jueves, 23 de abril de 2015

21-4-2015 EREÑO-NABARNIZ-EREÑO

VUELTA A URDAIBAI
DE EREÑO A EREÑO
21/04/2015








Somos 12 (1+11) jubiltaldeos los que nos reunimos en el parquin de Gernika para tomar decisiones. Hoy casi hacemos pleno.


La idea inicial es la de ir con los coches hasta Ereño, y dejarlos junto al restaurante donde comimos el martes pasado y luego volver en taxi a por ellos.
Aparcamos, nos tomamos el café y a las 10 empezamos a andar en dirección al pueblo de Ereño que lo tenemos a un kilómetro, cuesta arriba, claro.


En el pueblo dejamos a nuestra derecha la desviación a san Miguel de Ereñozar y tiramos recto para seguir subiendo, con pendientes significativas, por una pista, carretera más bien, de hormigón.


Pasamos luego a pista de piedra apisonada muy cómoda para andar. A pesar de que hay zonas en las no corre nada de aire, la temperatura, con la colaboración de amplias zonas de sombra, es perfecta para andar.


Después de tres cuartos de hora de subida más o menos constante entramos en un trecho de un bajar y subir suave hasta llegar hasta una zona en la que se avisa que en ella se entrenan perros y que hay que tener cuidado con los tiros. Hoy, menos mal, no hay ni perros ni tiros.
En este punto se produce un momento de duda sobre qué dirección seguir pero la cartografía y las interpretaciones del guía junto con su equipo de ayudantes resuelven perfectamente la situación que se ve confirmada poco después cuando nos cruzamos con un ciclista.


Para ahora ya se han cambiado los planes y en vez de andar 16 Km. y volver en los taxis, se decide a instancias del guía, hacer los mismos kilómetros pero de ida y vuelta e iniciar la próxima etapa en el punto al que lleguemos hoy. Cuesta poco convencer a los presentes de la bondad del plan y la propuesta es aceptada por unanimidad.


Bajamos ahora por una pendiente descarnada por las rodaduras de las máquinas y llegamos a un cruce donde destaca una fuente, ya comentada por el ciclista.


Volvemos a pisar hormigón y tras una corta pero intensa bajada, a las 12 llegamos al barrio de Zabaleta perteneciente a Nabarniz donde en una plazoleta con bancos y fuente tomamos el amaiketako rodeados de casas y jardines de elegante construcción y esmerada conservación tal es el sentir y admiración del grupo.


Estamos unos 20 minutos y retrocedemos por el mismo camino hasta un desvío señalado junto a la fuente ya mencionada. La bajada es más larga pero muy tendida y transcurre a través de pinares, por cierto libres de procesionaria, con algunas zonas húmedas que las vadeamos sin dificultad.
Hay un tramo, sin embargo, que como han estado trabajando las máquinas forestales, lo han dejado hecho unos zorros. Menos mal que el barro está duro porque si no hubiésemos tenido serias dificultades para salir indemnes.


A eso de las dos estamos en Ereño y al dar una vuelta para ver la iglesia de San Miguel construida sobre base gótico-renacentista, descubrimos un bar abierto donde unas mesas y sillas parece que nos están esperando. Los vinos y cervezas nos los tomamos aquí acompañados de patatas fritas por cuenta y pago de un jubiltaldeo que
en fechas cercanas a su cumple, también le cayeron unos cuantos, no pudimos celebrarlo así que nos lo debía.


Como solo es un kilómetro y cuesta abajo para llegar a los coches nos lo tomamos con calma. Pese al ahorro en taxis no podemos darnos un homenaje con otro vino y nos hacen pasar directamente al comedor.
Lo del martes pasado no fue casualidad y hoy vuelven a destacar la merluza y el bacalao añadiéndose la menestra de verduras, hoy más en su punto.


Entre los temas tratados, el organizador de la clásica propone la fecha entre el 7 y el 10 de Julio, dependiendo del tiempo y la marea.
Para el próximo martes se habla de ir al Eskutxi para intentar pillar algún perretxico.


El viaje de vuelta a casa, pese a la cantidad de curvas que impiden el dulce sueño de algunos tripulantes, se lleva a cabo sin más contratiempos.


Crónica realizada en prosa en el pueblo de Getxo, concretamente en el barrio de Algorta el 23 de Abril de 2015 con el tema de Rato dando vueltas.

14-4-2015 GR98 ETAPA KANALA-EREÑO

VUELTA A URDAIBAI
DE KANALA A EREÑO
14/04/2015









Después de tomar el café en el viejo Boliña de Gernika, nos dirigimos los10 (1+8) jubiltaldeos en tres coches hasta la Iglesia de Nª Sª de Legendika en el barrio de Kanala.


Tenemos 20º de temperatura y el cielo está sin una nube.


Uno de los coches se pasa de largo pero gracias a los móviles lo recuperamos pronto para hacer los trasvases necesarios ya que dos de ellos se quedan en el punto de destino. Somos diez y esto permite que cuadre con dos coches que si no…….


Mientras se realiza la operación pasamos el tiempo recordando y aprendiendo el francés gracias a un par de jubiltaldeos que han estado durante la Semana Santa en las Galias.


Cuando nos juntamos todos comenzamos el paseo a la hora, muy señorial, de las 11 menos cuarto.
Inmediatamente cogemos un sendero, al principio bastante empinado, que pronto de convierte en una maraña de zarzas, lianas, algún que otro árbol caído y en general con bastante maleza que durante media hora que nos lleva atravesarlo parece que estamos en la selva con sus correspondientes tropezones, rasguños, arañazos que se puede consultar con el que iba con pantalones cortos.


Pasado este mal trance entramos en una pista de tierra seca alternando con piedras para hacer camino y siempre por zonas donde predomina la sombra.
Cuando vemos mar, la brisa es muy agradable pero a medida que transcurre la mañana el calor se va haciendo cada vez más molesto.


No tenemos grandes cuestas pero el perfil de esta etapa es claramente de rompepiernas.


Pasamos una bifurcación que va a San Pedro de Atxerre pero nosotros seguimos en dirección a Arketa.
Andamos entre pinos ora sobre caminos de piedra ora sobre hormigón pero siempre con subidas y bajadas. Otro desvió nos señala dirección a Akorda y hacia allí vamos.


Antes de llegar a la carretera tenemos la suerte de ver una ardilla en lo alto de un árbol que pese a ser unos cuantos permanece quieta. Tras un rato caminando por una especie de bideverdea que va paralelo a la carretera nos desviamos y, ala!, otra subida, esta vez algo más larga y con más sol y menos viento, en dirección a Elantxobe que nos deja en el alto junto al cementerio, con Ogoño a nuestra izquierda.
Como son ya las 12:30 y todavía no hemos parado aprovechamos para participar del frugal amaiketako y abundante agua ya que tenemos fuente.
Al sol y sin brisa hace realmente calor.


Es la una menos cuarto y el guía no insufla ánimos confesando que aún nos quedan algo más que 6 Kilómetros.
Pasamos por los arrabales de Ibarrangelu, un rato por carretera con vistas al mar y tomamos un desvío que nos lleva a través de un eucaliptal.


No voy a seguir con las carreteras que atravesamos para no aburrir al personal. Tenemos un momento de duda, por la errónea interpretación del plano del recorrido,
que se resuelve rápidamente pero hasta que no alcanzamos el caserío Lau-Aizeta y hablamos con, suponemos, su propietario se palpa en el ambiente el temor consustancial a todo jubiltaldeo: llegar tarde y no encontrar comida.


A partir de aquí es andar por eucaliptus y asfalto hasta que, a las 2:10, nos encontramos en los coches estratégicamente aparcados junto al restaurante Atxoste.


Nos mudamos y mientras nos preparan la mesa nos refrescamos por dentro de paso celebrar el cumpleaños de un jubiltaldeo que a pesar de su edad todavía puede cargar con el mochilón que, haga el tiempo que haga, vayamos donde vayamos, siempre abulta lo mismo.


La comida es agradable destacando el bacalao y la merluza, ambos a la plancha.


En la sobremesa se rescata el proyecto de pasar una noche en uno de los refugios de las campas de Arraba, con visita guiada a la bóveda celeste y subida al Gorbeia al día siguiente.
Hay también una petición, que le está suponiendo un trauma a un veterano jubiltaldeo, para subir al Sollube y al Anboto (no el mismo día claro está) que todavía, pese a la edad, aún no los ha coronado.


A las 4 más o menos cogemos los coches lanzadera para ir a Kanala a recoger el que falta y desde aquí todos para casa.


Escribo esta crónica en Algorta en los últimos coletazos de la mini ola de calor.

sábado, 11 de abril de 2015

7-4-2015 ARMIKELO

ARMIKELO
07/04/2015













Con poco tráfico, tiempo magnífico y temperatura agradable, digna de una primavera que se ha hecho de rogar, nos encontramos en el restop de Altube.
Los viajes y los médicos han reducido la plantilla a 6 elementos jubiltaldeos tomados de uno en uno.


Después del café nos dirigimos vía Murgía a Jugo donde dejamos los coches y para las diez menos cuarto nos ponemos a andar.
Tras un rato corto por carretera nos desviamos a la izquierda y entramos en una pista que, poco a poco, con ligeras pendientes y un excelente piso hace que vayamos ganando altura.


Según qué curva del camino nos toque vemos a nuestra izquierda la autovía a Vitoria y a nuestras espaldas el Gorbeia con un buen manto de nieve pese a ser ladera sur.
El trayecto transcurre con el mismo tono alternando piso de hormigón, piedra apisonada, tierra afortunadamente seca y campas de yerba en la que se puede apreciar el amarillo de los jacintos silvestres.


Nos topamos con un rebaño, no muy numeroso, de ovejas vigiladas por un mastín que nos avisa para que no nos acerquemos y de paso sirve para rememorar una situación parecida vivida en la misma zona pero con tres mastines con superior ardor guerrero. Afortunadamente las ovejas comienzan a moverse hasta un punto en que salen del camino dejándonos vía libre. El mastín no deja de ladrarnos hasta que no terminamos de rebasar el rebaño.


Tras una hora de marcha, el último tramo por yerba y apenas cuesta, llegamos al Arrato (886 m.) cuyo buzón está coronado por un Cristo, estilo moderno, de acero inoxidable.
Para ir al próximo objetivo nos dispersamos un poco pero al final todos tenemos que pasar por donde ha pasado el guía alfa perfectamente documentado.
El descenso tiene una pendiente bastante pronunciada pero al estar el suelo seco superamos perfectamente la prueba y en media hora estamos en el Armikelo (888 m.) para hacernos la foto junto al buzón.


Desde aquí bajamos a través de un bosque de robles acompañados del crash, crash de las hojas secas con música de fondo de unos cencerros que no lo hacen mal del todo. Conectamos con una pista que transcurre por un hayedo que termina, después de pasar por un par de granjas de vacuno con la parte peor de todo el camino andado por ahora (y menos mal que no ha llovido), en el pueblo de Domaikia donde, junto a la iglesia, tomamos el frugal amaiketako.


Como todavía es pronto, a las 12:30 decidimos subir hasta las Peñas de Oro y así poder lograr un hattrik montañero. Nos falla uno del grupo por causa de una molestia sobrevenida en el pie que, como prefiere no forzar, se dirige poco a poco a los coches.


El ascenso hasta las antenas y el posterior descenso hasta el santuario de Nª Sª de Oro es bastante exigente. Para la 1:30 nos vamos, esta vez siguiendo la carretera hasta Domaikia y también por carretera recorremos los dos kilómetros que nos quedan hasta los coches a los que llegamos a las dos y cuarto.


Nos tomamos el aperitivo, con predominio de las cervezas, en el Areso en Murgía mientras nos preparan la mesa que da la casualidad de que hoy también es redonda.

En el comedor volvemos a coincidir con la convención de los curas de la zona pero no podemos confirmar que dicha reunión se celebre los martes o haya sido pura coincidencia.
A la comida no se le puede poner ninguna pega y el café, los chupitos y la faria que se fuma el guía, los tomamos en la parte trasera entre sol y sombra.


Como andamos con pocos cambios hoy ponemos 18€, sin que sirva de precedente y debido, sin duda alguna, a la distribución de los costes fijos.
A las 5 en los coches y a las 6 en casa pensando en la ducha.


Escribo esta crónica en Algorta con previsiones bastante halagüeñas de que el martes próximo nos volvamos a ver.

domingo, 5 de abril de 2015

31-3-2015 ELORRITXUGANE

ELORRITXUGANE (desde LUYANDO)
31/03/2015








En un bar de Llodio nos juntamos 8 (1+7) jubiltaldeos sin más obligaciones inaplazables que las de ir al monte.
Hoy no llueve, las amenazas de lo que haga durante la mañana son difusas y la temperatura es agradable. ¿Estaremos de verdad ya en primavera?


Tras el café montamos en los coches para ir a Luyando desde donde empezamos a andar a las 10.


Primero por carretera hasta llegar al puente medieval que nos deja en la margen derecha del Nervión y tras un corto recorrido por la “Vía verde del parque lineal del Nervión” atravesamos el túnel que salva las vías del tren.


Por carretera vamos subiendo, con algún repecho serio, en dirección al barrio de Olarte. Cuando estamos a la altura de las dos primeras casas nos desviamos a la izquierda por pista de hormigón de pendientes pronunciadas y poco falso llano. Llevamos sólo media hora y ya estamos sudando.
Nos llama la atención una plantación, perfectamente alineada, que según un paisano que está cortando madera se trata de cerezos para madera.


Tenemos tramos de de piedra y tierra, que afortunadamente no tienen barro, para pasar a continuación a yerba con rodaduras de máquinas forestales que ahora si nos hacen pisar con cuidado. Tras un pequeño descenso para coger fuerzas nos enfrentamos a una buena subida, buena porque tiene una pendiente de cuidado, de piso irregular que hace que bajemos un poco el ritmo.
Llegamos a un alto pero la falta de señales hace que el guía dude de que hayamos llegado al objetivo (es el Senagorta) así que, prácticamente sin parar, seguimos ruta hasta el Urritxugane (729 m.). Como son las 11:45 y hace algo de viento, nos sacamos la foto y comenzamos el descenso por el lado contrario a la subida hasta llegar a un socaire para tomar el amaiketako.


Sale el sol y pasadas las 12:30 reiniciamos la marcha por pista de tierra esta vez con bastante barro y profundas rodadas. Si durante la subida no las hemos visto, ahora, como hay más pino, la procesionaria hace su aparición pero no nos entretenemos mucho en romperles la formación.
Pasamos por Goikolanda con dos caseríos abandonados y pronto volvemos al pisar el asfalto del Olarte bidea que es la carretera del comienzo, no sin antes dejar a nuestra izquierda la parte más alta del barrio de Olarte.


Cuando llegamos a Luyando, no pasamos el puente y seguimos por la vía verde del Nervión hasta que damos con un puente o pasarela que nos deja a las 2 del mediodía en el parquin donde están los coches.


A la mañana un paisano nos ha sugerido que vayamos a comer al Oleta que está en el pueblo y como se trata de abrir nuevas posibilidades gastronómicas nos vamos hacia allí.


Por cierto, los coches tienen una ligera pátina amarilla producto del polen de las coníferas, lo mismo que la mesa donde, al solcito, nos tomamos los txakolís y las cañas mientras hacemos tiempo para comer.

Nos ponen en mesa redonda y la comida resulta abundante con la única pega que lo único que sacan en perola son las alubias. La verdad es que las ensaladas y los risotos no son muy aptos para servir en fuente y vienen ya emplatados.


En la sobremesa se habla del copiloto suicida y parece ser que por falta de quórum el Camino Aragonés tiene todas las probabilidades de suspenderse


Como no hay máquina de calcular y el ecónomo no está para muchas operaciones pagamos el consabido 15€ y para las 4:30 en los coches para ir de retirada.


Se ha redactado en prosa y corregida esta crónica en Algorta el Jueves Santo con un tiempo fenomenal.

17-3-2015 BIZKARGI

BIZKARGI
17/03/2015









Los 9 jubiltaldeos disponibles hoy para el monte nos reunimos en el restop de Amorebieta para tomar el café y salir todos juntos en caravana hasta el punto de destino.
El tiempo, como preludio de la primavera es y será bueno aunque a primera hora sopla un viento fresco.


Empezamos mal porque, una vez tomado el café, en vez de retroceder hasta Amorebieta, seguimos derechitos a Durango recorriendo un par de polígonos industriales antes de tomar la carretera general.


Después de tanto éxito y pérdida de tiempo, el guía alfa decide empezar la excursión montañera desde Autzagane y hacia allí nos dirigimos. El aparcamiento en el restaurante que está en el alto por poco nos cuesta una multa y algún que otro punto del carnet. No sigo para no dar pistas.


Tras ocho reprimendas cariñosas, nos cambiamos y para las 10:20 estamos ya andando.
Al principio el camino es de piedra apisonada, amplio y con algunos charcos que no entorpecen para nada nuestro alegre caminar porque tampoco el desnivel es, por ahora, exigente.
Conectamos con una carretera pero tras unos 100m. la abandonamos para tirar hacia la derecha. En este ínterin nos encontramos con un amable montañero que tras una breve conversación nos confirma el camino a seguir.


Pasamos por un par de granjas ganaderas que nos sirven para discutir si el aroma que se percibe al pasar junto a ellas es de purines o de heno. Esto lo cuento como anécdota.
El trayecto, hasta ahora muy cómodo, empieza a complicarse y las conversaciones a disminuir. Hay un par de rampas fuertes pero con buen pisar. No obstante hay un tramo, justo antes de la cumbre, con barro de resbalabilidad 3 sobre 5 que hace que vayamos con cuidado.


Llegamos al Arburu (552 m) a las 11:30 pero hace viento así que le echamos un vistazo al Gorbea que lo tenemos enfrente con mucha nieve, otro al mar que lo tenemos detrás y tras la foto nos vamos hacia el Bizkargi por el mismo sitio por donde hemos subido hasta llegar al cordal.
El camino no es exigente pero en las partes llanas nos encontramos con zonas encharcadas que nos obligan a vadearlos con diferentes técnicas y algo de barro en las botas.


Llegamos tras media hora de paseo a nuestro objetivo (565 m.) y sentados en el esqueleto de una txosna, restos de alguna romería en la cima donde se encuentra la ermita de Santa Cruz, tomamos el amaiketako.
Para las doce y veinte estamos ya bajando, un trecho por el cordal con los mismos charcos para luego abandonarlo y seguir hasta conectar con la pista por donde hemos subido hasta desviarnos hacia el Arburu.


A la 1:20 estamos en los coches y tras adecentarnos salimos para Lemona a donde llegamos sin problemas con tiempo suficiente para tomarnos un refrigerio tranquilamente al sol mientras en el Amorrortu, donde nos han recibido con cariño, se afanan en ponernos la mesa.


Qué voy a decir de la comida. Pues que como siempre con el plus de que hoy tenemos garbanzos con berza, que de solo verlos en otra mesa a un jubiltaldeo por poco le salen las lágrimas, y que de postre nos traen el flan de la casa hecho en cuanto les hemos llamado para reservar.
Aparte de las dos fuentes de garbanzos y de berza, el primer plato se ha completado con unas vainas y sopa de pescado para seguir con merluza frita y carne guisada con tomate. Glorioso.


En la sobremesa se perfilan los viajes pendientes empezando por los del Camino aragonés al que están apuntados 5 y para el de Oporto–Muxía al que están apuntados 3 por ahora y que será a principios de Mayo.


Montamos en los coches y, tras un viaje cómodo, para las cinco y media en casa.


Se escribe esta crónica en Algorta (Getxo) el 20 de Marzo a pocas horas de que
comience la primavera y sin poder ver, porque está nublado, el eclipse parcial del sol.

3-3-2015 PAGASARRI

PAGASARRI 
03/03/2015 


Tiempo dudoso pero con algunos aspectos positivos tales como la ausencia de viento y las promesas de los meteorólogos de que si llueve lo hará de forma suave y aislada. 

Con esta esperanza nos juntamos 7 jubiltaldeos, huérfanos del ecónomo y de los guías alfa y beta, en el bar de la estación de Abando. 

Después del café empezamos a andar a las 10:15 con diferente equipamiento, unos con y otros sin mochila pero todos con paraguas.  

La subida la hacemos por el trayecto tradicional de todos conocido hasta el cruce desde donde parte el atajo en el que, en vez de seguir a la derecha tomamos la pista de Artabe que circunvala el monte y que está repoblada de hayas que por ahora conviven con pinos de gran porte. 

No solamente no nos llueve sino que a veces, aunque fugazmente, aparecen unos tímidos rayos de sol que se asoman aprovechando la apertura de las nubes hasta ahora bastantes compactas. 
A las 12:30 llegamos al refugio donde nos encontramos con un grupo de chicos que por las pintas gozan del mismo estatus que nosotros. 

Mientras compartimos el amaiketako (unas nueces y dos manzanas) entre todos, vemos como poco a poco se nos va echando la niebla. 
Tras un cuarto de hora de descanso iniciamos el descenso pero esta vez por la pista que tiene un desvío hacia Rekalde. 

Hoy no hemos utilizado atajos, en parte porque no ha venido el experto en esta clase de aventuras y en parte y sobre todo a que con todo lo que ha llovido días pasados, cualquier camino, senda o pista que no esté con asfalto, hormigón o gravilla puede estar totalmente impracticable. 

A las 2:15 estamos ya en Miribilla en restaurante De Luxe ya conocido de otras incursiones por la zona donde, mientras nos preparan la mesa, un jubiltaldeo que ya ha cumplido LXX años corre con la cuenta de los vinos confiando en hacerlo, por lo menos, hasta los LXXV. 

La comida, emplatada, con toques de modernidad y raciones suficientes, sirve para confirmar impresiones anteriores pero sin optar a la calificación de templo gastronómico. 
Se comentan para concretar lo hablado ya durante gran parte del trayecto, las diferentes alternativas previstas para Abril y Mayo: que si camino de Santiago aragonés, que si Camino del Ebro, que si desde Oporto hasta Muxía pero sin llegar a ningún acuerdo, por ahora, debido a los problemas de agenda tanto de los presentes como de los ausentes para consensuar fechas hábiles. 
Sí se decide, en cambio, ir el próximo martes si el tiempo lo permite, a Nª Sº de las Nieves que la última vez no se pudo completar. 

Pasadas las cuatro y media nos levantamos y paseando unos nos vamos a Abando mientras otros lo hacen a Indautxu. 

Se ha escrito esta reseña en Algorta.