jueves, 30 de enero de 2014

21-1-2014 ARZIA-EGUEN-LAGUNA

ARZIA, ILSO EGUEN y LAGUNA
21/01/2014












Somos 10 (1+9) jubiltaldeos (hoy será fácil para el ecónomo hacer las cuentas) los que nos encontramos en el batzoki de Güeñes a las 9:30 para tomar el cafecito, elemento importante en nuestras salidas montañeras.
A estas horas la temperatura es fresca (4º) y todas las previsiones anuncian la ausencia de lluvias.


Están a punto de dar las 10 cuando debidamente pertrechados arrancamos hacia el objetivo.
Transitamos unos metros por el pueblo y tras cruzar la autovía por un puente subimos al barrio de Orbijana donde se nos acaba el asfalto. Afortunadamente la señalización está clara.
Nada más abandonar la civilización tenemos una subida no muy exigente pero con barro arcilloso, pegajoso y resbaloso que hace que caminemos con mucho cuidado para no resbalar o meter el pie hasta el tobillo en trampas perfectamente camufladas.
Al principio andamos tratando de evitarlo pero a medida que seguimos andando y subiendo nos convencemos de que todo es inútil y lo verdaderamente importante es no caerse.


El los pocos momentos en que podemos levantar la vista del suelo contemplamos los rayos de sol dejándose ver entre la bruma que emerge de los valles rodeando las montañas, algunas de ellas con nieve.


Después de media hora llegamos a la carretera que va de Gordexola a Güeñes a la altura de maderas Portillo pero sólo andamos por ella unos escasos 300m ya que tiramos a nuestra derecha y nos adentramos en un pinar en el que se están realizando labores forestales con lo que el tema del barro adquiere proporciones colosales.


A las 11 entramos en una pista de piedra apisonada y anchura considerable que nos permite, mientras seguimos subiendo, poder mantener charlas animadas puesto que la subida, aunque constante y larga, es muy llevadera.
Al llegar al collado la abandonamos y a través de campa y camino, ya sin barro, llegamos al cordal por el que llegamos al ilso Laguna (553 m.) a las 12 menos cuarto.


Sin pararnos apenas, nos dirigimos al ilso Eguen (563 m.) en donde, como ya son las 12, procedemos a tomar el amaiketako mientras repasamos nuestras nociones de geografía montañera pues las vistas abarcan los 360º desde los montes de Ordunte a Gorbea, Amboto, Galarraga o Ganeko pasando por la sierra Salvada. Todos los montes de cierta entidad tienen bastante nieve.


Después de un cuarto de hora, foto incluida, seguimos hacia el Arzia (565 m.) que como está a tiro de piedra, pues los tres pertenecen a la sierra de Santxosolo, llegamos enseguida pudiendo incluir en nuestro palmarés un “tres en uno”.


La bajada por desobediencia al guía beta, que es demasiado bueno y generoso con los indisciplinados, la hacemos en dos grupos. Uno, siguiéndole a él, que es por donde se debía ir, y el otro bajando directamente a la pista por la que habíamos subido y que se veía atravesando un pinar bastante sucio de ramas cortadas recientemente, con fuerte pendiente pero afortunadamente sin barro. El típico atajo
Una vez todos juntos seguimos el mismo camino que la subida pero ya sin importarnos nada el barro porque de perdidos al rio. La única preocupación es la de no caerse y mancharse lo menos posible.


A las 2 estamos en los coches con labores de adecentamiento más lentas que otras veces pues se incluye el desbarrado de las botas, retirada de las polainas e incluso, los más previsores o presumidos, cambio de pantalones.


Como ya es conocido nos vamos a comer al Katay (por un despiste este cronista puso Satay la última vez que estuvimos) previo blanquito con almendras fritas saladas que, por cierto, son las últimas del stock del jubiltaldeo aportante.


Comemos a gusto y en la sobremesa se habla del Camino de Santiago y de la necesidad de coordinar las diferentes sensibilidades de quienes van con intención de hacerlo como en etapas anteriores y los que van con coches de apoyo e inquietudes turísticas. Se prevé una reunión monográfica una vez que se incorpore el guía alfa.


A las 4:30 dejamos el restaurante y como estamos cerca, alrededor de las 5 llegamos en casa para iniciar la limpieza del material y dejarlo en perfecto estado de revista para la próxima salida.


Se escribe esta crónica en Algorta el 23 de Enero de 2013 día en que se inaugura la temporada de sidra en Bizkaia.

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