GALLARRAGA
18/10/2011
Hoy la cita es a las 9,00 en Sodupe.
Llegamos todos, por ausencia de caravanas, antes de la hora prevista así que para las 9, un pelín pasadas, y tomado el café, comenzamos a andar.
El cielo está despejado, no hace viento y la temperatura está fresca porque todavía el sol no ha empezado a despuntar por encima de los montes que rodean el pueblo.
Dejando el Cadagua a nuestra derecha y por el barrio de Elubarri subimos y subimos con diferentes pendientes, pero casi todas exigentes, por una pista de hormigón. Para empezar no ha estado nada mal.
En esta tesitura estamos cuando le adelantamos a una señora que nos confiesa que tiene 69 años y que todos los días hace dos veces el trayecto para dar de comer a unas vacas que tiene por allí arriba. Después de esto, cualquier queja que hubiésemos podido tener por la dureza del comienzo se queda, por vergüenza, en la intimidad de cada uno.
Se nos acaba el hormigón y después de pasar una alambrada, entramos en un camino de barro y yerba, siempre subiendo.
Tras otra valla, conectamos con la pista anterior de hormigón (con lo cual deducimos que hemos usado un atajo) y que nos lleva hasta el barrio de Sagarmínaga. Cuando llegamos al caserío que da nombre al barrio se nos acaba el hormigón y pasamos a pista de tierra.
A las 10,45 nos encontramos en el cruce del camino que viene de Okendo. Nos sacamos una foto con el Ganeko al fondo y de paso sacamos fuerzas para superar lo que nos queda. Seguimos hacia nuestro objetivo superando cuestas XXL alternando con otras de cierto relajo e incluso alguna que otra bajadita que nos hace perder altura y que luego hay que recuperar.
Así hasta el Kiputxeta cuya cumbre, a escasos 50 metros, dejamos a nuestra derecha. A partir de aquí se terminan los árboles y por tanto la sombra.
En el collado bebemos un poco de agua y, sin más, empezamos el Gallarraga que tiene un empezar de tralla al menos hasta llegar al cordal donde la pendiente se atempera un poco siendo saludados por un grupo de cabras que seguro que no han sudado mucho para llegar hasta allí.
Son las 12 menos cuarto cuando nos encontramos en la cima (906m. aunque en el buzón indicaba alguno menos).
Aparte del Ganeko tenemos a nuestra espalda los montes que hicimos la semana pasada y de frente, aunque hay bastante bruma y niebla por alguno de los valles, podemos distinguir la Sierra Salvada.
Por el noroeste empiezan a verse ya las nubes que están anunciadas pero seguimos sin gota de viento lo que nos permite tomar el amaiketako con tranquilidad contemplando el paisaje.
A las 12,10, más o menos iniciamos el descenso y si a la subida sufrían los gemelos ahora las protagonistas son las rodillas.
Usamos, durante un rato, otro camino que trascurre más alejado de la cumbre del Kiputxeta y desandamos el mismo trayecto que el de la subida, excepto que obviamos el atajo y seguimos por la carretera hasta llegar a Sodupe a las 2 del mediodía.
Nos ponemos cómodos y nos vamos a comer al restaurante de las piscinas, ya conocido por Jubiltaldea pero no obstante vuelto ser recomendado por un par de lugareños hábilmente interrogados.
La comida bien pero a toda leche. Menos mal que los cafés y copas los tomamos fuera, sin prisas, con extorno de 1€ que el ecónomo reparte pues hoy han sido 14 nada más.
Como el martes que viene es fiesta se da el día libre para que cada uno haga lo que quiera, por supuesto dentro de la legalidad y de las buenas costumbres.
Cuando empieza a cubrirse y a hacer un poco más de viento, a punto de dar las 4,30 abandonamos el lugar evitando también que nos coja la vorágine de la salida de los críos de la cercana ikastola.
Sin caravanas, en media hora llegamos a casa.
Se escribe esta crónica en Algorta a 19 de Octubre de 2011, día en el que por fin ha llovido a gusto.
viernes, 4 de noviembre de 2011
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