lunes, 26 de noviembre de 2012

20-11-2012 URKIOLA


RONDO POR URKIOLA

20/11/2012




A las 9:15 con puntualidad británica estamos 11 (10+1) jubiltaldeos en la herriko de Mañaria para tomar el café previo a la salida montañera de los martes.

Cumplido este trámite, cogemos los coches y subimos hasta el puerto de Urkiola para desde allí iniciar la jornada, no sin antes reservar mesa en el Bizkarra para comer.

El día se presenta majo aunque la temperatura es fresca, al menos por ahora.

No tenemos guías oficiales y ninguno de los presentes quiere tomar el mando, preludio de lo que nos espera.

Empezamos a andar a las 9:45 bien abrigados porque hace un viento sur bastante fuerte lo que aumenta la sensación de frio.

Por la pista que pasa junto al santuario y flanqueados por hayas (ya con colores mortecinos), robles, abetos Douglas y demás coníferas llegamos, al cabo de una hora, a las campas de Pol-Pol donde nos desviamos a la izquierda para ir al Alluitz.

Ahora el camino se hace estrecho y vamos subiendo entre tierra y piedras hasta llegar al cabo de un cuarto de hora al collado de Larrano donde nos tenemos que proteger del viento detrás de la chabola y se empiezan a oír las primeras voces sensatas. No obstante seguimos adelante entre hojas y piedras que nos hacen estar muy atentos para no dar pasos en falso, pero como al principio nos movemos por la cara este no sentimos la fuerza del viento.

En cuanto asomamos al sur ya la cosa en vez de desagradable se torna peligrosa, máxime teniendo en cuenta que hay que atravesar el Paso del Diablo. Por unanimidad y por cordura desistimos del objetivo para el que tendremos tiempos mejores.

Retrocedemos lo andado y volvemos a tomar la pista que pasa junto al refugio llegando a la señal que indica el camino al Anboto. Si existía alguna intención de subirlo, dos montañeros que en ese momento volvían (no sabemos si habían hecho cumbre) nos informan de las dificultades producidas por el viento. Otro al que tampoco subimos.

Como son casi las 12 y por tanto hora del amaiketako, paramos junto a unas grandes piedras, restos de una antigua cantera que en su día existió por allí.

Veinte minutos después y tras una breve asamblea nos dirigimos a Zabalandi a donde, por falta de tiempo, tampoco llegamos pero que sirve para que los irredentos seteros husmeen por la zona.

Hoy podríamos decir que hemos alcanzado el Dubitamendi, monte de altura incierta, cumbres variadas y destinos inconclusos.

Para la vuelta hacemos un rondo hasta llegar al desvío que señala Otxandio y Urkiola. Dejamos momentáneamente la pista para, por un sendero, llegar a la fuente que con tres potentes caños, con agua fresca eso sí, pero con fuerte sabor a hierro, se encuentra en las campas de Pol-Pol.

A partir de aquí, retomamos otra vez la pista y con ratos de sol, porque las nubes empiezan a llegar, y siempre en amena conversación, llegamos a los coches a las 2:15.
Los tres seteros rezagados, que hoy solo han ido a pardillas, llegan un cuarto de hora más tarde. Juran que han pasado por el Urkiolamendi por lo que, guiado por la buena fe del cronista y pese no haberlo comprobado de primera mano, aquí queda constancia.

Los txakolís y cervezas, con las tradicionales almendras un poco más gordas que otras veces, los tomamos todos juntos antes de pasar al comedor.
Como el restaurante es un habitual de Jubiltaldea solo diré que en todo, es decir variedad, cantidad, calidad y amabilidad ha estado como siempre.

En la sobremesa y en espera que los guías oficiales se puedan ir incorporando a las salidas montañeras se comenta la posibilidad de volver a intentar el Orixol desde algún punto del mapa por el que su subida sea más corta que desde Urkiola cuyos resultados se han podido comprobar hoy.

Pasadas las 5 y amenazando lluvia que caerá durante el viaje, nos vamos para casa.

Se ha escrito esta crónica en Algorta, el 21 de Noviembre, día en que se ha constituido el parlamento vasco para iniciar la décima legislatura.



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