lunes, 17 de noviembre de 2014

4-11-2014 EXCURSION A LA RIOJA

EXCURSION A LA RIOJA
04/11/2014


Esta salida empieza a ser una clásica, o mejor dicho, es ya una clásica porque en destino y fecha es como la del pasado año salvo algunos matices que no son menoscabo para su clasicismo.

Así pues, el día de autos las cuatro cordadas procedentes de Bizkaia más la procedente de La Rioja nos encontramos, en La Bastida y en el bar de siempre, a las 10, con puntualidad británica, para saludarnos y tomar el cafelito. En total somos 14 jubiltaldeos.
Entre las alternativas que nos presenta el guía local resulta ganadora por abrumadora mayoría la del paseo ya que el tiempo, una vez acabado el largo verano, está nublado sin paliativos, hace bastante fresco y no se vislumbran trazas de mejoría.

De acuerdo con el plan, dejamos los coches en el parquin situado junto a la ermita de San Ginés (santo majo y cortés) y empezamos a andar, bien pertrechados, a las 10:30.
La pista en cómoda y como el piso es de piedra y arenisca, pese a haber llovido ayer bastante, apenas tiene barro.
Ya en los primeros minutos se rompe el pelotón y 8 de los nuestros le siguen, como si fuese un santo profeta, al espontáneo que vuelve a erigirse en guía. El resto vamos andando con el lugareño que por el camino nos explica las últimas técnicas para vendimiar con máquinas que solo cosechan los granos de uva por aspiración.

Poco antes de la desviación a Salinillas de Buradón nos paramos ante el monumento al Tres en Raya situado encima de un bloque de piedra plana con el “terreno de juego” forjado en hierro y junto a él un recipiente con piedras rojas y blancas.
Del grupo de cabeza, ni rastro.

Pasamos una alambrada y con peor pista, algo más embarrada, empezamos a subir hasta llegar a la torre de Tabuérniga (para más información ver crónica del pasado año). Seguimos ruta y, como no sabemos nada del resto, en un cruce de caminos paramos y gracias a la tecnología inalámbrica averiguamos que nuestros amigos han ido por el mal camino y, como en el pecado está la penitencia, tiene que regresar porque de haber seguido llegaban al Toloño, a la sazón con bastante niebla.

Como no es cuestión de esperarles para no quedarnos fríos, dejamos bien señalizado cualquier cruce, por nimio que sea, no vaya a ser que lo confundan con un atajo los que son muy proclives a estos experimentos, un par de los cuales van en ese grupo, y nosotros seguimos caminando a un paso equivalente a ver escaparates que como no los hay los sustituimos por el de ver setas que por cierto no nos parece ninguna buena.

A las 12:15 llegamos a un mirador cerca de San Cristóbal donde nos detenemos y damos por finalizada la ascensión. Desde aquí se contempla prácticamente toda la rioja incluida la alavesa, con la única pena de que al no haber ni un rayo de sol el colorido cromático de las vides es un poco apagado.
Pronto nos juntamos todos y descansamos un rato para tomar un ligero amaiketako que se reparte entre los de mochila y los de las manos en los bolsillos.

Mientras bajamos, por la misma ruta, empieza a llover y llegamos a los coches con los paraguas a pleno rendimiento. Faltan 10 minutos para que den las dos.
Los que tienen ropa se cambian y directamente nos vamos a Labastida a tomar el vino de rigor que esta vez es por cuenta de un jubiltaldeo que hace unos días superó con creces los 60 años.
Otro vino más, esta vez a cuenta del fondo y directamente a comer al Jatorrena, muy bien atendidos, con el siguiente menú:
Patatas a la riojana. Muy buenas
Caparrones con sacramentos. Excelentes.
Chuletillas de cordero a la brasa. Las hay con palo y sin palo, servidas con su brasa para no enfriarse.
Postre: Flan con mantecado de vainilla

Cafés y que yo sepa no se sacan chupitos. Los puritos se reparten a la salida y veo gente, de la liga antitabaco, que se atreve a encenderlo.

A las 5 abandonamos el local y bien abrigados porque hace bastante frío y caen algunas gotas damos una vuelta por el pueblo recalando finalmente en el hogar del jubilado situado junto al ayuntamiento donde algunos toman un cafelito e incluso el chupito que antes no pudo ser.

Después de prácticamente una hora de paseo y fotos, porque hoy ha venido el fotógrafo oficial de Jubiltaldea, montamos en los coches.
La lluvia, a veces fuerte, nos acompaña durante todo el viaje y a las 7:20, al menos yo, ya estoy en casa.

Se escribe esta crónica el 6 de Noviembre de 2014 en Algorta, el día después de la preocupante derrota del Athletic por parte del Oporto en la Champions League.

No hay comentarios:

Publicar un comentario