BIZKARGI
11/01/2011
Alrededor de las 9,15 vamos llegando 11 jubiltaldeos al batzoki de Larrabetzu. Después del café y de asegurarnos de que estábamos todos, ni uno más, ni uno menos, nos dirigimos en los coches al barrio de Goikolegea o Goikolexea aparcando junto a la iglesia juradera de San Emeterio y San Celedonio.
La temperatura es buena y no hace viento pero llover vaya que si llueve aunque confiamos ciegamente en Ana Urrutia y los modelos meteorológicos de EITB que para hoy han anunciado un día oscuro pero prácticamente sin lluvia, circunstancia que, por ahora no se está cumpliendo.
Como sigue lloviendo, el cura, que anda por allí, nos abre el pórtico de la iglesia para equiparnos. Salimos a las 10,15 con los paraguas abiertos.
Por carretera asfaltada, sin grandes cuestas, llegamos tras una hora escasa de marcha al barrio de Barrenetxe, punto donde muere el asfalto. Por ahora todo bien y el paraguas en intermitente con algún que otro chubasco moderado entre sirimiri y sirimiri.
Nada más dejar la carretera empezamos a catar, pero solo a catar, el barro. Al principio vamos por una campa que bordea un pinar hasta no nos queda más remedio que adentrarnos en él. Como el camino no está muy machacado y el piñurri nos protege, lo del barro es llevadero.
Salimos a un cortafuegos de la conducción de gas Bermeo-Lemona que tiene una pendiente corta pero intensa. El asunto barro va incrementando su presencia. Ah! Y por supuesto sigue lloviendo. Empezamos a hacer equilibrios, con una mano en el bastón y la otra en el paraguas, como si fuésemos funámbulos.
Cuando se desvía el gaseoducto, debido a una mala interpretación de las instrucciones de ruta, tiramos a la derecha en vez de tirar derechos. Desde aquí el andar es una pequeña tortura porque el protagonista, de color chocolate con leche con ligeros toques de arcilla rojiza, nos acompañará hasta la cumbre con pocas posibilidades de escapatoria porque es imposible usar los “arcenes” ya que están llenos de maleza. Las sacas, entresacas y matarrasas son el terror del montañero cuando llueve o ha llovido.
Estamos en el Bizkargi (565m.) a eso de las 12 y menos mal que en la ermita de Santacruz nos podemos proteger para tomar el amaiketako en seco. Todo alrededor está cubierto por la bruma que producen las nubes bajas así que, como no se puede ver nada, en un cuarto de hora reemprendemos el descenso con el pensamiento fijado en mantener el equilibrio.
A la postre no ha sido tan grave ya que utilizamos otro camino que atraviesa un pinar que lleva sin problemas justo en el punto en que antes hemos dejado el gaseoducto.
A partir de ahora la cosa vuelve a ser más cómoda y aunque nos despistamos un poco de la ruta, el guía alfa nos reconduce, firme pero amablemente, hasta llegar otra vez al asfalto que lo cogemos con gusto. Es ya la una y cuarto.
Prácticamente sin lluvia y lógicamente con más visibilidad llegamos a los coches en media hora. Como el pórtico lo tenemos abierto nos podemos cambiar sin sujetar el paraguas porque oh! sorpresa, se ha puesto a llover otra vez.
Comemos en el batzoki de Sondika cuyo cocinero o chef es hijo de uno de los jubiltaldeos presentes con lo cual está todo dicho por la cuenta que le tiene (al hijo).
La comida, de estilo casero y de raciones abundantes, satisface plenamente al personal como lo demuestra el hecho de que las antenas de este cronista no registrasen ninguna queja.
Durante el almuerzo y sobremesa se tratan variados temas entre los que se encuentran diversas ideas que se expondrán y serán sometidas a debate en la Asamblea anual que se celebrará, en única convocatoria, el próximo día 20 en que celebraremos el 7ºaniversario del nacimiento de Jubiltaldea.
Para las 6 estamos en casa y en cuanto a los pronósticos para hoy algo le ha debido de pasar a la borrasca durante la noche porque hemos tenido el día prácticamente pasado por agua.
Se escribe esta crónica en Algorta el 12 de Enero de 2011 aplicando las nuevas reglas de la ortografía española.
OTRO SI
Me indican los insumisos que fueron andando el pasado martes desde Arrigorriaga que su destino no fue Etxebarri , como en principio estaba previsto, sino que llegaron a Bolueta.
Queda dicho porque es de justicia decirlo.
11/01/2011
Alrededor de las 9,15 vamos llegando 11 jubiltaldeos al batzoki de Larrabetzu. Después del café y de asegurarnos de que estábamos todos, ni uno más, ni uno menos, nos dirigimos en los coches al barrio de Goikolegea o Goikolexea aparcando junto a la iglesia juradera de San Emeterio y San Celedonio.
La temperatura es buena y no hace viento pero llover vaya que si llueve aunque confiamos ciegamente en Ana Urrutia y los modelos meteorológicos de EITB que para hoy han anunciado un día oscuro pero prácticamente sin lluvia, circunstancia que, por ahora no se está cumpliendo.
Como sigue lloviendo, el cura, que anda por allí, nos abre el pórtico de la iglesia para equiparnos. Salimos a las 10,15 con los paraguas abiertos.
Por carretera asfaltada, sin grandes cuestas, llegamos tras una hora escasa de marcha al barrio de Barrenetxe, punto donde muere el asfalto. Por ahora todo bien y el paraguas en intermitente con algún que otro chubasco moderado entre sirimiri y sirimiri.
Nada más dejar la carretera empezamos a catar, pero solo a catar, el barro. Al principio vamos por una campa que bordea un pinar hasta no nos queda más remedio que adentrarnos en él. Como el camino no está muy machacado y el piñurri nos protege, lo del barro es llevadero.
Salimos a un cortafuegos de la conducción de gas Bermeo-Lemona que tiene una pendiente corta pero intensa. El asunto barro va incrementando su presencia. Ah! Y por supuesto sigue lloviendo. Empezamos a hacer equilibrios, con una mano en el bastón y la otra en el paraguas, como si fuésemos funámbulos.
Cuando se desvía el gaseoducto, debido a una mala interpretación de las instrucciones de ruta, tiramos a la derecha en vez de tirar derechos. Desde aquí el andar es una pequeña tortura porque el protagonista, de color chocolate con leche con ligeros toques de arcilla rojiza, nos acompañará hasta la cumbre con pocas posibilidades de escapatoria porque es imposible usar los “arcenes” ya que están llenos de maleza. Las sacas, entresacas y matarrasas son el terror del montañero cuando llueve o ha llovido.
Estamos en el Bizkargi (565m.) a eso de las 12 y menos mal que en la ermita de Santacruz nos podemos proteger para tomar el amaiketako en seco. Todo alrededor está cubierto por la bruma que producen las nubes bajas así que, como no se puede ver nada, en un cuarto de hora reemprendemos el descenso con el pensamiento fijado en mantener el equilibrio.
A la postre no ha sido tan grave ya que utilizamos otro camino que atraviesa un pinar que lleva sin problemas justo en el punto en que antes hemos dejado el gaseoducto.
A partir de ahora la cosa vuelve a ser más cómoda y aunque nos despistamos un poco de la ruta, el guía alfa nos reconduce, firme pero amablemente, hasta llegar otra vez al asfalto que lo cogemos con gusto. Es ya la una y cuarto.
Prácticamente sin lluvia y lógicamente con más visibilidad llegamos a los coches en media hora. Como el pórtico lo tenemos abierto nos podemos cambiar sin sujetar el paraguas porque oh! sorpresa, se ha puesto a llover otra vez.
Comemos en el batzoki de Sondika cuyo cocinero o chef es hijo de uno de los jubiltaldeos presentes con lo cual está todo dicho por la cuenta que le tiene (al hijo).
La comida, de estilo casero y de raciones abundantes, satisface plenamente al personal como lo demuestra el hecho de que las antenas de este cronista no registrasen ninguna queja.
Durante el almuerzo y sobremesa se tratan variados temas entre los que se encuentran diversas ideas que se expondrán y serán sometidas a debate en la Asamblea anual que se celebrará, en única convocatoria, el próximo día 20 en que celebraremos el 7ºaniversario del nacimiento de Jubiltaldea.
Para las 6 estamos en casa y en cuanto a los pronósticos para hoy algo le ha debido de pasar a la borrasca durante la noche porque hemos tenido el día prácticamente pasado por agua.
Se escribe esta crónica en Algorta el 12 de Enero de 2011 aplicando las nuevas reglas de la ortografía española.
OTRO SI
Me indican los insumisos que fueron andando el pasado martes desde Arrigorriaga que su destino no fue Etxebarri , como en principio estaba previsto, sino que llegaron a Bolueta.
Queda dicho porque es de justicia decirlo.
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