martes, 17 de enero de 2012

17-1-2012 travesia LIENDO-CANDINA-ALTO CANDINA

TRAVESIA     LIENDO-CANDINA-ALTO CANDINA

Hoy nos hemos ido a Cantabria para repetir parte de una etapa del Camino de Santiago que hicimos de Oriñón a Liendo, pero en sentido contrario.
Quedamos en el bar restaurante Arenillas de Islares al que acudimos 12 Jubiltadeos para tomar el café habitual. No puede ser, están de vacaciones. Un Jubiltaldeo sugiere la alternativa de ir a Guriezo a tomar el café y reservar la comida, eso hacemos en el Restaurante Ana Mari del barrio Rioseco, frente al convento de las monjas de la huerta, o algo así. Convento muy bonito y cuidado.
Tras un intercambio de opiniones a cerca de cambiar el trabajo del día, por las dificultades de la travesía, decidimos que la primera idea es la buena y nos vamos dirección a la playa de Liendo. Antes dejamos un coche en el aparcamiento del Alto de Candina o Fermedal, para la logística.
Una vez preparados para andar comenzamos la travesía por pista ancha, aunque un poco embarrada, dejamos a la espalda la playa de Liendo y poco a poco cogemos altura hasta llegar a la base del macizo sierra Candina. Comentar que esta es una sierra kárstica, complicada para andar, que acoge la colonia de buitre leonado más importante  de todo el litoral cantábrico y que todos los picos son calcáreos y muy escarpados.
Me había quedado en la base para iniciar el ataque al monte Candina (489 m.), aquí viene la madre del cordero, porque en un Ti Ta se organizan dos cordadas que a no tardar pasa a tres. El núcleo duro apoyado por el guía alfa tiran “parriba” por una senda estrecha, el resto siguen las señales amarillas-blancas de la pista. Parte de la primera cordada, decide dar la vuelta y seguir a los componentes de la segunda cordada. El guía alfa decide no perder cota para atajar hacia la misma dirección por un sendero. Ya tenemos tres cordadas.
Al de un rato vemos como el núcleo duro viene por la pista y además el guía alfa ha contactado con la cabeza de la segunda cordada, con lo que en un rato nos reagrupamos para continuar todos juntos. La pista desaparece para convertirse en un sendero muy complicado pues lo que pisamos es un lapiaz con mucho arbusto, zarzas y barro. Hay zonas muy húmedas y en varias ocasiones algunos tenemos que utilizar las manos para poder pasar los obstáculos. Alguna pequeña trepada y destrepada resulta obligatoria. Encontramos una señal que indica dos direcciónes,  a la Hoya Negra y a las Hoyas de Solpico, seguimos dirección a la izquierda hasta situarnos bajo el Candina, más o menos.
Paramos para el refrigerio y surge la duda de hacer cumbre o bajar para comer a una hora más temprana. Decidimos comenzar el descenso con tiempo suficiente, sabia decisión porque el terreno tiene dificultades técnicas importantes. Pocos se han librado de darse una culada, sobre todo en el último tramo antes de llegar al aparcamiento.
Como habíamos dejado un coche, mientras nos acicalamos, los conductores se dirigen a Liendo para recogernos y marchar todos a la tasca donde habíamos reservado para comer.
En la terraza del Bar disfrutando del sol, la buena temperatura y tomando un pote con almendras, procedemos a la firma de los libros de la temporada 2010-2011 que gentilmente un Jubiltaldeo ha traído. Parece mentira, después de seis o siete libros, la calidad no baja, al contrario cada año mejor. La portada es alabada por unanimidad.
La comida digna para los 8,50 euros que cuesta, destacando de los primeros, las alubias y los garbanzos y de los segundos el rabo. El servicio bueno y con simpatía.
En los postres se ha comentado la posibilidad de hacer la ruta de la plata desde Sevilla en el mes de mayo. Ya hay tres valientes.
 El tiempo va pasando y sobre las 16,30 regresamos a nuestros hogares sanos y salvos.
Para que quede constancia escribo esta crónica desde la mitad de la calle Zabalbide el 17 de Enero del 2012

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