lunes, 15 de junio de 2015

9-6-2015 MUGARRA (INTENTO)

INTENTO DEL MUGARRA
09/06/2015

Con tiempo gris, buena temperatura y circulación fluida, nos reunimos 7 jubiltaldeos y dos coches en la Erriko Taberna de Mañaria para tomar el café.
Dejamos los coches en la misma plaza y empezamos a andar antes de que den las 10, con media hora de adelanto sobre la hora prevista.

Elegimos, por indicación del guía Beta, la ruta que marca una duración hasta el Mugarra de una hora y cincuenta minutos. Como casi siempre, el inicio es cuesta arriba y en algunos momentos con pendientes que animan a guardar silencio para conservar las fuerzas.
La pista es asfaltada que va recorriendo los diferentes caseríos hasta que estos se acaban y en consecuencia también se acaba el asfalto y entramos en pista. Pronto se nos acaba tanto la seguridad de que de que seguimos andando por donde deberíamos de ir como el pisar por donde vamos. El barro, el estrechamiento del camino y la maleza hacen su aparición al mismo tiempo que se van acrecentando nuestras dudas que se manifiestan en voz alta.

Seguimos con fe inquebrantable, entre otros motivos porque no vemos ninguna desviación y por lo menos seguimos subiendo, hasta que finalmente encontramos una amplia pista, apta para vehículos de cuatro ruedas, que sin parar de subir unas buenas rampas nos deja, aproximadamente a las 11:00 en el collado Magarrikolanda donde un poste nos indica amablemente que nos quedan 900 metros hasta la cumbre que está totalmente cubierta por la niebla, niebla que, por momentos, se va incrementando.

Celebramos un conciliábulo y por unanimidad pero, con pena, decidimos no meternos en berenjenales impropios de nuestra edad y seguir un rato más por la pista de tierra y piedra hasta la hora del amaiketako.

Lo tomamos en un claro, rodeados de unas imponentes hayas trasmochas, algunas de las cuales están protegiendo un muy bien construido aprisco de madera que por su tamaño es más para caballos o vacas (que hemos visto bastantes) que para ovejas.

Sin dar las 12 comenzamos a descender siguiendo la pista que, después de liberarnos del barro, nos ha llevado hasta el collado. La pendiente también es seria y al tener piedrilla suelta requiere ciertas atenciones para no resbalar.
Seguimos por ella en constante descenso sin apenas trozos llanos. Para ahora ha salido tímidamente el sol y poco a poco se va apareciendo nuestro objetivo en todo su esplendor.

Continuamos bajando con fuertes quejas de las rodillas y a pocos minutos para la 1 llegamos a los coches. Otro poste nos informa que hemos utilizado una segunda vía para ir al Mugarra en la que el tiempo previsto es de una hora y diez minutos y ¡ojo! sin barro.
Para el segundo intento, que lo habrá, ya hemos aprendido.

Como es pronto, tomamos un vino en la Herriko cómodamente sentados y a continuación nos vamos a Lemona donde tenemos reservada una mesa en el Amorrortu.
Otro bebercio y al comedor. Para no repetir lo que siempre decimos del Amorrortu baste confirmar que el trato y el condumio son los habituales de este templo gastronómico.

Hoy, además, da la casualidad de que todos vamos con la camiseta oficial lo que nos produce un sentimiento de pertenencia a Jubiltaldea.

En la comida se comenta que la clásica será d.m. el jueves 9 de Julio dándose poderes al organizador oficial y estratega de este evento para que haga la oportuna convocatoria y así saber el número de asistentes y el medio de transporte que desean utilizar para que, como otras veces, el conseguidor saque los billetes para los que vayamos en autobús.
También tenemos un recuerdo para Ubidea y hacer algún monte por la zona de manera que se pudiese comer allí por ejemplo el próximo martes si el tiempo acompaña y no caen chuzos de punta.

Como hoy vamos con media hora de adelanto, para las 5 estamos en casa.

Se ha escrito esta crónica en Algorta a pocos días de conformarse los nuevos ayuntamientos surgidos de las urnas.

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