jueves, 20 de febrero de 2014

18-2-2014 MALMASIN DESDE BASAURI

MALMASIN desde BASAURI
18/02/2014






Hoy parece que no se va a cumplir lo que lleva ocurriendo desde hace una temporada; borrasca, paso del frente, otra borrasca, otro paso del frente y así sucesivamente.
Pero como tenemos la mosca detrás de la oreja, el buen hacer del guía alfa nos convoca para una salida montañero-urbanita pero emotiva.


El tiempo, como no podía ser menos, está gris plomizo y fresco (9º) cuando a las 10 nos encontramos 11 (10+1) jubiltaldeos en la salida del metro en Ariz. Todos con una puntualidad británica.


Tras el café, iniciamos la andadura a las 10:15, primero por el casco urbano pero pronto empezamos a subir por una cuesta no muy larga pero recia a través de la cual a un parque o zona recreativa donde paramos para aligerarnos de ropa.
Pronto dejamos el asfalto y entramos en un sendero de barro seco y piedra que afortunadamente está cómodamente transitable mientras se trata de subir porque en los falsos llanos el agua y el barro hacen su aparición pero sin llegar a mayores.
Transitamos un buen rato, entre subidas y bajadas, como si estuviésemos alejándonos de nuestro objetivo hasta llegar a una subestación eléctrica donde volvemos a topar con el asfalto que nos llevará al barrio de Brisketa que pertenece a Arrigorriaga.


En cuanto sobrepasamos el barrio, se acaba la carretera y rodeados de argoma (menos mal que llevamos pantalones largos) llegamos por un camino estrecho a las 11:30 a la cumbre del Malmasín (362 m.) de tan entrañable recuerdo para todos los jubiltaldeos sin distinción de raza o condición ya que con la subida a este monte, hace 10 años, se fundó Jubiltaldea a la que tan orgullosamente pertenecemos.


Es pronto para el amaiketako y alguno se lamenta de haber dejado la botella de cava en el frigorífico. No importa porque la jubiltaldea ha traído pan, jamón cortado a cuchillo y una botellita de vino así que procedemos sin esperar a que den más o menos las 12.
Pese a la bruma las vistas que, del Bilbao metropolitano, se ven desde aquí son magníficas.
Transcurridos 20 minutos iniciamos el descenso hacia el parque de Montefuerte. La pendiente es fuerte aunque no muy larga y menos mal que el piso está seco porque de lo contrario hubiese sido un slalom. Algunos recuerdan que la última vez que subieron lo hicieron por este lado con lo cual el peligro de resbalar se reduce.


Recorremos casi todo el parque descendiendo hasta la altura de la autopista para salir en Ollargan y de aquí a Bolueta. Pasamos a la margen derecha del Nervión a la altura de la antigua panadería del “Pontón”, famosa en su día por su pan y sus galletas y ahora convertida en ikastola, e inmediatamente entramos en el paseo de Los Caños que nos dejará en la avenida de Miraflores a la 1:30.


Por Ollerías, a la plaza de La Encarnación donde, aún a riesgo de quedarnos tiesos, nos tomamos sentados fuera el blanquito por cuenta de un jubiltaldeo que a estado a punto de cumplir 70 años hace unos días.


Hacemos un recorrido por el Casco Viejo tratando de dar con un restaurante con menú asequible a nuestras posibilidades. Al final nos decantamos en la Peña Athletic para, después de tomar otro blanquito, nos sentamos para comer a las 2:30.


La comida, normal, tirando a bien porque este cronista no oye ninguna crítica.

Durante la comida y sobremesa el tema principal es la planificación de las etapas del Camino de Santiago desde su aproximación hasta su regreso.


Se recuerda a todos los jubiltaldeos que el día de los garbanzos & berza es el próximo 13 de Marzo, jueves para más señas.


A las 4:30, con el tiempo que sigue nublado nos vamos al metro excepto los que viven en Bilbao y uno de Las Arenas, que se van andando a sus casas.

Desconozco si este último llegó o cogió el metro en Deusto. Salvo que él lo aclare, quedará en el misterio.

Se escribe esta crónica en Algorta el 19 de Febrero de 2014 habiendo pasado ya la mitad del invierno y con una fuerte y sangrienta pelea en Ucrania.

domingo, 9 de febrero de 2014

11-2-2014 VUELTA A BERANGO

Las previsiones son malas, lluvia y frío, pero quizás se pueda dar un paseo por las ruinas megalíticas del entorno de Berango.
Desde Larrabastera-Sopelana, por el cordal del Munarrikolanda, bajar a Urduliz, peñas y volver a Larrabasterra.
Podemos quedar a las 10 en el bar de los Jueves, y si hay buen menú reservar mesa para comer. Como el paseo es corto podemos aprovechas para, con la documentación del camino y un aperitivo, ir planificando las etapas y ver las posibilidades.

jueves, 6 de febrero de 2014

4-2-2014 URREKOATXA

URREKOATXA (4/2/2014)


Ayer en la página oficial de Jubiltadea nos enteramos que los guías Alfa y Beta están ausentes para la salida de hoy. Tras las pertinentes llamadas entre Costarrica y Bilbao decidimos repetir una salida que hicimos en Junio del 2010, subir al Urrekoatxa , para lo cual nos citamos en Areatza a las 9,30.

A pesar de los temporales en la costa del fin de semana pasado, hoy por la mañana está previsto que el tiempo sea soleado y casi primaveral, lo cual se cumple. Hemos tenido sol toda la mañana y viento con poca fuerza.

Somos 8 los que tomamos café en el bar junto al frontón de Villaro (Villa de Haro, por su fundadora) y hoy casi nos dan las 10 en la tasca. Dejamos los coches en el parking de las piscinas y empezamos a caminar sobre las 10,10.

Cruzamos el pueblo por la Iglesia de San Bartolomé, seguimos por la plaza para continuar por la orilla del río Arratia, que baja con mucho caudal, para cruzarlo por el puente que nos deja en la carretera de Barazar.
Atravesamos la carretera y enfilamos por una pista asfaltada que atraviesa los barrios de Uribiarte, Barrondo y Atorripe, sin grandes desniveles. También pasamos por la fuente ferruginosa de Lontzo. En el barrio de Emaldie recordamos que en el 2010 nos encontramos con un compañero del Banco que nos invitó al amaiketako, que no aceptamos. A partir de aquí la pista es más exigente hasta llegar al caserío donde termina el asfaltado.

Nos desviamos a la derecha y tenemos suerte pues la senda que esperábamos tuviera barro está seca, hasta llegar a la pista de cemento que nos lleva a la antena que domina el Urrekoatxa (588 m.), aunque el buzón está un poco antes en una zona muy rocosa. Un par de valientes se atreve a subir al buzón (como se nota que hoy ha venido el navarro).

Son las 12, tomamos la fruta y los frutos secos y sin foto, volvemos por el mismo camino hasta el caserío. En vez de seguir por la pista asfaltada, continuamos por la derecha con la intención de volver a Villaro por el barrio de Lamindao. La senda está muy embarrada porque por el centro discurre un riachuelo que en algunos lugares se convierte en charcos considerables.

En el primer cruce, cogemos la opción izquierda hacia abajo y se oye el cásico “ Que no es por ahí”, ni caso, continuamos, y en vez de salir a Lamindao salimos al barrio de Ogarabeti muy cerca de la carretera de Barázar, que atravesamos a la altura del Convento de Sta. Isabel, pasamos por delante del convento para atravesar el pueblo y llegar a los coches. Son las 13,35, hemos acortado 30 minutos por no hacer caso a “Que no es por ahí”

Una vez limpios y como el tiempo no apremia tomamos el txakolí en el mismo bar del café de la mañana. El sol sigue, aunque se aprecian más nubes.

La comida la hacemos en el Amorrortu y como al llegar nos dicen que tenemos la mesa preparada pasamos directamente al comedor sin txakolí en la barra. Lo que hace el ansia.

Un Jubiltaldeo tenía corazonada de que “hoy puede ser un gran día culinario” la verdad que ha acertado. Haber cuando tiene una corazonada con la Primitiva. De primeros purrusalda, alubias rojas y GARBANZOS CON BERZA. Nos dice la señora que garbanzos como para uno. Hemos comido garbanzos 5 ó 6. De segundos, merluza albardada, carne de hilos con tomate y pimientos, y escalope. Escalope le hemos dicho que no ponga, nos ha hecho caso. De postre un barreño de natillas, canela y galletas María al gusto. No cambia, templo gastronómico Jubiltaldeo tres tenedores.

En la sobremesa hemos tratado temas mundanos, el Camino Santiago lo hemos aparcado para otra ocasión y sobre las 16,30 cada mochuelo a su olivo.

Escribo esta crónica el 4 de Febrero del 2014, a toda mecha, desde la parte alta de Bilbao, pues tengo reunión de vecinos en el portal y me están llamando por el portero.

14-1-2014 BILBAO-ARRIGORRIAGA

BILBAO-ARRIGORRIAGA
14/01/2014






Las predicciones meteorológicas no son como para echar cohetes pero somos convocados a las 10 en el bar que hay junto a la estación de metro de Unamuno.

A estas horas de la mañana el cielo está francamente oscuro, la lluvia es pertinaz (como la sequía pero en sentido contrario) y las deserciones muchas. Aun así y todo 5 pundonorosos jubiltaldeos inician la marcha a las 10:15. Como vamos por asfalto y hay puntos de fuga para el caso de que el tiempo siga malo, nos arriesgamos.

Salimos por el Casco Viejo en dirección a Atxuri, luego subimos por Ollerías y al comienzo del paseo de los Caños, antes de llegar al alto de Miraflores cogemos el bidegorri que, bordeando el Nervión, y por un puente pasamos a su margen izquierda.

Tenemos una pequeña cuesta que sube al parque de Montefuerte. Son las 11 y tal como ha vaticinado el jubiltaldeo experto en temas meteorológicos ya no llueve.

Llegamos a Basauri que recorremos un buen trecho por su casco urbano e incluso superamos el bar donde quedó, por lluvia, frustrado el último intento de hacer este mismo recorrido.

De vez en cuando tenemos que abrir el paraguas, más por calabobos que por lluvia pero no nos rilamos y seguimos por el bidegorri dejando a nuestra izquierda Arcelor y el Nervión ya convertido en río por aquello de que no llegan las mareas.
“Hierro y agua” como dice nuestro flamante guía omega, que nos acompañarán un buen trecho. Cruzamos la autopista por debajo, a la altura de Mercabilbao y vamos paralelos a la carretera que une Bilbao con Arrigorriaga a la que han colocado una barrera de madera para evitar daños colaterales por la tala que están llevando a cabo en la ladera.

Nada más sobrepasar la empresa Gerdau y el polígono industrial donde se encuentra, se nos acaba el bidegorri así que tenemos que desviarnos a la derecha para pasar las vías a la altura del apeadero. Como tiene buena visibilidad las atravesamos rápidamente porque por megafonía están anunciando el paso de un tren y no hay barreras. Al poco pasa un Alvia a toda pastilla.

El guía sabe dónde podemos repostar y a las 11:45 paramos en el restaurante Txakoli donde nos tomamos un buen caldo y descansamos durante 15 minutos. Reiniciamos la marcha, con los paraguas cerrados y llegamos, al poco tiempo, a San Miguel de Basauri y por acera, a Arrigorriaga. Es la 1 del mediodía.

Aquí hay una pequeña reunión y pese a que otra vez ha empezado el sirimiri, el guía nos embauca, nunca mejor empleada la palabra, para que aceptemos, sin más presión que la sicológica, el subir a la parte alta del pueblo y acercarnos al parque de Mendikosolo donde se encuentra un lago al que pomposamente él lo llama de los cisnes pero que creo que de patos no pasa.

Llegamos al objetivo y nada más sacarnos la foto (no han aparecido ni los patos ni los cisnes) nos cae una chaparrada de categoría universal agradeciendo todos por lo bajines que no hayamos aceptado su sugerencia de bordear el famosos lago.

Volvemos por el mismo camino, que es ir entre calles, y atravesando las vías del tren por un puente con ascensor llegamos a lo que es el pueblo de Arrigorriaga donde nos
espera un reparador txakolí con aceitunas en el batzoki complementado con una tapa de txorizo con unas patatas troceadas, obsequio de la casa.

Este detalle y que el menú del día entra dentro de nuestro presupuesto y nuestros gustos hace que decidamos comer aquí mismo.

La comida en cantidad y calidad bien, tipo comida tradicional, eso sí sin mucha variación pero amablemente atendidos.

En la sobremesa comentamos las dificultades que supondría, tal como inicialmente se dijo, subir al Malmasín y luego ir directamente a comer al Miren Itziar en el caso de que el día 30 estuviese lloviendo o hubiese llovido en días anteriores.

Tras los chupitos y el pago de 16€, cafés y caldos incluidos, salimos del restaurante y, aunque hay un principio de deserción por parte de un jubiltaldeo, al final, todos juntos nos vamos a patita hasta el metro de Basauri que lo cogemos a escasos minutos de dar las 5. Y ojo, sin caernos una sola gota de lluvia.
En Bolueta hacemos el trasbordo para ir a casa y aquí se termina la historia de un día que, aunque húmedo, pudo ser peor.

Se escribe esta crónica en Algorta el 17 de Enero de 2014 con un ligero retraso debido a cuestiones técnicas y de agenda totalmente ajenas a este cronista.

7-1-2014 INTXORTA-ERDELLA

INTXORTA y ERDELLA
07/01/2014







Hoy nos hemos reunido 7 jubiltaldeos que por ahora estamos resistiendo a los embates de los virus. Entre estos y los viajes, nos hemos quedado un poco mermados.

Tomamos un cafecito en un bar situado junto a la basílica de la Purísima Concepción de Elorrio y a las 10 empezamos a caminar. Tras un paseo por el pueblo para intentar dejar asegurada la cuestión de la comida, cosa que no logramos, arrancamos en plan serio a las 10:20.

La temperatura en inmejorable, hay nubes altas y el viento sur de estos días, aunque sigue, ha ya no es tan fuerte.

Por la carretera Elorrio-Elgueta llegamos al desvío que nos lleva al barrio de Aldape al que llegamos después de descender lo que hasta el momento habíamos ganado de altura. Vemos la ermita de San Jorge y seguimos ruta.

Son las 10:45 cuando dejamos el asfalto para entrar en sendas de barro bastantes castigadas por las labores forestales que se realizan por la zona.

En ausencia del guía alfa, dirige la expedición el guía beta, perfectamente documentado y ayudado por un espontáneo, al que llamaremos guía delta, que debido a sus condiciones físicas puede leer sin gafas las instrucciones del itinerario. Hay algunas dudas en las bifurcaciones y trifurcaciones, con zonas de bastante barro en las vaguadas pese a no haber llovido desde hace tiempo. Ni unas ni otras son graves y no nos hacen perder tiempo.

En un momento dado volvemos a pisar pista de hormigón que nos llevará hasta una antena camuflada entre los pinos. A todo esto siempre subiendo sin apenas falsos llanos.

Desde aquí hasta la cumbre la cuesta se hace más exigente y tras 20 minutos de tirar constantemente hacia arriba siguiendo la canalización de Gas Natural llegamos a la cumbre del Intxorta (743 m.), en la provincia de Guipúzcoa, a punto de dar las 12 del mediodía.

El sol, a estas alturas de la mañana, luce a ratos más o menos prolongados y así seguirá el resto de la jornada

Pese a estar expuestos al sur, y aunque el viento ha amainado algo, nos protegemos con la caseta que hay en la cumbre para tomar el amaiketako acompañado de una botella de vino que uno de los nuestros ha tenido a bien cargar con ella. Qué pena no haberlo sabido antes para haberlo completado con algún producto sólido procedente del cerdo.

Tras un cuarto de hora, iniciamos el descenso por la misma ruta del gas para dirigirnos hacia el otro monte ya que hoy, en plena época de rebajas, el guía nos ha preparado una imbatible oferta de 2x1.
En un cruce nos desviamos a la derecha hasta llegar a una especie de granja que parece semiabandonada y tras cruzar la carretera Elgueta-Elorrio y pasar junto a la ermita de San Urbano empezamos la subida, en un principio sin mucho desnivel, bordeando el objetivo. Cuando todo parecía que la cosa no iba a mayores, el guía y su ayudante tiran para la izquierda y después de otros 15 minutos de subida de las que no permiten hablar nos plantamos en la cima del Erdella (673 m.) situada en medio de un precioso bosque de hayas.

Como son la una y media nos detenemos lo justo para sacar la foto y seguimos el camino a los coches.

La bajada hasta dar con la GR 123, de buena pendiente y rodeados de hayas, pone a prueba nuestras algo desentrenadas piernas y rodillas después de tantos días de fiesta hasta el punto de que se oyen algunos murmullos sin llegar a mayores.

Continuamos paralelos entre la línea de alta tensión y el borde de un pinar hasta que volvemos a conectar con la carretera que, después de 3 kilómetros de circular por la misma y pasar por el barrio de Berrio y otra vez por el desvío a Aldape, nos dejará en Elorrio.

Parece ser que nos hemos despistado en una bifurcación y por eso hemos chupado tanto asfalto.

Llegamos a los coches a las 2:10. Como nos pilla de paso, un par de expedicionarios se acercan al restaurante que afortunadamente nos admite para el condumio.

Nos adecentamos y como el tiempo apremia nos quedamos sin el txakolí de fin de jornada pasando directamente a la mesa del comedor donde mientras nos traen la comida nos tomamos las almendras fritas saladas aportadas por un jubiltaldeo.

La comida, normal sin más, es adecuada en precio y calidad. Comentando el día tomamos conciencia de que para todos los presentes es la primera vez que se ha subido a estos montes.

Hay que destacar la actuación del ecónomo en funciones, por ausencia del titular, a quien sin máquina de calcular le sale, rápidamente, el monto habitual de las salidas ordinarias. Posteriormente, antes de que esta crónica sea publicada, repasadas las cuentas con calculadora se aprecia cierto desvío que se destina a reservas.

A las 4:30 salimos del comedor y de camino a los coches, que no se han movido del parking desde la llegada esta mañana, aprovechamos para contemplar las fachadas de los palacetes, la casa donde nació san Valentín de Berriotxoa y la iglesia de la Purísima Concepción con su retablo barroco y el “espectacular y exótico” (según la guía editada por la Diputación) monumento-altar del santo patrono de Bizkaia.

Y de aquí a casa.

Se escribe esta crónica en Algorta, el 9 de Enero de 2014, todavía con agujetas, con una temperatura de 17º, anormal para estas fechas en las que continúa el viento sur.