martes, 27 de diciembre de 2011

27-12-2011 UNBE desde LOIU

UNBE MENDI

La semana pasada por culpa de la lluvia no hubo convocatoria, pero hoy acudimos a la cita en la Iglesia de Loiu, diez Jubiltadeos y el embajador del grupo en la provincia de San Juan (Argentina), que todos los años por estas fiestas viene a rendir cuentas de su gestión, cuentas que son aprobadas por unanimidad.
Tras el café reparador, dado que hoy tenemos una mañana de cielo despejado y temperatura de un dígito, emprendemos el camino hacia el objetivo de hoy que es el Monte Unbe (302 metros),  por la acera que paralela a la carretera nos lleva al cruce en dirección a la zona de los colegios de Urdaneta, Munabe, Lauros etc. Esta ruta en coche es muy habitual, pero andando es todo un descubrimiento, pues discurre por casas, caseríos, ermitas, molino y un frontón que recuerda a los frontones de Iparralde por carecer de la pared izquierda, bueno y de la derecha, solo tiene frontis.

Pasada esta zona rural-urbana el camino pasa a ser más montañero en dirección a la cumbre, a la cual accedemos tras una pequeña incursión por la Urbanización Unbe-Mendi, desde la cual se divisa una panorámica magnífica del Abra.
En la cumbre las vistas son muy amplias, Gorbea, Amboto, Jata, Oiz, Candina y unos picos nevados por la zona de Burgos-Cantabria, alguno dice ver el Larrun en Francia, reponemos fuerzas y tras un vistazo a un Belén que un Jubiltadeo descubre en un monolito, emprendemos el descenso, en dirección al parque de Akarlanda.

El cielo se mantiene azul y aunque la temperatura ya pasa de un dígito, al pasar por las zonas sombrías en los charcos se mezcla el agua y el hielo. Tras cruzar la carretera de Unbe llegamos al parque de Akarlanda, lugar de grato recuerdo para un Jubiltadeo, dado que en este lugar se doctoró en Micología.
En el parque hay un restaurante que, previa consulta del menú, reservamos para comer en él. Continuamos hacia Loiu donde tenemos los coches y como tenemos tiempo de sobra nos tomamos el aperitivo en el mismo tasco del café de esta mañana.

Una vez aseados y cambiados de ropa nos dirigimos en los coches a comer. En el restaurante ya nos esperaban y sin más tardar pasamos al comedor. La comida digna y bien servida, a destacar las alubias, especialidad de la casa.
En la sobremesa el tema principal es la celebración del 8º aniversario de Jubiltaldea, pero para ese asunto seréis convocados de forma oficial. A la salida del comedor la temperatura y el sol son mas de primavera y nos damos cuenta que el café y las copas hubieran estado mejor en la calle, bueno esto lo dicen los fumadores.

Aunque seguro que hay cosas que se me olvidan, doy por cerrada esta crónica desde Santutxu el 27 de Diciembre del 2011.

martes, 13 de diciembre de 2011

13-12-2011 JATA

MONTE JATA

El lugar de encuentro es el aparcamiento en el pueblo de Larrauri después de la Residencia de ancianos y la hora las 10 de la mañana.
Nos reunimos siete Jubiltaldeos y una Jubiltaldea en dicho aparcamiento y me percato que dadas las ausencias de guías Alfa y Beta, cronistas titulares y fotógrafo, la excursión se presenta complicada. Para más inri la tasca que está frente al aparcamiento está cerrada y otra que hay siguiendo la acera idem por descanso, por lo tanto hoy no tomamos cafelito.

Emprendemos el camino por zona asfaltada y al llegar a una casa-castillo al ver señales rojas-blancas nos desviamos a derecha siguiendo dichas marcas hasta llegar al cementerio donde preguntamos a un lugareño que nos indica la subida hacia un lugar que en un cartel pone se llama Tallu. El camino, de cemento, se empina hasta llegar a una granja de ocas donde preguntamos a un paisano su opinión para ascender al Jata, opinión que posteriormente no tendremos en cuenta.
Cogemos el camino indicado por el paisano pero al llegar a una pista donde hay que descender a la izquierda, nos vamos a la derecha para no perder cota. El recorrido transcurre entre bosques de eucaliptus y la dirección no es mala, pero a la vista del Jata, tenemos que bajar a unas casas porque el camino no tiene continuidad.

Por fin encontramos la pista buena que nos lleva hasta la ermita de San Miguel, desde donde se puede bajar a Bakio o hacer cumbre, optamos por lo segundo. La subida se realiza por una senda con mucha pendiente que al principio es de tierra para después pasar a tierra-piedras, con lo que la sensación es como si subiéramos escaleras y a mí me resulta una subida dura, alguno comenta que parece estamos subiendo al Gorbea. Hacemos cumbre y como el día es ventoso, se nota su presencia en la cima. Las vistas magníficas, Gaztelugatxe, Bakio, Uribe-Kosta, El Abra, la costa Cántabra, etc.

La bajada es complicada y tardamos hasta la ermita de San Miguel prácticamente igual que la subida. Ya por la pista GR-xxx descendemos sin dificultad hasta llegar a un cruce que nos desvía a la izquierda a Larrauri donde un cartel indica que está a tres Kilómetros, dudamos un pelín pero nos decidimos por hacer caso al cartel y tras un rato de seguir por la pista llegamos a un cruce que reconocemos de haber pasado por la mañana y tomando el desvío a la derecha llegamos al cementerio y la Iglesia para siguiendo la carretera asfaltada acabar en el aparcamiento donde tenemos los coches.
Tras reservar mesa en la tasca que por la mañana  estaba cerrada, nos cambiamos y vamos entrando a la barra para tomar unos vinos con las almendras habituales, esta vez la ronda corre por cuenta de un Jubiltadeo que hace poco se hizo más viejo.

La comida muy digna, el servicio muy bueno y tienen el detalle de permitir fumar con los cafés y las copas. En la tertulia se empieza a tratar de cómo y dónde celebrar el séptimo aniversario, encargar lotería a Mali y otras cuestiones menores.
Escribo esta crónica en ausencia de los cronistas titulares el 13 de Diciembre del 2011 en la parte alta de Bilbao. P.D. No hay reportaje fotográfico.

jueves, 1 de diciembre de 2011

29-11-2011 SAN VICENTE DE LA SONSIERRA

SAN VICENTE DE LA SONSIERRA. PASEO
29/11//2011


Hoy es un día atípico en cuanto a salida montañera de los martes se refiere.

Podríamos calificarlo de “paseo-seteril-para-hacer-apetito con visita a bodega y condumio posterior”.

El organizador nos cita a las 10  en Labastida a donde llegamos 15 jubiltaldeos entre los que se encuentra el vocal oficial de audiovisuales. Hace bastante frío (5º marcan los termómetro de los coches) acrecentando la sensación térmica por un ligero viento. Hay, para rematar la jugada, una niebla bastante densa pero al menos no llueve y parece que no lo va a hacer durante el día.

Después de los saludos y el correspondiente café salimos hacia Peñacerrada, pasando por Rivas de Tereso. Dejamos los coches y empezamos a andar a las 10,30 a 2,5º de temperatura.

La alternativa, para los que lo deseasen, de hacer monte queda totalmente descartada debido a la niebla por lo que todos juntos comenzamos el paseo por un camino, amplio, húmedo y alfombrado con las hojas de las hayas que lo flanquean. Inmediatamente se empiezan a divisar las setas, pardillas fundamentalmente, que recogeremos a la vuelta.

Dada la hora que es y el programa establecido, acordamos andar una hora de ida y hora y media de vuelta para dedicarnos a las setas.

A medida que avanza el día, la niebla se va disipando y para las 11 un poco pasadas empieza a lucir el sol. Picamos algo, compartiendo el amaiketako que algunos han traído, e iniciamos la vuelta.

Entre el sol y el ejercicio nos permiten desabrigarnos un poco pero sin pasarse.

Vemos algunos puestos para el pase de palomas, bastantes acebos y también nos da tiempo de recoger algo de tomillo, por desgracia un poco seco.

Llegamos a los coches cerca de la una y una vez mudados los que han traído recambios o en su defecto limpiar bien el calzado, nos dirigimos hacia san Vicente de la Sonsierra no sin antes parar en la carretera, cerca de unas viñas, para  hacer una buena cosecha de los racimos que han sobrevivido a la vendimia mecánica.

En Ramirez de Inoriza nos espera Miguel y un jubiltaldeo que se apunta a lo bueno. Tenemos preparado un aperitivo, que en principio iba a ser sólo de aceitunas, pero que a la postre tiene además, jamón, paté, tortilla de patatas, queso y anchoillas para degustar el vino blanco de la bodega. Con lo que nos viene luego nos tenemos que contener porque fresquito, rico y con 13,5º……………..

Por supuesto también hay tinto para el que quiera  que resulta que también queremos todos.

Compramos vino y, debido a que aún no está acabada la cocina en el comedor de la bodega, nos vamos al txoko que está en el centro de San Vicente. Como todavía la comida no está en su punto nos da tiempo para tomar un vino en un bar cercano a la plaza del Ayuntamiento y de paso exponer las múltiples teorías acerca del origen del nombre de Villa Divisera que aparece en el frontis del edificio consistorial.

Los 16 jubiltaldeos, con el uniforme de gala, más Vicente y su mujer Charo, que ha ejercido de cocinera de unas excelentes patatas a la riojana, nos sentamos a la mesa para, después de las patatas, darle duro al cordero asado en horno de panadero acompañado de ensalada para desengrasar.

De postre tenemos quesos con membrillo y petit chous de nata. Todo, como no podía ser menos, regado con buen vino.

Cafés, tisanas y para la digestión, orujos y patxarán a discreción.

Un jubiltaldeo, no sé si porque cumplirá años próximamente, trae unos cuantos puros lo que hace que a los que habitualmente fumamos un pitillo después de comer nos ignoren por una vez. Humo, lo que se dice humo, el de los puros.

Entre 6 y 7, pero más cerca de las 7, levantamos el campo y suave, suave nos venimos para casa.

Se escribe esta crónica en Algorta el 1 de Diciembre de 2011.   

miércoles, 23 de noviembre de 2011

22-11-2011 VENTOSO

VENTOSO desde AGÜERA
22/11//2011


Nos concentramos 14 jubiltaldeos en el hotel Arenillas para tomar el café e ir todos juntos hasta el punto de salida, es decir, a Agüera de Guriezo.

El cielo está gris tirando a oscuro, los montes de los alrededores tienen boina y la temperatura ha bajado considerablemente con respecto a días pasados pero eso no nos hace bajar la moral. Han anunciado lluvia intermitente a partir de la tarde pero, por si acaso se equivocan, vamos bien pertrechados.

Comenzamos a andar entre pitos y flautas a las 10 de la mañana. Hay, al empezar una zona algo embarrada producto de una saca que afortunadamente se desvía hacia la derecha dejando limpia la ruta por la que tenemos que subir.
Durante un buen rato circulamos por pista de hormigón flanqueada, como prácticamente toda la ascensión, por pinos de diferentes tamaños y tipos. El desnivel no es muy exigente lo que nos permite ir charlando sobre lo divino y lo humano y cómo no del Atlhetic, de las últimas elecciones y de la prima de riesgo.
Como estamos protegidos del viento, poco a poco nos vamos quitando la ropa de abrigo y también recolectando algunas setas, unas buenas y otras no tanto.

A las 11 dejamos el hormigón y pasamos a la pista de piedrilla bien apisonada que no nos supone ningún contacto con el barro pese a que ha llovido algo y hay bastante humedad. Encontramos lo que suponemos es un refugio, abierto, en un llano que los más curiosos husmean llegando a la conclusión de que no está en buen estado.

Se nos acaba la pista y ya caminando sobre yerba pasamos delante de un cartel que indica la existencia del dolmen de Arroyuelos totalmente cubierto por la maleza por lo que solamente nos queda hacer un acto de fe ya que no vemos nada. Es una pena esta dejadez.
Entramos en un pinar de excelentes especímenes en el que la cuesta es algo más exigente y cuando se nos acaba seguimos subiendo por una campa hacia donde el guía imagina que puede estar la cumbre y digo que se imagina porque la niebla se empieza a poner más densa.
El viento ahora, el estar expuestos al noroeste sin nada que nos proteja, es más fuerte y el frio más intenso lo que requiere volver a sacar la ropa de la mochila.

Conectamos, junto a una torre de alta tensión, con otra pista de piedra y tras alguna duda sobre si seguir o no, optamos por continuar por la misma en la dirección que el guía alfa, esta vez sin contestación alguna por parte del personal, señala. ¡¡Como para decir algo después de lo de Euba!!
Eso sí, por si la niebla se adensa, marcamos la ruta para la vuelta.

Pasado un rato divisamos la cumbre del Ventoso (731m.) a la que llegamos poco antes de las 12. Haciendo gala de su nombre hace un viento recio y fresco apto para que tras un chupito de agua y la foto de rigor nos larguemos sin más preámbulos. Además la niebla no permite clases de orografía, geografía ni orientación. No se ve nada.

Sin dificultad volvemos al pinar y paramos a tomar, de pie, el amaiketako que hoy tiene como suplemento un magnífico membrillo casero.

El descenso, que iniciamos a las 12,20 es cómodo y relajante lo que nos permite seguir cosechando setas y descubrir alguna otra especie arbórea como el ciprés
Lawson y bastantes acebos con sus bayas rojas que debido a la falta del sol nos resultan difíciles de distinguir.
Ahora, a nuestra izquierda podemos distinguir Los Jorrios y el Armañon que andan por los 800 m. y que quizá podamos subirlos algún día.

Uno de los jubiltaldeos se erige en defensor a ultranza de los limacos, negros y gordos, e impide que otro jubiltaldeo, cosechero de verduras y hortalizas y que conoce el carácter depredador de estos animalitos, continúe con su labor de exterminio por mor de la paz jubiltaldea.

A las dos menos diez estamos en los coches y después de cambiarnos y hacer un recuento de las setas (galampernas, champiñones, plateras, un par de boletus y algunos níscalos), esta vez sin clase magistral por falta de tiempo, nos vamos hacia Villaverde donde, en el restaurante La Calera tenemos preparada la mesa.

Si dejasen las soperas entraría en la calificación de templo gastronómico porque las raciones son abundantes y la calidad y sabor de los guisos extraordinaria (la pena es que sólo puedes catar lo que pides de primero porque los segundos generalmente son mas repartibles).

En la sobremesa se acuerda que los asistentes a la excursión a La Rioja lleven el niqui verde para los actos oficiales. Respecto al resto del equipo cada uno establecerá los parámetros de equipamiento necesarios para lo que quiera hacer (paseo, setas o molicie) teniendo en cuenta:
-Las previsiones meteorológicas para ese día.
-Las alternativas propuestas por el organizador y coordinador del evento en el correo que envió.

A las 4,30 terminamos con los cafés y copas, le pagamos al ecónomo los 15€ de siempre incluyendo los cafés de la mañana, los vinos del mediodía y la comida (sigo sin saber cómo lo hace) y ya chispeando nos damos una vuelta de 10 minutos hasta que se acaba el pueblo para emprender el camino a casa por Zalla y luego por el corredor del Cadagua.

Viaje sin problemas aunque con lluvia. Felicitaciones a las y los meteorólogos que hoy lo han clavado.

Se escribe esta crónica, por el cronista becario (me han insinuado que hay que rebajar costes), en Algorta a 23 de Noviembre de 2011, con el Atlheti en puestos de la Europa League y con la resaca del vuelco en las elecciones generales del domingo.

jueves, 17 de noviembre de 2011

15-11-2011 TRAVESIA LEMONA-EUBA POR BELATXIKIETA

TRAVESIA  LEMONA – EUBA POR BELATXIKIETA
15/11/2011

 Hemos quedado en el batzoki de Lemona a las 9,30 como punto de reunión. Al estar cerrado nos tomamos el café en un bar cercano y a las 10 empezamos a andar 12 animosos jubiltaldeos. Si nos hubiesen respetado las lesiones hoy hubiésemos alcanzado una cifra record.

El tiempo es agradable y como hace bastante que no ha llovido no esperamos tener barro y quién sabe, incluso puede haber setas.

Tras un rato por la carretera general nos desviamos a la izquierda y después de atravesar el río Arratia, afluente Ibaizábal, por carretera asfaltada y más tarde hormigonada, con pendientes exigentes unas veces y otras no tanto, pero siempre subiendo, nos dirigimos hacia el barrio de Elorriaga.

En el borde de la carretera se detecta la primera galamperna y el primer champi que son recogidas con alegría y por qué no decirlo con esperanza.

El setero sigue con ojo avizor y poco antes de llegar al barrio de Laureta  se requisan en una campa un buen surtido de lozanas galampernas

A las 10,45 llegamos al barrio de Elorriaga donde paramos un momento para reagruparnos y de paso fotografiarnos junto a la ermita de San Pedro, reconstruida en 1910 y en cuyos alrededores se encuentran unas estelas de tradición indígena y grecorromana.

A partir de aquí entramos en caminos de barro, piedra y yerba, a veces tupidos por los pinos a ambos lados y……más setas (galampernas, níscalos, coprinus y hasta un par de boletus) cuya recogida nos ralentizan la ascensión.

Cruzamos la línea del gaseoducto de Enagás, bajamos hasta unas alquerías y más o menos  a las 12 menos cuarto encontramos una señal que nos indica que llevamos recorridos 4,4 km desde Lemoa y nos queda 1Km. hasta la cumbre del Belatxikieta (662 m.) a donde llegamos un poco pasada la hora del Ángelus.

Al estar expuesto al sureste que sopla freso y fuerte nos tenemos que proteger para tomar el amaiketako con vistas al Abra, Amorebieta, Durango y los montes que las rodean.

Tras un breve descanso, con foto incluida, iniciamos el descenso hacia Euba. Nos llaman la atención los 7 u 8 refugios situados en las campas que rodean el Belatxikieta algunos de gran porte.

Seguimos por la pista que lleva a los refugios y que viene desde Bernagoitia.

La cartografía del guía alfa indica que tenemos que tirar hacia la izquierda. Vemos una valla endemoniadamente cerrada y con dudas y algún que otro mormojeo la cruzamos hasta que el sentido común y la falta de un camino franco nos hace desandar lo andado. Deliberación asamblearia con voces y murmullos que sugieren ir a Amorebieta o incluso volver a Lemona.

Cuando retrocedemos hacia los refugios vemos otra valla y aquí el guía, demostrando  por qué es el guía, decide tirar por ella. Estamos entre dudas y más mormojeos, incluso con peticiones de dimisión (la comida está en peligro), cuando surge el guía beta, que es amigo del alfa, e inicia el camino, saltándola.

Les seguimos todos y por sendas con algo de barro que afortunadamente están cubiertas de piñurri lo que las hace bastante transitables, pasadas la 1 del mediodía empezamos a ver la civilización de las primeras casas del barrio de Arkotxa y su ermita de san Bizente.

Ahora ya circulamos por carretera, cruzamos las obras del tren de alta velocidad y a las 2 estamos en la estación de Euba. Como el tren pasa a las 2,20 tenemos tiempo de tomarnos el txakoli (o las cañas) en un bar próximo.

Todos los mormojeos, dudas y maledicencias se tornan en humildes solicitudes de perdón y parabienes a mayor gloria del guía y su lugarteniente.

Son casi las tres cuando, ya acicalados llegamos al Amorrortu donde nos espera un jubiltaldeo que no ha podido resistir, pese a su lesión, faltar a la cita en este templo gastronómico.

Antes de que nos sirvan el condumio, el experto en setas lamina los dos boletus recogidos que son degustados tal cual con un poco de sal y aceite a modo de entremés.

En la comida, como somos trece, compartimos tres primeros, tres segundos, todos de un gran valor culinario e impecable cochura, y un exquisito flan comunitario.

Durante ella nos llaman por el inalámbrico para proponernos para el martes 29 una visita a La Rioja en plan paseo seteril, avituallamiento en la Bodega Ramírez de Inoriza (Bullón) y comida en su txoko, que se aprueba a falta de algunos detalles que se concretan tomando los chupitos en el batzoki a la vez que procedemos al reparto de las setas acompañada de una clase magistral, como todas, del maestro setero tanto en cuanto a su calidad como a la forma de cocinarlas.

Para las 5 estamos montados en los coches que se distribuyen por las carreteras  bizkainas según su procedencia en origen.

Sin incidencias que reseñar para las seis todos en sus casas.

Se escribe esta crónica, reposada para poder describir fielmente las emociones de la jornada, en Algorta a 16 de Noviembre de 2011 en pleno veranillo de San Martín.

martes, 8 de noviembre de 2011

8-11-2011 OKETA DESDE MURUA

MONTE OKETA –  MURUA

Los dos últimos martes no hemos salido al monte porque han sido festivos. Hoy retomamos el trabajo a pesar de las lluvias torrenciales del fin de semana y acordándonos del empate del Barcelona ante el mejor equipo del mundo y dentro de poco de la historia.

El guía alfa nos ha convocado en el Restop de Altube a las 9,30 para ascender al Oketa, ya conocido, por una ruta nueva con salida desde Murua. Acudimos a la cita diez Jubiltaldeos y una Jubiltadea y después del cafelito montamos en los coches para tras atravesar el pueblo de Murúa, aparcamos en un Parking antes de la presa, junto al Molino. Puede sorprender la cantidad de coches aparcados por toda la carretera, pero no, son seteros.

Tras prepararnos, para el barro que nos espera, comenzamos por un camino entre árboles, muy mojado por las últimas lluvias, que asciende suavemente hasta salir a la pista que parte de Etxaguen, conocida por anteriores excursiones. El resto de la subida, transcurre por pista y campa bien marcada y como la niebla ha desaparecido el paisaje es muy atractivo, por lo que paramos varias veces para admirar las vistas del Amboto, Txindoki, Azkorri y tras la llanada alavesa se aprecia el San Lorenzo ya con nieve.

En la cima reponemos fuerzas, unas fotos y para no repetir bajamos hacia la cantera y el área recreativa de Murúa, dicha bajada discurre en fuerte pendiente atravesando bosques de hayas y algún roble americano de hoja grande hasta llegar a una campa donde por la postura de unos jóvenes cogiendo setas deducimos que están a monguis

Después de la campa salimos a una pista que sorprende por lo transitada, mas recolectores de monguis, seteros, un todoterreno de la Ertzaintza, parece la subida al Paga. Llegamos a los coches sin novedades salvo la charla que mantenemos con un setero que llevaba una cesta bien surtida, para envidia de algunos.

Llegados a los coches procedemos a cambiarnos de ropa para no resfriarnos, pues a tonto y por la temperatura estamos con una buena sudada, y sin novedad llegamos a Ubidea donde Guillermo nos ha reservado mesa. No todos podemos aparcar delante del Ayuntamiento porque han realizado obras en la plaza y han reducido los sitios para aparcar. Los “Jubiltadeos Arquitectos” sentencian que la plaza ha empeorado, por talar todos los árboles que había en la antigua plaza, entre otras cosas.

Casualidades de la vida, nos encontramos con dos compañeros del BBVA que también van a comer en Ubidea, pero no nos acompañan a tomar el Txakolí por las prisas en volver a Bilbao. El txakolí es invitación de un Jubiltaldeo que cumplió años hace unos días.

Como es habitual en el Restaurante de la Casa Rural nos reciben con amabilidad y nos echan de comer de Diez, puerros, pasta, lentejas y como alguno estaba de antojo, alcachofas, siguiendo con pimientos rellenos de bacalao, pescado rebozado con pimientos, falda y por si nos apetece algo más nos ofrecen carrilleras.

Tras la tertulia y como el pueblo lo conocemos y no necesitamos abastecernos de queso, salimos a las 17,00 para nuestras respectivas casas. Comentar que hemos tardado más de lo normal ya que nos ha tocado seguir a un camión que transportaba un vagón del Talgo.

Esta crónica ha sido escrita desde el barrio de Santutxu el 8 de Noviembre del 2011 por el cronista becario del suplente.

viernes, 4 de noviembre de 2011

18-10-2011 GALLARRAGA

GALLARRAGA
18/10/2011

Hoy la cita es a las 9,00 en Sodupe.
Llegamos todos, por ausencia de caravanas, antes de la hora prevista así que para las 9, un pelín pasadas, y tomado el café, comenzamos a andar.

El cielo está despejado, no hace viento y la temperatura está fresca porque todavía el sol no ha empezado a despuntar por encima de los montes que rodean el pueblo.
Dejando el Cadagua a nuestra derecha y por el barrio de Elubarri subimos y subimos con diferentes pendientes, pero casi todas exigentes, por una pista de hormigón. Para empezar no ha estado nada mal.

En esta tesitura estamos cuando le adelantamos a una señora que nos confiesa que tiene 69 años y que todos los días hace dos veces el trayecto para dar de comer a unas vacas que tiene por allí arriba. Después de esto, cualquier queja que hubiésemos podido tener por la dureza del comienzo se queda, por vergüenza, en la intimidad de cada uno.

Se nos acaba el hormigón y después de pasar una alambrada, entramos en un camino de barro y yerba, siempre subiendo.
Tras otra valla, conectamos con la pista anterior de hormigón (con lo cual deducimos que hemos usado un atajo) y que nos lleva hasta el barrio de Sagarmínaga. Cuando llegamos al caserío que da nombre al barrio se nos acaba el hormigón y pasamos a pista de tierra.

A las 10,45 nos encontramos en el cruce del camino que viene de Okendo. Nos sacamos una foto con el Ganeko al fondo y de paso sacamos fuerzas para superar lo que nos queda. Seguimos hacia nuestro objetivo superando cuestas XXL alternando con otras de cierto relajo e incluso alguna que otra bajadita que nos hace perder altura y que luego hay que recuperar.

Así hasta el Kiputxeta cuya cumbre, a escasos 50 metros, dejamos a nuestra derecha. A partir de aquí se terminan los árboles y por tanto la sombra.
En el collado bebemos un poco de agua y, sin más, empezamos el Gallarraga que tiene un empezar de tralla al menos hasta llegar al cordal donde la pendiente se atempera un poco siendo saludados por un grupo de cabras que seguro que no han sudado mucho para llegar hasta allí.

Son las 12 menos cuarto cuando nos encontramos en la cima (906m. aunque en el buzón indicaba alguno menos).

Aparte del Ganeko tenemos a nuestra espalda los montes que hicimos la semana pasada y de frente, aunque hay bastante bruma y niebla por alguno de los valles, podemos distinguir la Sierra Salvada.
Por el noroeste empiezan a verse ya las nubes que están anunciadas pero seguimos sin gota de viento lo que nos permite tomar el amaiketako con tranquilidad contemplando el paisaje.

A las 12,10, más o menos iniciamos el descenso y si a la subida sufrían los gemelos ahora las protagonistas son las rodillas.
Usamos, durante un rato, otro camino que trascurre más alejado de la cumbre del Kiputxeta y desandamos el mismo trayecto que el de la subida, excepto que obviamos el atajo y seguimos por la carretera hasta llegar a Sodupe a las 2 del mediodía.

Nos ponemos cómodos y nos vamos a comer al restaurante de las piscinas, ya conocido por Jubiltaldea pero no obstante vuelto ser recomendado por un par de lugareños hábilmente interrogados.

La comida bien pero a toda leche. Menos mal que los cafés y copas los tomamos fuera, sin prisas, con extorno de 1€ que el ecónomo reparte pues hoy han sido 14 nada más.
Como el martes que viene es fiesta se da el día libre para que cada uno haga lo que quiera, por supuesto dentro de la legalidad y de las buenas costumbres.

Cuando empieza a cubrirse y a hacer un poco más de viento, a punto de dar las 4,30 abandonamos el lugar evitando también que nos coja la vorágine de la salida de los críos de la cercana ikastola.
Sin caravanas, en media hora llegamos a casa.

Se escribe esta crónica en Algorta a 19 de Octubre de 2011, día en el que por fin ha llovido a gusto.

11-10-2011 ZAMAIA II

ZAMAIA – GONGUEDA (CAPITULO II)
11 de OCTUBRE de 2011


A las 9,45, con 15º de temperatura y niebla, 9 jubiltaldeos empezamos a andar desde la plaza de Alonsótegui, después de tomar el cafecito por supuesto, para terminar el trabajo que nos quedó pendiente la semana pasada.

Dejamos la ermita-capilla de San Juan a nuestra izquierda y por el barrio de Azordoiaga vamos camino de la zona recreativa de la Fuente del Oro. En otras palabras, el mismo camino que utilizamos la semana pasada para volver a los coches.

La pista, por ahora sin desniveles excesivos, circunstancia que nos permite ir charlando, es de piedra apisonada, todavía húmeda por las lluvias del domingo.
Los cruces de los caminos están perfectamente señalizados.

Poco a poco se va abriendo el cielo y para antes de las 11 ya lo tenemos totalmente despejado, más por la altura que porque haya desaparecido la niebla que sigue aferrada en algunos valles.

Cruzamos una zona de castaños y robles, estos últimos con una hoja mucho más grande y puntiaguda que la del roble americano. Nuestro naturalista de cabecera dice que son robles pero no conoce su especie de las muchas que tiene este género de árboles.

A medida que vamos cogiendo altura la pista va teniendo más tierra y menos piedra pero, en general, está de muy buen ver. No sé cómo quedará cuando el día de mañana entren las máquinas para efectuar labores forestales.
A la altura de una de las señales que indican que a Zamaia son 500m. salimos de la pista y empezamos a subir por un camino de tierra y luego por camino de yerba que es una gozada pisar.
Los 500m. son, en realidad, a la sima que en su día era la entrada a la mina Zamaia perteneciente allá en 1904 a la “Sociedad minera Alonsótegui”. El agujerito tiene, eso dicen, 90 m de profundidad pero no lo hemos podido comprobar porque además de estar lleno de matorrales, el acercarse mucho constituye un riesgo más que evidente

Seguimos ruta, siempre por yerba hasta el Zamaia (609m.). Como todavía no han dado las 12, no paramos y nos dirigimos al Gongeda (659m.) al que llegamos, después de una subida corta pero de las que exigen silencio, un cuarto de hora más tarde.
Como la cima está completamente cubierta de excrementos de oveja, las moscas campan a sus anchas y ante la posibilidad de que cualquier cambio de menú les resulte atrayente, tras una foto rápida, nos vamos a tomar el amaiketako un poco más abajo, libres ya de bichos.
Estamos a tiro de piedra del Ganeko, pero por cuestiones de intendencia, con gran pena por parte del núcleo duro, desistimos su ascensión. Menos mal.

A las 12,30 iniciamos el regreso por donde hemos venido pero en uno de los desvíos (El Somo a 2,7km y El Oro a 4Km) optamos por ir hacia el primero. Es la una menos diez y tenemos tiempo.
Cuando llegamos al albergue Mendizain (cerrado) nos surge una pequeña duda sobre cual dirección tomar pero hete aquí que ¡Aleluya! nos surge del anonimato un nuevo guía a añadir a los oficiales y a los espontáneos circunstanciales. Interpretando un cartel a escasos metros del albergue, con mano firme y pulso seguro lacónicamente nos dice: “A mano izquierda y a cuatrocientos metros volvemos a la pista”.

Así ha sido y más de un murmullo se ha tenido que callar.

No sé si por ausencia del maestro setalari que ha escusado su asistencia, pero lo cierto es que, pese a las recientes lluvias, no hemos visto ni una de muestra.

Retomamos el camino principal y después de volver a pasar por el Oro llegamos a los coches pasadas las 2 del mediodía.
Nos adecentamos, nos ponemos calzado cómodo y a darle al txakolí-cañas con la amable invitación de un jubiltaldeo cumplidor de años.
La comida, en el mismo sitio que la semana anterior, pero con el fallo de los callos cuya salsa en vez de estar hecha con choriceros estaba hecha con tomate.

El café y las copas, lo mismo pero sin bombones.

Estamos charlando y proponiendo sugerencias para la cumbre del próximo martes. A las 5 todos para casa sin ningún contratiempo circulatorio.

Esta crónica se escribe en Górliz, día del Pilar y demás luna llena, el 12 de Octubre de 2011, producida, dirigida e interpretada por Jubiltaldea Records.

4-10-2011 ZAMAIA I

ZAMAIA - GONGUEDA
4 de OCTUBRE de 2011


La cita es a las 10 en la plaza de Alonsótegui a la que llegamos sin apenas caravanas, es decir en un plis plas
Tomamos el café sólo 9 jubiltaldeos, con ausencias importantes como la del fotógrafo y guía alfa, la del fotógrafo suplente y la del ecónomo que, como en las películas de guerra, son inmediatamente sustituidos por los supervivientes.

Hace un día precioso, fresco por la mañana pero como las predicciones, que se han cumplido, anuncian calor como los días precedentes, el guía alfa ha preparado una salida en la que predomina la sombra.

La convocatoria pretendía la ascensión a los montes que dan título a la crónica pero conversaciones de última hora le convencen al dialogante guía omega a cambiar la dirección de ataque a las mencionadas cumbres.

A las 10 empezamos a andar y por Errota bidea llegamos a la capillita, si es que eso es una capilla, de San Juan Bautista que tiene un icono copia del original que se encuentra en Serbia.
Por carretera asfaltada, luego por hormigonada y por último de piedrilla apisonada, siempre subiendo en algunos tramos de forma exigente pero casi siempre por sombra proporcionada por pinos, llegamos, transcurrida una hora de marcha, al agroturismo Ordaola.

Paramos un momento para consultar un cartel explicativo y de paso sacar una foto para seguir subiendo, ahora con peor pista hasta el cruce que va hacia el Pagasarri (izda.) o al Zamaia (decha.). Son ya las 12 menos cuarto y aquí nadie habla del amaiketako.
La pista desciende suavemente atravesando una masa, no muy grande, de robles que por su porte y tamaño llevaban ahí bastantes años formando una isla entre tanto pino.

A punto de originarse un motín paramos para el amaiketako en la base del Pilipaondo. Tras unos metros de duda cogemos el buen camino que poco a poco nos acerca al Zamaia.
En un recodo los que van los primeros avisan de la existencia de unas setas, al parecer, buenas. Llegado al lugar el experto setalari confirma el diagnóstico y procede a su recolección. Prácticamente un milagro, viene a sentenciar

Son ya la 1 cuando se nos presenta el dilema de hacer cumbre o comer de cuchara y lógicamente se decide, sin tener que llegar a la votación, comer sentados. Y eso que estamos a poco menos que un kilómetro de la meta pero con un fuerte desnivel, lo que nos llevaría un buen rato. Además, esta parte está orientada al sur y el calor es fuerte.

El guía omega, que ya he dicho es dialogante, propone, para calmar las ansias del núcleo duro, hacer la semana que viene las cumbres previstas para hoy quedando, por si acaso, un poco antes y utilizando otra ruta.
Pasamos por el área recreativa El Oro, perfectamente pertrechada de todo lo necesario para pasar el día, sobre todo con una sombra que daba envidia.

Entramos en Alonsótegui por la parte de atrás de la capillita de San Juan Bautista con lo que se cierra el “Rondó al Pantano de Artiba” que es como se tenía que haber titulado la salida de hoy.

Llegamos a los coches a las 2,15 y tras un rápido adecentamiento en seco, nos vamos a tomar el vino de rigor. Hoy las cañas de cerveza han ganado por goleada.

Comemos en el Aritemendi, situado en la Andra Mari enparantza, el menú del día con la aprobación unánime de todos los comensales en cuanto a la cantidad y calidad de los platos.
El café y los chupitos, acompañados de unos excelentes bombones recién traídos de Bélgica, los tomamos en la terraza con un airecillo muy agradable que a más de uno le ha puesto en trance de echar una cabezada.

Las cuentas salen a la primera y además a 15€ per cápita. En lo que atañe al relevo generacional y/o contrato de sustitución del ecónomo oficial podemos estar tranquilos.

A las 5 nos despedimos y sin problemas, como a la ida, en poco más de media hora estamos en casa.

La crónica se ha escrito en Górliz el cinco de Octubre de dos mil once.

martes, 27 de septiembre de 2011

27-9-2011 AITZGORRI

                                                       AIZKORRI

Aprovechando el fondo físico adquirido durante las convivencias de la semana pasada, el guía nos ha puesto una excursión demandada en más de una ocasión por el núcleo duro, ascensión al Aizkorri con bocata para comer.
Nos encontramos ocho Jubiltaldeos en la explanada del Santuario de Aránzazu a la hora de la cita, 9,30. Una vez preparados para la ascensión, nos dirigimos al primer lugar donde tomar un café, no sea que el segundo esté cerrado, cafecito y para arriba.

El guía nos lleva por una senda desconocida por el grupo que atravesando un hermoso bosque desemboca en la pista tradicional, seguimos dicha pista hasta el collado Elola donde nos reagrupamos para continuar por una avenida sombría hasta el refugio de Urbía.
La parada para reponer fuerzas resulta más entretenida de lo pensado, pues nadie esperaba la cantidad de personas que en las mesas hacían lo mismo que nosotros, bueno algunos algo mejor, porque estaban almorzando.

El paseo por las campas de Urbía hasta la majada de Erbelar donde comienza la subida al cordal de Aizkorri, resulta muy agradable.
Esta última parte discurre por una senda de piedra muy pisada, por lo que hay que estar atento, es el clásico camino que si quieres ver el paisaje tienes que parar, no sea que en vez del paisaje veas las estrellas. A mitad de camino en el último árbol nos reagrupamos y coincidimos con dos compañeros del Banco que ya descendían, en la charla que tenemos con ellos cuentan que se están preparando para ascender al Kilimanjaro.

Hacemos cumbre, unos antes que otros, y las vistas son de primera, la llanada Alavesa, Txindoki, Amboto, Gorbea etc. Después de observar la ermita y un refugio, descendemos hacia la majada Oltxa donde paramos para comer a la sombra de un hermoso haya. Comentar que este descenso resulta exigente y el descanso de la comida nos viene de perlas.
De la comida poco que comentar, lo de siempre, embutidos caseros, queso Idiazábal, fruta, chocolate y vino. Lo más interesante ha sido la degustación de los vinos, recordando la excursión tradicional a la bodega de la Sonsierra, esperando poder realizarla también este año.

Después de comer nos dirigimos hacia el refugio de Urbía por las campas del mismo nombre pero en la dirección contraria a esta mañana. Cerca del refugio por sugerencia de un Jubiltadeo hemos seguido hacia el collado Elola donde nos hemos juntado para la última bajada al Santuario de Aránzazu.
Aunque el calor lo hemos aguantado bien, en la primera tasca hemos parado para refrescarnos con unas cervezas. Visitamos el Santuario y nos dirigimos a los coches para regresar cada mochuelo a su olivo.

Decir que el día se ha caracterizado por la ausencia de nubes y que escribo esta crónica a petición del plumilla titular, dado el trabajo abundante que tiene por las jornadas de convivencia, en la parte alta de Bilbao el 27 de Septiembre del 2011.

viernes, 16 de septiembre de 2011

13-9-2011 MOTXOTEGIS

MOTXOTEGIS
13/09/2011

Los 7 jubiltaldeos que hoy, a pesar de ser martes y trece, estamos operativos, nos damos cita en el bar del alto de Barázar, dirección Vitoria, a las 9,45.

Saludos, cafecito y a los coches para acercarnos al objetivo. Antes de llegar a Ubidea nos desviamos a la izquierda y por una pista bien conservada cogemos altura y dejamos los vehículos junto al monumento erigido al Guardia Forestal.

Para hoy, el guía Alfa, ausente por cierto, ha programado una salida de perfil medio-bajo con el objeto de desentumecer las bisagras y preparar el material para la semana que viene en Picos de Europa y, de paso, visitar el templo gastronómico de Ubidea, cerrado la semana pasada.

Comenzamos a andar a las 10,20 horas por pista cómoda, flanqueada por masas arbóreas, de cierta edad a tenor de su tamaño y frondosidad, entre los que destacan los abetos Douglas, hayas, robles y pinos. Esta será la tónica durante prácticamente todo el paseo.

La ascensión, sin grandes pendientes, es sinuosa tanto en el plano vertical como en el horizontal.

Traspasada una empalizada entramos en una zona de campa, por la que transcurre la conducción de gas, que la superamos campo a través ya que no hay camino definido. Un poste con señales nos indica que a Ubidea tenemos 1 km. de distancia y que el PR-Bi-50, se junta con el GR-123 que seguiremos durante un rato.

A nuestras espaldas tenemos el Gorbea y a nuestra derecha todos los valles están cubiertos con una niebla densa que recuerda a una inmensa fuente de claras montadas que apenas deja ver el perfil de algunas cumbres que no somos capaces de llamarlas por su nombre.

Al Motxotegi I (881 o799 m. según el buzón que elijamos) llegamos pasadas las 11,00 pero no nos detenemos. Avistamos el conjunto de pantanos que conforman el complejo Zadorra y enfilamos hacia el Motxotegi II o monte Castillo cuyo buzón no encontramos (o no tiene).

Son las 11,40 y el día sigue magnífico.

Como todavía no es la hora del amaiketako, continuamos, a ojo, hacia el tercero o Aiaun donde paramos para, como ya es la hora, reponer fuerzas.

El descenso hasta los coches tiene su miga y su punto de emoción. Para no volver todo el rato por el mismo camino, los guías oficiosos, basándose en la teoría de que “todo monte tiene su cordal”, el setero dixit, nos lanzamos hacia abajo siguiendo, al principio, por todo lo que se pareciese a un camino señalizado o no.

Perderse, lo que es perderse nada de nada pero a punto hemos estado de llegar a Otxandio donde siempre encontraríamos algún taxi.  No sé si es porque teníamos tiempo o porque nos fiamos de nuestro sentido de la orientación pese a que los árboles no nos permitían encontrar referencias o porque con nosotros iba un jubiltaldeo autóctono que parecía conocer el terreno, la cosa es que en ningún momento cundió el pánico ni tuvo lugar ninguna escena de histerismo.

Tomando decisiones asamblearias, lógicas y razonadas, volvemos a encontrar la pista y, por terreno conocido,  llegamos a los coches justo cuando iban a dar las 2 p.m.

Me queda la duda de si hubiésemos conseguido lo mismo siguiendo otros caminos que de vez en cuando se nos ponían a tiro pero tampoco merecía la pena hacer experimentos porque carecíamos del liderazgo que en estas situaciones imprime el guía oficial y su ayudante, también ausente.

Mientras nos tomamos el blanquito (término genérico que emplea el cronista para referirse a cualquier tipo de bebida antes de comer) con las almendras cosecha 2011, el setero contrasta con un lugareño la exigua colecta de setas resultando ser, tal como él suponía, una urretxa y cuatro gibellurdines.  Crecido, hace una disertación micológica muy interesante y didáctica.

Aprovechamos este momento de relax y el fin de la clase magistral para ir concretando puntos sensibles acerca de las convivencias de la próxima semana que a modo de resumen se transcriben al final de esta crónica.

A eso de las tres estamos sentados a la mesa y, como siempre, las agradables y simpáticas mesoneras, nos proporcionan a su voluntad los cuatro primeros (puerros en vinagreta, vainas con patatas, arroz en paella y sopa de pescado) y dos segundos (chipirones y carrileras en salsa) con opción de un tercero por si acaso nos quedábamos con hambre.

Es un poco tarde así que tras el café y algún chupito abandonamos el local sin apenas sobremesa.

El viento, que ya había rolado a norte mientras estábamos en el monte, ha traído nubes que han cubierto totalmente el cielo y se nota algo de fresco.

Antes de montar en los coches damos una pequeña vuelta para ver si hay alguna nuez y sin más nos vamos para casa. En el camino empieza a llover.

Se escribe esta crónica en Górliz, precioso pueblo costero, el 14 de Septiembre de 2011.

NOTA AVISO PARA LAS CONVIVENCIAS

Hora y meeting point: A las 9,30 en la gasolinera de Ugaldebieta.
  • Para las cenas y cualquier acto oficial que podamos estar invitados, se requiere el niqui verde de Jubiltaldea.
  • Del embutido,  para que todo sea de la misma calidad, se encarga un jubiltaldeo que se ha apuntado como voluntario sin coaccionarle.
  • Del laterío o cualquier otro alimento, por ej. fruta, cada uno lleva lo suyo según gustos y cantidades como para compartir o proceder al trueque.
  • Caprichos y antojos personales sin más límite que el espacio físico.

martes, 6 de septiembre de 2011

6-9-2011 AZERO

UBIDEA-AZERO-Casi el Oketa-UBIDEA


Rompiendo la tradición de otros años no comenzamos el curso 2011/2012 con una comida en el txoko de Guillermo, dado que Guillermo ya no tiene txoko. El nuevo curso lo iniciamos como los valientes con una excursión en toda regla.

Aunque la cita es a las 10 en Ubidea, nos vemos en el bar de la gasolinera de Barázar  y tras el cafelito de rigor partimos para Ubidea, en la plaza aparcamos los coches, el reloj de la Iglesia marca las 10 y como en el restaurante no responden al teléfono, nos acercamos para reservar. Esta semana cierran y ponemos en marcha el Plan “B” Amorrortu de Lemoa,  donde nos atienden sin problemas.

El día se presenta ideal, buena temperatura, sol y ligera brisa. Por la carretera/camino con dirección al collado de Arimekorta caminamos hasta localizar por donde vadear el río, lo cruzamos y por un camino que discurre por un bosque de hayas vamos subiendo hacia el Azero. El camino se difumina por el bosque y siguiendo la intuición del guía hacemos cumbre. Comentar que algunos tramos son de una pendiente superior al Angliru y con unas moscas picantonas de no te menees.

En el buzón del Azero (967 m.) nos refrescamos, nos fotografiamos y aunque el camino que conocemos para volver a Ubidea es hacia la derecha, el guía propone una nueva vía por la izquierda, le hacemos caso y comenzamos el descenso. Al principio bien, pero después algunos se toman atribuciones que no les corresponde y en vez de confiar en la intuición del guía que propone un desvío con dirección al río que hemos vadeado a la subida, continuamos por la pista hacia el Oketa que bordeamos y tras un descenso, que se hace un poco largo, llegamos a los coches.

Como se nos ha hecho un poco tarde llamamos al Amorrortu para que no se extrañen de que vamos un pelín tarde. (Media hora)

Lo del Rest. Amorrortu no cambia, espectacular, de primeros, ensaladilla rusa, pisto con ingredientes de la huerta de casa y macarrones con tomate de la misma huerta de casa. De segundos, bonito con tomate, no os digo de donde, y patas de cerdo con salsa Bizkaía, de rechupete. Postre helado de corte con galletas, natillas o fruta.

(La semana que viene seguro que para comparar el guía nos pone algo por Ubidea)

El café y los licores nos los sirven en la terraza, conocida de otras veces por la cantidad de camiones que van o vienen de Barázar. La tertulia sirve para conocer y planificar las jornadas de convivencia en Picos de Europa. Ya tendréis noticias.

Y seguro que dejando cosas en el tintero, escribo esta primera crónica de la temporada en la parte alta de Bilbao el 6 de Septiembre del 2011.

P.D.  Por favor, el prólogo que lo escriba el plumilla titular, gracias.

martes, 2 de agosto de 2011

19-7-2011 CLASICA LAREDO-NOJA

LAREDO - NOJA
19/07/2011

Un año más celebramos hoy la Clásica con la que finaliza el año montañero correspondiente al ejercicio 2010-2011.

Y porque es la Clásica que si no, debido a las condiciones meteorológicas y a las previsiones nefastas, todos nos hubiéramos quedado en nuestras casitas.

Pero la travesía Laredo-Noja suscita grandes adhesiones, y todo hay que decirlo, más que deportivas, fundamentalmente  gastronómicas.

Total que en el autobús Bilbao-Laredo desembarcamos a las 10,15 8 jubiltaldeos en la villa donde allá por 1556 lo hizo Carlos I de España y V de Alemania camino de Yuste. Durante el nuestro ha predominado la lluvia, el viento y un cielo negruzco.

En la cafetería Riviera conectamos con otros tres miembros, residentes en la zona, para tomarnos el preceptivo y tradicional café. Nadie da síntomas de debilidad ni de abandono.

Son las 10,30 cuando empezamos a andar por el paseo que nos conducirá hasta El Puntal. Como la cosa no está para experimentos, lo de ir por la playa para que las olas nos acaricien los pies descalzos queda para el año que viene.

El equipamiento para tan húmedo día es de lo más variopinto y va desde la mochila nodriza del guía alfa  a las manos en los bolsillos de algunos audaces pero todos sin excepción, con chubasquero y paraguas. Es que hoy no había margen para la duda.

El primer chubasco nos coge cerca de un bar, el segundo junto a unos setos y el tercero cerca del hotel ya llegando al Puntal. Todos son densos y afortunadamente cortos pero eso no quiere decir que durante casi todo el trayecto hasta Noja, el abre el paraguas, ponte el chubasquero y viceversa no lo hayamos ejercitado unas cuantas veces.

Para estar protegidos en caso de chaparrón, en vez de dirigirnos a las marismas, atravesamos el pueblo de Santoña por la parte habitada ya que siempre habrá un bar, un portal o un alero.

Cuando, ya pasado el Dueso, estamos llegando por carretera al final de la playa de Berría, a unos 50 m. del hotel Playa de Berria, nos cae, acompañado con bastante  viento, un fuerte chaparrón del cual cada uno se protege como puede detrás de los pocos coches aparcados e incluso debajo de unos esqueléticos tamarices.

Ningún paraguas ha salido perjudicado y como seguimos teniendo la suerte de cara, además de ser corto es el último con fundamento que nos caerá durante el resto del día mientras estemos al descubierto.

Como son las 12,30 entramos en la cafetería del hotel para tomar nuestro amaiketako aprovechando la oferta de “vino + pincho 2,90€”. Además, que un día como el de hoy te aparezcan 11 tíos, es una circunstancia que saben apreciar y la camarera nos obsequia con unas aceitunas aliñadas a las que, como es natural, no hacemos ascos.

Seguimos ruta pero como la bajada del Brusco puede estar peligrosa por los resbalones y no nos podemos permitir más bajas, lo evitamos pasando a través de Argoños por carretera y urbanizaciones, alguna condenada, hasta llegar por un original bidegorri hecho con traviesas ferroviarias  a nuestro destino entrando  por el barrio de Helgueras.

En Noja centro estamos a las 2,30 con tiempo suficiente para que dos de los nuestros se den un chombo rápido mientras los demás, después de cambiarnos de camiseta y calzado tomarnos el vinito fin de etapa con otros tres jubiltaldeos que por diversas razones que no viene a cuento ni es procedente mencionarlas, han preferido hacer el viaje 100% en autobús.

Comemos, al igual que el pasado año, en el Hotel Restaurante Arillo pero en atención al tiempo lo hacemos en vez de en la terraza en el comedor. No nos arrepentimos porque mientras estamos sentándonos la lluvia vuelve hacer su aparición.

El menú, trabajado en contenido, cantidad, calidad y precio por el ecónomo consiste en unos entrantes  a base de jamón, pastel de cabracho, de espárragos y fritos variados para pasar a la paella de marisco en cantidad suficiente para jartarnos. Los postres son a elegir predominando los sorbetes que dicen que ayudan a hacer la digestión.

Las copas las tomamos fuera, circunstancia que es aprovechada por los sufridos y vilipendiados fumadores alguno de los cuales se desquita fumándose un puro.

La charla es variada pero siempre positiva, como la propuesta para hacer la ruta del “Alto Ebro” desde Reinosa a Trespaderne del 5 al 12 de Setiembre o como la disertación de nuestro  vecino de Noja sobre el Capitán Luis Vicente Velasco reivindicando que esta población también han participado de la historia. Por supuesto se abre la inscripción para las convivencias en Picos de Europa del 19 al 26 de Setiembre e incluso se empieza a hablar de los actos conmemorativos del 10º aniversario de la fundación de Jubiltaldea.

Tras la foto de familia vamos corriendo al autobús de las 6 y tan corriendo porque dos de los nuestros, con destino Bilbao se quedan sin sitio y no les queda más remedio que optar otras alternativas.

Por cuestiones prácticas no funciona lo de “Fuenteovejuna todos a una” pero nos queda una sensación de haber dejado abandonado a alguien.

El autobús llega a las 7,30 a Bilbao y todos nos dirigimos al metro. Según la estación de bajada, unos llegan antes que otros a su casa pero todos llegamos bien. Los otros dos, siguiendo diferentes rutas y horarios duermen también en sus casas.

Como no ha triunfado la propuesta de este cronista para compartir pluma con el sustituto, la escribo en Górliz a 22 de Julio con la tranquilidad que, aunque sea momentáneamente, proporciona el acuerdo de la U.E. sobre el rescate de Grecia.

jueves, 21 de julio de 2011

12-7-2011 ARRONIZ

ARRONIZ – CASTILLO DE MONJARDIN
12/07/2011

A las 9,30 de la mañana, soleada, llegamos  a la casa, atalaya de la tierra de Estella, en Arróniz, perteneciente a un miembro de Jubiltaldea. Contándole a él hacemos un total de 10 jubiltaldeos.

Nos reciben con café y pastas, para no perder nuestras costumbres, detalle que se agradece después del madrugón incurrido para llegar a la hora.

Tras los preparativos para la marcha nos ponemos a andar a las 10,00 gmt. El camino es cómodo, con suaves subidas y bajadas además de unas magníficas vistas a la llanura navarra, según unos la ribera baja y según otros la ribera alta.

Dejamos a los lados los pueblos de Luquín y Urbiola pero siempre tenemos de frente la sierra de Urbasa con su imponente farallón en donde se puede apreciar el corte del nacimiento del Urederra y el pueblo de Villamayor de Monjardín con su castillo en lo alto.

El Camino de Santiago trascurre por estas latitudes como lo atestiguan las señales que de cuando en cuando vemos.

A la entrada de Villamayor se encuentran las Bodegas Castillo de Monjardín, en cuyo restaurante alguno de los presentes recuerda haber comido. En lo que recorremos del pueblo pasamos junto a dos albergues de  peregrinos a los que, a estas horas, ya han llegado algunos.

En un bar nos proporcionan la llave de la verja para acceder al recinto amurallado a cambio de un DNI dejado en prenda. (la llave para entrar en la ermita no nos la dejan)

Del pueblo al castillo, por donde anduvo en su tiempo Sancho el Fuerte, hay una tiradita tendida, con buena pista y sin dificultades técnicas pero que con la calorina y ausencia de cualquier tipo de brisa hace que sudemos moderadamente.

Llegamos a las 12,15 al objetivo (890m.), también conocido por Castillo de san Esteban de Deio (entre los siglos IX y X), hora habitual para el avituallamiento que lo hacemos en una habitación con una mesa de piedra y sin ventanas por lo que en su interior está bastante fresco.

Hoy el amaiketako es de gala compuesto por cecina, queso curado, vino chileno y sidra de la Bretaña francesa. (el artista que la ha traído lo ha hecho en recipiente especial por lo que estaba fresca).

Pasadas las 12,30 y después de echar una ojeada desde las murallas a todo el paisaje que desde aquí se divisa, nos ponemos en marcha para recorrer la misma ruta que nos ha traído hasta aquí pero con más sol, sol de justicia.

El tipo de arbolado, fundamentalmente encina enana, aunque se ven plantaciones de olivo, almendro y algún pino bajo, no favorece la presencia de sombras que nos hagan más llevadero el camino.

En  Arróniz, que está a 562m. sobre el nivel del mar atracamos a las 2,30. Tras unos manguerazos para refrescarnos por fuera, cervezas frescas para hacer lo mismo pero por dentro y cambio de ropa y calzado, nos sentamos en la mesa situada debajo de un cerezo para el asunto de la comida que el jubiltaldeo en cuestión apoyado por su santa se han empeñado que sea en su casa. Y haber quien le discute a un navarro.

Mientras la paella entra en trance, calentamos el estómago con unos espárragos con vinagreta ilustrada, melón con jamón y como entremeses calientes, chistorra y pimientos rojos que para eso estamos en tierras navarras.

Terminamos los entrantes, justo cuando se han cumplido los preceptivos cinco minutos de reposo, para degustar una sustanciosa paella de marisco que la mayoría repite. (este cronista se queda con la pena de no haber metido un tupper en la mochila)

De postre, la señora de la casa nos obsequia con un sorbete de limón y unas tejas artesanas con las que consigue una nota alta por parte de los comensales.

Cafés, copas e incluso algún trago largo, estos últimos para los que hoy libran de conducir.

En la sobremesa se decide, para la clásica, ir en autobús hasta Laredo para lo que se convocará pertinentemente la hora a la que quedaremos en Termibús. Mientras se debate la conveniencia de nombrar al local templo gastronómico, lo que implicaría ir por lo menos dos veces al año, el viento, que ha estado soplando durante la comida, arrecia lo suficiente como para recoger todo rápidamente y continuar la charla al socaire. El asunto queda pendiente.

También se esbozan, pero sin concretar fechas, un par de comidas campestres (y hasta aquí puedo leer).

Para que no falte de nada nos cae una buena tormenta con potente aparato eléctrico. Cuando éste desaparece, aunque sigue lloviendo, nos despedimos de la jefa y nos dirigimos a la cooperativa para comprar diversos productos en conserva. Lo del aceite se había resuelto in situ mientras comíamos.

Con lluvia, aceite y latas como para resistir un asedio, a las siete menos cuarto iniciamos el regreso a casa a donde llegamos sin contratiempos después de dos horas de carretera (más o menos lo mismo que a la ida por Logroño).

Se escribe esta crónica, en Górliz, el día del Carmen de 2011.


28-6-2011 UBIDEA-ARIMEKORTA-UBIDEA

UBIDE – ARIMEKORTA – ENIABE – UBIDE

Estos últimos días hemos tenido temperaturas superiores a los 35º y dada la ausencia de los guías alfa y beta, ayer comentamos de hacer un monte con mucho arbolado. El elegido fue el Dulau, partiendo desde Ubide.

Como es habitual cuando vamos por esa zona quedamos en Barazar para  tomar café y partir hacia Ubide todos juntos.

Hemos salido de casa pensando que el sirimiri nos dejaría a lo largo de la mañana, nada más lejos de la realidad, no ha parado hasta Lemona a la vuelta.

La subida comienza en la plaza de Ubide, todavía con restos de las fiestas patronales, y nos dirigimos por la orilla de río entre árboles, como habíamos planeado, hasta Arimekorta. La lluvia débil y la niebla no nos ha dejado en todo el recorrido, y al llegar a las campas se ha cerrado tanto que no era prudente seguir hasta la zona de los refugios, camino al Dulau   y hemos optado por volver por nuestros pasos para no perder el camino.

Bajando en el bosque que alguno a bautizado como “eclipse terrestre” , por la ausencia de luz, nos hemos desviado al refugio para reponer fuerzas. La lluvia y la niebla seguían con nosotros.

Reemprendemos la marcha y al llegar a un punto de camino donde un letrero nos indica que Ubide está a 3 Kilómetros, en ese lugar me he acordado de nuestro maestro-cronista, porque a la izquierda sale una pista que subiendo al Eniabe, también nos lleva a Ubide, pero después de algún Kilómetro más que 3.

Es inútil decir por donde hemos tirado para llegar al Batzoki de Ubide  y tomar el txakolí, esta vez por invitación de un cumpleañero Jubiltaldeo. (Nos persigue el sirimiri)

Hemos comido en nuestro Templo Gastronómico,  puerros con vinagreta, vainas con patatitas y zanahorias, alubias blancas con choricito, Txipis en su tinta, carrillera con boletus, lengua albardada, postres cafés y licores.

Durante la sobremesa se han pulido los flecos para la clásica del 19 de Julio en Cantabria  y la jornada del 12, destinada a compras de productos navarros en Arroniz, con algo de monte.

Como es clásico en Ubide y previa llamada a Aser, nuestro quesero, nos dirigimos a la quesería y dado que sigue sin parar de llover (lluvia débil) lo hacemos en coche.

En la plaza nos despedimos los de Bilbao y los de Costarrica hasta la próxima.

Escribo esta crónica (trilogía) en la parte alta de Bilbao el 28 de Junio del 2011.


domingo, 26 de junio de 2011

21-6-2011 TXOLOPE


TXOLOPE – SOLAIERA – TXARLAZO

Hoy ha resultado un día genuino de monte, buen tiempo, recorrido agradable, escaso barro y mucho bosque.

La cita era en la plaza de Orduña, como la hora no es muy exigente (10 de la mañana) todo puntuales nos reunimos en la cafetería-restaurante conocida de anteriores citas, donde por esas casualidades nos encontramos con dos excompañeros del Banco.

Tras el café de rigor nos dirigimos a los coches para llegar hasta la Iglesia de la Antigua (creo), aparcar, calzarnos las botas y sobre las 10.30 comenzar la caminata por el camino clásico de subida al Txarlazo. El sol es protagonista indiscutible y no nos abandonará en todo el día.

La subida es de sobra conocida por bosques de hayedos, no trasmochos, pista en magnífico estado y subida tendida en zig-zag, hasta llegar al paso-collado que da acceso al Txarlazo, Txolope, Solaiera, Tologorri etc.

Nos dirigimos hacia el Txolope (1028 m.) y al cruzarnos con otros montañeros que descendían, vemos que portaban un champiñón de tamaño considerable, lo cual es motivo de envidia dado que el experto micológico comenta que se podría comer como el perretxiko capturado y degustado hace unas semanas.

Una vez en la cumbre y después de refrescarnos y alimentarnos, continuamos hasta el Solaiera (1039 m.) cresteando, unas fotos y vuelta por el Txolope hasta el Txarlazo, donde subimos a la plataforma donde está la Virgen de la Antigua (creo), no estamos solos, otros montañeros están disfrutando del paisaje y cambiamos impresiones sobre la mejor forma de llegar al nacimiento del Nervión.

El descenso resulta muy tranquilo, solo paramos en una fuente para refrescarnos, y llegamos a los coches sin novedad. Los conductores, mientras nos cambiamos de ropa, abren puertas y ventanas porque los coches han estado al sol.

Llegamos al restaurante donde se había reservado, en Orduña si no reservas no comes, y tomamos un vino (invitados por Guillermo, para celebrar su cumpleaños) antes de pasar al comedor. La comida bien y la atención excelente, la sugerencia de tomar los cafés, licores y farias en la terraza es aceptada por el camarero (claro los fumadores a la rue) y nos prepara las mesas, nos sirve y comienza la tertulia, que resulta muy atractiva.

Se confirma la clásica para el 19 de Julio, reservando el 21 por si la Urrutia nos gafa el 19.

Después de barajar varias fechas se selecciona al 12 de Julio para ir a Arroniz, pensar en las garrafas, latas, tarros que queréis, se autoriza a los Jubiltaldeos para que sean acompañados por sus respectivas chicas-chicos. Félix se encargará de programar el día, ya nos llegarán noticias.

Entre otros comentarios surge la duda de cuando se estuvo anteriormente en Arroniz, según mis datos, el 26-9-2006 se hizo una escursión MONTEJURRA-ARRONIZ.

La tertulia se alarga dando un paseo por la plaza para admirar los palacios de estilo neo-clásico, barroco, los arcos, las torres y las cigüeñas que están enseñando a volar a las más pequeñas. Gracias al guía Beta por su paciencia y conocimientos de arte.

Sin más comentarios escribo esta crónica desde la parte alta de Bilbao el 21 de junio del 2011.