martes, 11 de mayo de 2010

11-5-10 GALLARTU-ITXINA-GALLARTU

GALLARTU-PAGOMAKURRE-ATXULAOR-ITXINA-ARRABA-PAGOMAKURRE-GALLARTU

Nos reunimos en el lugar convenido siete jubiltaldeos, un becario y un atrevido amigo recién llegado de Argentina. Tras el cafelito de rigor, nos dirigimos al barrio de Gallartu (Orozko) donde cogemos la senda del mismo nombre que nos lleva al área recreativa de Altzagorta acondicionada para disfrutar del entorno con un espacio destinado a los coches.
Emprendemos el camino por la senda de Gallartu con dirección a Pagomakurre, donde nos reagrupamos y dada la ausencia del guía alfa surge la duda de si seguir por la pista hasta la campa de Arraba y subir a Peña Lekanda o ir al Ojo de Atxulaor para recorrer el macizo de Itxina. Optamos por la segunda opción.
El camino al principio está embarrado pero una vez superado discurre en fuerte pendiente hasta el Ojo de Atxulaor donde paramos para hacer unas fotos, el lugar lo pide. Continuamos por el macizo de Itxina hasta llegar a un claro donde junto a una chabola de pastor tomamos el refrigerio habitual. El buen tiempo, que hasta ese momento nos ha acompañado, parece que puede cambiar al caer unas chispitas de lluvia. Falsa alarma.
Terminamos de recorrer Itxina y atravesando la campa de Arraba, algún osado parece que toma dirección a Peña Lekanda, falsa alarma, vuelve al redil y continuamos camino de Pagomakurre para tomar la Senda de Gallartu y llegar al lugar donde nos esperan los coches. Como unos caballeros que somos, nos cambiamos las ropas sudorosas por el esfuerzo y nos encaminamos hacia el Restaurante Zurrumuzu, conocido de una anterior excursión. En la barra tomamos el vinito habitual, para celebrar el cumpleaños próximo del mas veterano del grupo, echando en falta las almendras con las que un jubiltaldeo, por su ausencia justificada, nos suele obsequiar.
La comida sabrosa y el trato muy bueno, comentar que antes de comer nos obsequian con un pinchito, detalle que se agradece. La sobremesa muy jugosa, como siempre, aunque esta vez echamos en falta el humo de los Farias y cigarrillos de los ausentes, casualidad, fumadores.
Nos dirigimos a los coches donde nos despedimos del Amigo Argentino, deseándole buen viaje de vuelta, dado el engorro que puede suponer la ceniza de un volcán.
Escribo esta crónica el 11 de Mayo de 2010, desde la parte alta de Bilbao, en ausencia de todos los cronistas titulares.

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