jueves, 30 de octubre de 2014

28-10-2014 VENTOSO DESDE SANTULLAN

VENTOSO (desde SANTULLAN)
28/10/2014










Con el cielo sin ninguna nube, temperatura agradable y compañía grata, los 10 (1+9) jubiltaldeos quedamos en Santullán a las 9:30.
Las probabilidades de lluvia son 0% y las de perdernos hoy se reducen drásticamente a un 10% por poner algo ya que el riesgo 0 en el monte no existe.


Después del consabido café y de un intento fallido de aparcar en el parquin de las oficinas de Dolomitas del Norte, S.A., comenzamos la ascensión a las 10 en punto.


Salimos desde la cantera, siempre subiendo, bordeándola por una pista de tierra y piedra apisonada que tiene bastante polvillo blanco que como no hace viento no va más arriba que los tobillos.


Todo es subida con alguna rampa, corta eso sí, algo más exigente. Vamos andando rodeados de eucaliptos y pinos, según las zonas, que nos proporcionan una agradable sombra.
Terminamos de rodear la cantera que siempre la hemos tenido a nuestra izquierda y seguimos andando por pista, que similar a la que hemos traído hasta aquí, se encuentra en mejor estado y con menos polvo. En algunos momentos, pocos, atajamos algo por campas de mullida yerba que los pies agradecen aunque ahora hay menos espacios con árboles.


El micólogo detecta algunos cuprinus pero, como no están en su punto debido a la sequía, los dejamos en su sitio.


Como el terreno es propicio para ir en grupo podemos andar sin perder la facultad del habla por lo que, entre el Athletic y los últimos casos de corrupción como temas más importantes amén de algunos flecos, como la serie Isabel, que no relaciono para no aburrir. Así hablando llegamos, después de dos horas de marcha constante, a la cumbre del Ventoso de 731 m. Como hemos partido de unos 100 el tema no ha estado nada mal.


Por el trayecto hemos contemplado buenas vistas pero en la cumbre tenemos 360º, desde el mar hasta Sierra Salvada y desde Candina hasta el Galarraga e incluso hasta el Gorbeia que alguno ha creído ver.
Ha sido una pena que la bruma, sobre todo hacia el sur y este, no permita ver nítidamente los contornos de las montañas porque podía haber sido un día propicio para una lección magistral de orografía.


Después de media hora en la que hemos podido tomar el amaiketako plácidamente porque, pese a nuestros temores, no hay apenas viento, emprendemos el descenso por el mismo camino utilizado en la subida solo que con un poco más de atención para no resbalar con la piedrilla que por el paso de vehículos se ha ido desprendiendo en las pistas.


A las 2 estamos en los coches cambiándonos de ropa y media hora más tarde entramos en el restaurante Ibarbia, situado en la antigua carretera en Saltacaballos.
Mientras tomamos el blanquito leemos el guasá enviado por el representante de Jubiltaldea en La Rioja con el menú y precio de la salida para el próximo martes a la que nos adherimos los 10 presentes. Le contestamos por el mismo sistema pero como no estamos todos los que somos le aconsejamos que convoque oficialmente el evento vía correo electrónico.


Comemos muy bien tanto en calidad, especialmente los garbanzos (una pena que son sin berza) y el pescado de roca y las sardinas a la plancha, como en cantidad y amabilidad de las que nos atienden.
El café y los chupitos los tomamos fuera para que los que fuman puedan darse ese gustazo.
El precio, como ya es habitual cuando está presente el ecónomo titular, es de 15€ con opción a algún juego de azar con el que siempre esperamos mejorar nuestra economía.


A las 4:30 damos por terminado el día y volvemos para retomar nuestras labores caseras.


Se escribe esta crónica en el barrio de Algorta el jueves 30 de Octubre con previsiones de que para el sábado se acaba esta prolongación del verano.

domingo, 19 de octubre de 2014

21-10-2014 MOTXOTEGIS DESDE LEGUTIANO

MOTXOTEGIS (desde LEGUTIANO)
21/10/2014



El tiempo es bueno y no hace tanto calor como en los días precedentes.

Hemos quedado a las 9:15 en el bar de siempre en el Alto de Barázar a donde llegamos después de subir el puerto detrás de dos camiones enormes, menos mal que sin carga, de esos dedicados a transportes especiales.


Somos 9 (1+8) jubiltaldeos los que nos encontramos a la hora citada para tomar el cafecito de rigor.
Una vez cumplido este rito nos dirigimos hacia el punto de partida en el barrio de Etxebarri situado junto al puente que pasa por encima del pantano de Urrunaga que junto con el cercano de Uríbarri y Gamboa forman lo que conocemos como pantanos del Zadorra.


A las 10 y con muy buena temperatura empezamos a andar por pista de tierra (afortunadamente seca) bordeando campas y rodeados de robles de buen tamaño. Hay un buen número de vehículos todo terreno que en principio pensamos que se trata de recolectores de setas, pero con la aparición de las palomeras, algunas camufladas entre los árboles y con una altura de dos pisos por lo menos, caemos en la cuenta de que se trata de cazadores que ya empiezan a recoger sus bártulos, no sé si porque la paloma hoy no está de pase o porque ya es tarde.


El micólogo oficial está en Soria así que inmediatamente empezamos a ver setas, por esta zona especialmente galampernas, pero como no hemos venido a setas las dejamos estar sin molestarnos a atravesar las alambradas que circundan las campas para cogerlas.

Seguimos por la misma ruta de tierra, con algo de barro en las hondonadas pero perfectamente vadeables dejando a nuestra derecha un robledal precioso y después de ciertas dudas, a través de un hayedo en el que solo se oye el cras - cras de nuestras pisadas llegamos, por la vertiente norte, al Aioagana (802 m.) cuya cima, libre de árboles y con restos de trincheras, está señalada solamente por unas piedras amontonadas.


No paramos apenas y descendemos por el mismo hayedo hasta dar con la pista de la que pronto salimos, no precisamente por exceso de velocidad, y monte a través, sin ir por ningún camino definido, para las doce menos cuarto estamos en el Esnauritzagane (817 m.) que también pertenece a los Motxotegis. Por lo menos aquí sí hay foto.

Como todavía es pronto decidimos seguir hasta el collado Eskortalekueta desde donde sale el camino para subir al Motxotegi que es precisamente al que no subimos por andar justos de tiempo.

Procedemos al amaiketako que hoy es especial, a base de cecina de corzo salvaje y botella de vino, para celebrar la reaparición de un jubiltaldeo en las salidas de los martes.

Una vez repuestas las fuerzas y aprovechando que el guía alfa es paciente, comprensivo y humilde un espontáneo toma la iniciativa. La orientación que cogemos no es mala en apariencia y además tiene rodaduras de tractor pero la dirección, como luego veremos, no es la correcta.

Pronto se acaba la pista y durante un buen, pero que muy buen trecho andamos a salto de mata: pistas más o menos aceptables, bosques a través, caminos casi cegados por las zarzas que hacen sufrir de lo lindo a los de pantalón corto, algunas zonas de barro y andar, venga a andar. Menos mal que el paisaje y los bosques que atravesamos son dignos de tener en cuenta.


A medida que transcurre el tiempo y no llegamos, el tema de la comida empieza a preocuparnos. El guía alfa, un poco mosca, echa mano del GPS que tiene incorporado en su móvil y anuncia que estamos a no sé cuantos kilómetros del coche. El blanquito que solemos tomar antes de comer queda anulado “ab initio”. De la comida ya hablaremos.


Es obvio que al espontáneo lo vamos poniendo, a medida que pasa el tiempo, cada vez más a caldo

Hay algunos desvíos en los que afortunadamente se acierta en la dirección correcta y ya empezamos a ver el pantano. Nos encontramos con dos setalaris que, pese a decirnos que habían venido a echar un vistazo, iban cargados hasta las cartolas. Estamos más cerca de Legutiano que de los coches.
Hay algunos que de vez en cuando se paran para comer moras que algo es algo y encima tienen vitaminas.


Entre subes y bajas para salvar las lenguas del pantano que se adentran en tierra, por fin entramos en la civilización. Vemos castaños, un muro de piedra y una pareja, algo mayor, que con su cesta se dirigen a su lugar secreto de setas. Nos confirman que ya nos queda poco.


Llegamos a los coches a las 3 menos diez y avisamos al restaurante que iremos un poco más tarde. Por lo menos la comida está salvada.

Cambio rápido y a las 3:15 estamos sentados en el templo gastronómico de Ubidea. La comida, a base de tres primeros (donde destacan las alcachofas) y tres segundos (con la costilla al horno y la carne guisada en plan estrellas), no desmerece en absoluto a la de anteriores ocasiones en cantidad, calidad y amabilidad.


Comentamos la propuesta del riojano, recién llegado de la India, para visitar La Rioja el próximo día 28. La ausencia por viaje de algunas fuerzas vivas y la coincidencia con otros eventos para algunos de los presentes y ausentes hace que se proponga el día 4 de Noviembre en la modalidad de comida en bodega con mesura en cantidades y precio con respecto a ocasiones anteriores. Se comentará y se concretará.


Son casi las 5 cuando salimos a la calle. Ahora el cielo está encapotado y la temperatura ha descendido drásticamente.

Sin problemas, llegamos a casa cuando empiezan a caer algunas gotas.


Se escribe esta crónica que Algorta el 23 de Octubre de 2014, a dos días del cambio de horario




miércoles, 15 de octubre de 2014

14-10-2014 URREKOATXA desde Zeanuri

URRAGIKO ATXA (14/10/2014)



La cita hoy es en Zeánuri con la intención de ascender al Urragiko Atxa (588 m.) A este monte hemos subido otras veces desde Aretza donde se denomina Urrekoatza. Nos encontramos a las 9,30 nueve Jubiltaldeos (8+1) en la tasca Sagarna de Zeanuri que hace de colmado, pues no solo puedes tomar un café, también puedes comprar pan, pasteles, periódico etc. Es el clásico establecimiento donde antiguamente había de todo.

Sobre las 9,50 aparcamos los coches entre la ermita humilladero de Nuestra Señora de la Piedad y la Iglesia de Santa María, delante de una cruz realizada por Nestor Basterrechea en el centenario de la cruz del Gorbeia, aunque fue instalada dos años más tarde, en el 2003.

De este lugar salen dos pistas, subimos por la derecha cuando en el reloj de la Iglesia suenan las campanas de las 10. La pista asfaltada y en subida nos conduce hasta la cruz de Emaldi (1962) y un banco por si alguien quiere hacer una paradita.

El camino desciende y se junta a la pista asfaltada que viene de Areatza, para pasar por la fuente Lontzo que por su caño mana agua de hierro, vamos ferruginosa. Desde este punto la pista nos es conocida de otras veces. Asciende hasta un cruce que otras veces hemos tomado a la derecha. Hoy el guía nos manda seguir en dirección a la ermita de San Andrés, en el barrio de Asterria.

A pesar de la “chuleta” que lleva el guía, hay dudas por donde continuar. Una lugareña nos oye y sale para indicarnos que la dirección de la “chuleta” no es buena. Explica que el camino se ha perdido por la falta de uso y hay que llevar machetes para poder continuar. Dice que era un camino que usaba de niña, a lo que un Jubiltaldeo contesta, muy caballeroso, que será hace poco. La alternativa es volver unos metros para atrás y coger una senda que sale a la izquierda. Hacemos caso.

La senda que nos dice la señora ¿ o chica ? sube por un pinar y nos deposita en la pista asfaltada que habíamos dejado en el cruce. Esta pista termina en un caserío que está en lo más alto de la zona, dicha pista ya sin asfaltar continua hasta el barrio de Lamindao, cosa que no hacemos. Continuamos por un sendero de piedra que asciende hasta el collado de Goikogane, donde seguimos por la pista que sale de Dima para dar servicio a las antenas de la cima, a la que llegamos sobre las 11,55.

Las vistas muy bonitas, sobre todo porque ayuda el cielo azul y despejado. A pesar de la hora todavía se ve la Luna en el cielo. Decir que la temperatura en ideal, no hace falta taparse para reponer fuerzas con la consabida fruta.

Descendemos hasta el collado de Goikogane y continuamos por la pista de servicio a las antenas, cosa que no teníamos que hacer, vamos que nos hemos perdido (solo un poco). En la “chuleta” indicaba que salía una pista asfaltada a la derecha, que no vemos, porque has debido quitar el asfalto por la noche. Total que vemos un camino a la derecha al que no hacemos caso, continuamos un rato, llegamos a unas casas y damos la vuelta. El guía estaba esperándonos en el camino, claro, como lleva GPS en el Esmarfone, pues sabía cuál era el buen camino.

Este camino nos lleva hasta el barrio de Asterria, que conocemos pues en otra ocasión nos encontramos en uno de sus caseríos a un compañero del curro, argentario para más señas. En este barrio ya pillamos la pista de la mañana que tras pasar por la fuente de hierro y la cruz de Emaldi, nos lleva a los coches, cuando el reloj de la Iglesia anuncia que son las 14,00.

Nos acicalamos y salimos pitando, unos antes que otros, en dirección a Lemona donde hemos reservado en el AMORRORTU, como no podía ser de otra manera. Al txakolí, nos invita un Jubiltaldeo que la semana pasado cumplió años y pudo sacar la Barik roja. Creo que con lo que ahorran con la “roja” los poseedores de ella, de vez en cuando podían tirarse un largo, o dos.

El Amorrortu no decepciona, varios primeros, segundos y postres, cafés, txupitos etc. Con amabilidad y cariño. Hoy la sobremesa ha sido más cortita que otras veces por compromisos ineludibles. Sobre las 16 levantamos la mesa y cada mochuelo a su olivo.

Escribo esta crónica desde Santutxu el 14 de Octubre del 2014.

martes, 14 de octubre de 2014

PEÑA CANDINA O SOLPICO, 30-9-14

SOLPICO (30/09/2014)



La convocatoria de hoy era en el Hotel de Islares a las 9,30, para subir al Monte Candina. Acudimos a la cita cinco Jubiltaldeos (5+0), tres de Costarrica y dos de la villa. Tomamos unos cafés y zumos en la cafetería, nos reencontramos con un camarero-futbolista conocido de otras salidas, reservamos mesa para comer, por sugerencia del camarero, y salimos a los coches.

Dejamos los coches en el parking del puerto Candina, a la orilla de la N-634, y tomamos un pequeño sendero que comienza a subir por un frondoso bosque, en parte quemado, atravesamos una puerta-verja de madera y sin pérdida llegamos hasta la Llana de Tueros, pasando por la Hoya Cobañera. En este punto seguimos la dirección que en un cartel nos envía a las Hoyas del Monte Solpico.

Continuamos la ascensión por un camino pedregoso hasta llegar a un lugar que nos resulta conocido, dado que en otra ocasión, estuvimos comiendo el bokata. Desde este punto vemos más abajo un lugar extraño, parecían unas colmenas o unos fardos de paja con plásticos, no se veía bien lo que podía ser. Gracias al núcleo duro que desciende hasta el lugar, nos enteramos que es un artilugio para recoger el agua para el ganado.

Continuamos hacia la izquierda y pasamos por los restos de una explotación minera, se aprecian muros de casas, caminos para vagonetas, lo que no sabemos es que mineral se daba por allí. Es muy fácil perderse por esta zona, es toda kárstica y las rocas parecen todas iguales. Tenemos que guiarnos por unas marcas blancas y rojas y los hitos que aparecen de vez en cuando. Además de las marcas vemos dos veces escrito la palabra CIMA para dejar claro por donde seguir.

Hacemos cima en el Monte Solpico (472 m.) a las 11,50 y las vistas son preciosas, como una aparición vemos parte de la clásica, la playa de Laredo, Santoña, Buciero etc. Hacia la derecha se ven los ojos de Llanegro, que son los “agujeros” en la roca que se ven desde las playas de Oriñón y Sonabia. Comemos la fruta, hacemos fotos y a las 12,05 comenzamos la bajada.

El guía sugiere tomar una senda que indica a Liendo y bajar posteriormente hacia los ojos de Llanegro (sigue el firme kárstico) Le hacemos caso y al llegar las vistas son originales, pues vemos la playa de Sonabia y una pequeña península llamada “ La Ballena” por su forma. Desde aquí y enfrente vemos otra estrada por donde pasaban las vagonetas del mineral. Continuamos por el cordal hasta alcanzar la estrada y siguiendo por ella llegamos a la base de Pico Tueros, con la intención de subirlo.
Tras darnos cuenta que la zona por la que transitamos es muy exigente para las rodillas, decidimos perdonar al Pico Tueros y en una bajada rápida llegamos al punto donde a la subida se veía “el artilugio para recoger agua”. Solo nos queda seguir por el mismo camino de la subida para llegar a los coches, sobre las 13,55.

Comentar que el día ha sido caluroso y con ausencia total de aire. Es una zona donde anidan los últimos buitres leonados marinos de Europa, que otras veces hemos visto en abundancia, hoy había pocos. Esta sierra de Peña Candina a pesar de no llegar ningún pico a los 500 metros, es una zona que parece tuviera más altura por su estructura ajada y caliza.

Tras asearnos partimos hacia el hotel Islares. Aparcamos y pasamos por la cafetería para dar cuenta de unas hermosas cervezas, en sus distintas variedades, que hoy nos hemos merecido sin duda alguna. Menos mal que habíamos reservado, a la entrada al comedor había gente haciendo COLA para entrar.
La comida no nos ha decepcionado, como en otras veces, el camarero nos ha cantado más de veinte platos entre primeros y segundo, menuda memoria tiene el tío. Las raciones hermosas y sabrosas, el guía propone tener en cuenta esta tasca como posible templo gastronómico. Tras la tertulia de sobremesa, hay una proposición para dar un paseo por el camping y la playa de Islares que aceptamos por unanimidad.

De vuelta a los coches nos despedimos hasta la semana próxima y cada uno para su zona, son las 16,55.

Escribo esta crónica, que me dicen no se publicará, en la parte alta de Bilbao el 30 de septiembre del 2014, día importante para el Athletic, pues juega Champions en Borisov contra el Bate.