domingo, 13 de marzo de 2011

8-3-2011 AZERO

AZERO (desde UBIDEA)
08/03/2011


Brote verde, meteorológicamente hablando, después de dos martes anti-monte.
Hoy no tenemos dudas y tras tomar el cafelito en el alto de Barázar, en donde por cierto hace un vientecillo recio y fresco, los 10 jubiltaldeos que somos, nos vamos a Ubidea a dejar los coches.

Para las diez menos cuarto estamos saliendo del pueblo por carretera asfaltada. Cuando se acaba ésta seguimos por caminos de tierra apisonada y de gravilla en plan paseo y flanqueados por hayas, robles y acacias que todavía no muestran ningún signo primaveral.
Un poco más adelante empezamos a pisar el parque natural del Gorbeia en el que estaremos toda la mañana. El cielo, en contra de lo que teníamos previsto al salir de casa está gris aunque a veces asoma el sol tímidamente. Lo que sí hace es bastante viento del sur-sudeste que ya veremos cómo se comporta en las alturas.
El río Undebe lo tenemos a nuestra izquierda y baja con bastante agua lo que nos impide vadearlo, sin riesgos colaterales más que probables, para poder seguir el camino previsto hacia nuestro objetivo.
Hacemos tres intentos en otros tres puntos y en vista de este muro plano infranqueable, el guía alfa decide arriesgar su tan labrado prestigio y nos dirige hacia Arimekorta. Son ya las 11 de la mañana.

El Aldamin, y la peña Gorbeia a nuestra izquierda y más de frente Peña Lekanda tienen un aspecto bastante lúgubre con nubes grises en sus cimas y no nos extrañaría que estuviese nevando en ellas.

Después de ascender un buen trecho por la pista de hormigón atravesamos el umbrío bosque de cipreses Lawson y abetos Douglas de tamaño considerable (información contrastada con el guía beta que además sabe bastante de botánica) para poco después y cuando tenemos a la vista el refugio, desviarnos hacia la izquierda para subir a la cumbre por la vertiente sur.
En este punto un miembro de la partida decide, para evitar males mayores en su ya maltrecha rodilla, volver tranquilamente al campo base.

Entramos en un precioso bosque de hayas y a medida que vamos subiendo cambiamos el murmullo del agua en el río por el de las ramas de los árboles.
Nos encontramos con bastante nieve pero los arroyuelos por donde corre el agua del deshielo están lo bastante visibles como para que nadie meta la pata.

En una especie de collado nos quedamos totalmente expuestos al viento y tenemos que parar para ponernos las prendas de abrigo. Desde este punto al Azero (971 m.) es un paseo hasta la cumbre donde llegamos a las 12,30.
Rápidamente nos ponemos al socaire para el amaiketako que hoy tiene el extra del queso que sobró en la excursión de la Sidrería, un poquísimo de cecina y un Albariño, cosecha excelente, a temperatura ambiente.

Foto y para abajo porque si no hoy no comemos como Dios manda. Salvo un pequeño atajo, que lo señalizamos convenientemente, y que nos ha ahorrado algo así como un cuarto de hora, la vuelta la realizamos por el mismo camino

A las tres menos cuarto estamos junto a los coches para cambiarnos y sin el blanquito habitual (esto da una idea de lo justos que hemos andado de tiempo) nos sentamos en el templo gastronómico. Tenemos de primero, a elegir entre alubia blanca, patatas a la riojana y macarrones con setas y de segundo, anchoas y carrillera es salsa. Para evitar líos elegimos todo para todos y así no tienen que tomarnos nota.

Terminada la comida, el editor, maquetador y corrector cianogáfico reparte a los presentes el libro <>. El trabajo es excelente.
Firmamos todos en toda la edición y prácticamente nos ocupa toda la sobremesa. A los no presentes se les dará en la comida del día 17 y a los que tampoco se les vea por el txoko se les entregará cuando se les vea.
Nos sacamos una foto con Josune a la que regalamos un ejemplar como representante, en ese momento, del restaurante cabecera de Jubiltaldea que además es el más sale en las crónicas.

Antes de irnos a casa subimos a la quesería Pagoeta para comprar queso de Idiazábal que según los entendidos es muy bueno y está a buen precio.

A eso de las 5 salimos para casa a la que llegamos sin contratiempos y con un sol maravilloso, entre las 6 y 6,30 dependiendo del reparto que hayan hecho los que les ha tocado llevar hoy el coche.


Esta crónica se ha escrito en el barrio de Algorta, perteneciente al municipio de Getxo, el 9 de Marzo del año 7 de la era Jubiltaldea equivalente al 2011 d.c.

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