miércoles, 11 de junio de 2014

10-6-2014 UPO desde Usansolo

UPO
10/06/2014








A pesar de las vacaciones, de los cumpleaños, de los desertores y del tiempo que no está seguro, al final nos encontramos en Usánsolo 8 (1+7) jubiltaldeos que tras el café de rigor empezamos a caminar a las 10 de la mañana.


El cielo está cubierto de nubes oscuras, la temperatura es buena y no hace viento.


Pasamos el puente que salva las vías del tren y tomamos la carretera que va al pantano de Lekubaso. Lo primero que vemos son unos caserones enormes, unos de nuevo porte y otros más antiguos que nos llaman poderosamente la atención.
Luego vemos una granja de caballos, la mayoría blancos y terminamos, después de una hora de camino, en la presa que conforma el pantano.


Hay unos titubeos sobre cual camino coger porque el instrumento electrónico del guía alfa no abarca lo suficiente. No obstante nos dirige por un camino que tomamos a la derecha y con los tres principios o virtudes de un guía que se precie es decir: Intuición, Orientación y Decisión nos va dirigiendo en todos los cruces hasta que la cobertura ya no da lugar a dudas.


Al principio la pendiente es de consideración y el piso de piedra lisa y tierra formando grandes surcos. Menos mal que la tierra y las piedras están secas y hemos podido andar sin problemas.
Las cuestas se suceden y tenemos un conato de lluvia que afortunadamente no tiene mayores consecuencias porque no prospera. Llegamos a una especie de collado y a partir de aquí la cuesta empieza a ser muy exigente que, junto a que no corre ni una brizna de aire, nos hace sudar de lo lindo.
Las dos últimas champas hasta llegar a la cumbre son de categoría, de esas que se oyen los latidos del corazón en las sienes hasta el punto que las motos GP del núcleo duro, me parece y digo me parece, tienen que tomarse un respiro.


Por fin a las 12 más o menos hacemos cumbre en el Upo (567m.) donde, al no tener protección del viento sopla una brisa fresca como para no estar mucho tiempo entretenidos con el amaiketako.
Aprovechamos para felicitarle a un jubiltaldeo que no ha podido esperar para arreglar los papeles de su jubilación y sacar la Barik
Aunque en un momento se ha barajado la posibilidad de ir andando a Lemona y luego volver en tren a recoger los coches, la falta de ropa para cambiarse y falta de tiempo hace que desistamos del plan.


Caen un par de tímidas gotas.


La bajada la hacemos por otro camino que es más largo pero no tiene pendientes tan pronunciadas. Bajamos al principio por pistas de piedra flanqueados por hayas jóvenes para luego pasar a pino normal y corriente, incluida la consabida procesionaria.
Dejamos a un lado la ermita de San Segismundo, situada junto a una granja, y por caminos de tierra, piedra suelta que había que andar con cuidado y en algunos momentos bastante barro incluso con el vadeo, sin consecuencias, de un charco de categoría internacional, llegamos a la cabecera del pantano.
Volvemos a coger la carretera del principio y a un paso bastante rápido llegamos a Usánsolo a las 2 del mediodía.


De acuerdo al GPS del guía hemos andado 15,5 km. en un tiempo, incluyendo paradas, de 4 horas.


Estamos bien de tiempo así que el vinito nos lo tomamos en la terraza de un bar que encima nos pone una tapa de aceitunas sevillanas. Por expreso interés de uno de los presentes que cumple años en fechas no montañeras la invitación corre a cuenta suya. En su momento le felicitaremos.


A las tres menos cuarto, según lo acordado, llegamos al Amorrortu, donde ya nos echaban en falta, y comemos, como siempre de bien, tres primeros (ensaladilla rusa, alubia roja con sacramentos y puré de verdura) y el segundo, ya emplatado, a base de merluza frita (extraordinaria) para 7 y patas de cerdo para 1. Postres varios.
Cafés y chupitos mientras se tocan temas relacionados con las próximas convivencias y su posible y deseable combinación con actos, si se hace alguno, relacionados con el 10º aniversario de Jubiltaldea.
También hablamos de la clásica que no tiene cambios respecto a lo acordado el martes anterior con reserva del día 23 según el tiempo que vaya a hacer


A las 4:30 nos levantamos de la mesa y tras despedirnos de los que se van de vacaciones montamos en los coches. Sin problemas llegamos a casa.


Se ha escrito esta crónica en Algorta, barrio de Getxo, el 11 de Junio de 2014.

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