viernes, 22 de enero de 2010

19-1-2010 GORBEIA

GORBEIA DESDE ZARATE
19/01/2010


No nos estaban resultando los hados muy favorables en las dos últimas salidas al Gorbeia y al Ganerantz (ésta concretada en un caldito en La Arboleda y para casa), ambas fallidas por causas climatológicas adversas.

Se palpaba en el ambiente jubiltaldeo cierto mono de gesta montañera así que nuestro estratega, aprovechando la apertura de una ventana en el cielo, cual si fuese el lanzamiento de una nueva misión espacial, fijó las coordenadas para un nuevo asalto al Gorbeia.
Con mucho ánimo, a las 9 estábamos 10 jubiltaldeos y una sobrina en el restop de Altube para reagruparnos y tomar el cafelito, por cierto, bastante caro.

Debido a una comunicación deficiente, no todos hemos traído comida por si teníamos que comer en el monte, por cuestiones de horario, lo que origina un breve debate sobre si nos dará o no tiempo para comer como Dios manda y los estatutos no escritos establecen. Al final, se compra una barra de pan, por si acaso, pero la firme determinación de los forofos estatutarios me hace pensar que hoy no comemos de bocata.

Dejamos los coches en Zárate, junto a una fuente de agua cristalina cuya utilidad para cuando regresemos está en la mente de todos, y rápidamente nos pertrechamos para la subida.
Son las 9.30, la temperatura aquí abajo (720m. más o menos) es agradable y el cielo está plomizo con nubes bajas que no nos permitirán contemplar el paisaje.

El barro, el agua, la nieve y todos estos elementos tomados de dos en dos y/o de tres en tres, nos acompañan en la ascensión, que la hacemos, según los expertos, manteniendo, e incluso mejorando, los tiempos que de vez en cuando aparecen en los carteles indicativos.

A medida que vamos subiendo, sin excesiva pendiente, los pinos, los robles y algún que otro acebo, van dejando paso al matorral y por último a la hierba pelada.

Como nos pilla de paso y hay hambre de cumbres, nos sacamos una foto en el buzón del Pagazuri (1.220m.) a unos 25 minutos de la meta.

Desde aquí, sin prisas, con un viento sur, frío y potente, cada vez más fuerte, pero sin nada de nieve, llegamos a la cruz en la que por razones obvias sólo permanecemos el tiempo necesario para la foto.
Durante la ascensión nos hemos cruzado con cuatro montañeros uno de ellos en pantalón corto, toma ya, y otros tres que han llegado a la cima por la vía norte.

El descenso lo hacemos por la misma ruta, con una parada en el bosquecillo donde la manzana y los frutos secos nos reponen las fuerzas. Dada la hora que es, se parlamenta la posibilidad de comer de cuchara y gracias a las modernas comunicaciones inalámbricas contactamos con el templo gastronómico de Ubidea donde nos esperarán hasta las tres y media. Esta noticia produce gran alivio, alegría y satisfacción de los presentes, sobre todo de los que no llevaban en la mochila más que el amaiketako.

Hay un momento en que empiezan a caer algunas gotas pero parece ser que es el resultado del cambio del viento, por otra parte ya anunciado por Ana Urrutia. Como quien no quiere la cosa, la bruma desaparece y empezamos a contemplar el paisaje que nos rodea.

Tras 5 horas (cinco horas) minuto arriba minuto abajo, de ininterrumpido caminar, llegamos a los coches. Nos adecentamos, algunos limpian primorosamente el barro de sus botas y sin más dilación nos vamos a Ubidea donde la comida, sin la espectacularidad de otras veces, cosa normal dada la hora que es, pero con la cantidad, el sabor y la simpatía de siempre, nos deja satisfechos.
“Chicos, total 15”
Antes de ir cada mochuelo a su olivo, pasamos por la quesería, ya a punto de cerrar por falta de existencias hasta la próxima temporada, para adquirir los pocos quesos de Idiazábal que les quedaban.

Como hoy hemos hecho monte, monte y además en condiciones que rozan la épica, el núcleo duro y responsable de Jubiltaldea se ha quedado satisfecho y no ha puesto pegas para que el vocal de salidas pueda pensar en alguna más tranquila para el próximo martes, si el tiempo acompaña.

Y sin contratiempos llegamos a nuestras casas cuando ya está empezando a caer la lluvia anunciada.

Algorta el 21 de Enero de 2010

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