta más empinada queriendo perder cota lo más rápido posible. Total que tras media docena de barrizales, varias campas y alguna alambrada que nos llevan a una finca llamada El Rayo, con un letrero de Cuidado con el Perro, que lo vemos en la puerta a la salida, llegamos al camino que termina en Rascón donde tenemos los coches. Comentar que este camino nos ha regalado varias cascadas muy chulas y una conversación con dos lugareños que nos han despejado las dudas, porque no teníamos excesiva idea de donde acababa el camino.
En el restaurante Los Tilos de Ampuero tomamos un vinito para celebrar el cumple de un Jubiltaldeo . El guía alfa marcha para casa y el resto entramos al comedor para acogiéndonos a las Primeras Jornadas Gastronómicas de la Matanza Alto Asón comer un menú compuesto de Cocido montañés, alubias rojas y manos de cerdo mas postre. Tras tertulia y reposo procedemos a dar un paseo por Ampuero para bajar los niveles de colesterol. Regresamos a los coches y volvemos a casa sin incidentes reseñables.
Por ausencia de todos los cronistas, escribo esta crónica desde la parte alta de Bilbao el 16 de Noviembre del 2010. Si alguien no entiende algo de esta crónica, el jueves se lo aclaro en el paseo por La Galea.

jueves, 4 de noviembre de 2010

2-11-2010 BURBONA


MONTE BURBONA

Estamos en otoño y el otoño exige una visita, casi obligada, al Burbona y a sus hayedos. Como digo estamos en otoño y en esta estación lo normal es que haga un tiempo más bien “chungo” a pesar de lo que diga la Urrutia.
Salimos de casa con tiempo nublado y a las 9,30 horas estamos en Orozco según lo estipulado en la orden del día. En uno de los bares de la plaza tomamos el café y tras un amago de vivir nuevas aventuras, abortado rápidamente, nos vamos hasta Ziorraga, a lugar conocido de ocasiones anteriores.
Nos preparamos para convivir durante la mañana con el barro y la lluvia y nos ponemos prestos a iniciar la ascensión. Desde el comienzo la inclinación es continua y sin “áreas de descanso” que alivien el sofocón. El tiempo se pone tonto y la lluvia nos acompaña, como una fiel amiga, sin dejarnos hasta llegar al buzón. Para completar el panorama una niebla cada vez más espesa nos impide ver más allá de unos metros delante de nosotros y provoca que perdamos las referencias. Tras la primera parte de ascensión constante nos empotramos (como los periodistas en Irak) en el hayedo y dentro de él el andar es más placentero por lo llano del camino. La intensa humedad reinante provoca en todos nosotros una sudada importante que tenemos que vigilar para no quedarnos fríos. Recuperada la orientación y según el guía alfa sólo queda un repechito, un repechito que al menos a mí me hace llegar con la lengua fuera.
Por fin llegamos todos, unos antes que otros, al buzón de uno de los Burbonas, (el del cohete) y tras un rápido refrigerio, (sigue lloviendo) iniciamos el descenso.
La bajada, ya se sabe, es siempre más cómoda. Es cuesta abajo, y además ha desaparecido la niebla y ha dejado de llover… pero.
Llegado a un cruce de caminos uno de los intrépidos del grupo decide lo de siempre: Por aquí.
El por aquí nos lleva primero por un desnivel de “cuidado que te puedes dar la hostia” y después, con otra orden de por aquí por un sendero estrecho y poco recomendable.
El guía alfa pone orden y da marcha atrás. Unos le seguimos a la primera y otros no sé si muy convencidos minutos más tarde.
La jugada trae como consecuencia que salimos a la carretera a más de dos kilómetros de distancia de donde están los coches. Llegamos con el tiempo justo, nos cambiamos para quitarnos la sudada y el barro y nos vamos sin perder un minuto a Orozko.
Tenemos reservada mesa en el bar-brasería-restaurante-puticlucb… (Lo digo porque el cartel está adornado con un gato negro y los de mi edad ya saben de qué hablo) Zurrumurru y entramos a comer directamente, ya que es tarde y los del bar cierran a la tarde. Comemos solos y dignamente, sin más. Salimos poco después de terminar por no incordiar y nos damos un paseo por el pueblo, viendo el despliegue de chales y casas en general de nueva construcción.
Reposada la comida y el espíritu nos despedimos y cada grupúsculo se dirige a su punto de origen dando por finiquitado el día.

Y sin otros recuerdos reseñables escribo esta crónica en Las Arenas a dos de Noviembre de 2010