martes, 14 de diciembre de 2010

7-12-2010 SOLLUBE

SOLLUBE
07/12/2010

Hoy ha sido el día SIN: sin barro, sin guía, sin tesorero, sin CO2 y hasta sin socios fundadores.
Somos ocho jubiltaldeos rasos, uno de ellos en plan monitor, es decir, sin mochila.

A las 8,52 nos juntamos en Bolueta los que hemos venido en metro con los que han cogido el euskotren en Atxuri.
A las 10 más o menos llegamos a Bermeo después de un recorrido por parte del Duranguesado y la comarca de Busturialdea-Urdaibai con la ría de Guenika como protagonista principal y una vez tomado el café, sin más preámbulos, empezamos la marcha a las 10,20.
Al principio por aceras y luego por carretera vamos poco a poco cogiendo altura. Salvo alguna cuesta que nos exige algún esfuerzo y algún silencio, todo el trayecto transcurre con pendientes tendidas y siempre por carretera, o lo que es lo mismo, sin gota de barro lo que ha permitido, a los poseedores de información privilegiada, venir con deportivas de treking.

Nos desviamos hacia Mañu Auzoa y ya dejamos de ver el mar para, pasar al pino y eucalipto con ciertos toques de amarillos y ocres de unos cuantos robles y abedules desperdigados.
Algunas de las casas que tienen unas vistas espectaculares aunque claro está, hay que vivir allí y si te gusta tomar algunos potes la cosa se puede complicar.

A las 12,30 estamos en el Sollube, monte bocinero (683 m. y cuatropetecientas antenas para todo lo que funcione con ondas). Hace viento que pese a soplar del sur es fresco por lo que, al no haber mucho sitio donde refugiarse, comemos rápidamente el amaiketako mientras repasamos la orografía de Bizkaia y parte de Gipuzkoa ayudados por los paneles que allí se encuentran. Por supuesto no podía faltar la foto.

El descenso es por la misma ruta con las únicas diferencias de que ahora tenemos el mar de frente, que nos cruzamos con tres motorruidistas atronadores y que hacemos un pequeño desvío para ver el cementerio de Mañu en donde las lápidas tiene esculpida alguna figura que indica el oficio que en su día ejerció el difunto.

Entramos en el casco urbano de Bermeo a punto de dar las 2,30.

Tras una intentona fallida, terminamos en el Artza. Comemos un poco apretados pero comemos decentemente. Como todavía hay gente esperando para sentarse decidimos cambiar de aires para tomar el café y, si procediese, la copa. Lo hacemos en una terraza de la plaza en donde el tesorero en funciones, una vez pedida la cuenta, procede a liquidar los gastos del día, trance que resuelve, pese a los titubeos iniciales, con maestría.
Entre los temas tratados toma cuerpo el ir andando desde Berango hasta Bilbao para tomar los vinos el jueves 16. El martes se concretará horario y ruta por si alguno se quiere añadir en el camino.

Pillamos el tren a las 4,48 y para las 6 otra vez en Bolueta, tranquilos porque no hay que fregar las botas y satisfechos porque nos hemos portado muy bien sin mandos, circunstancia que ha sido muy comentada, por lo que creo que deberían coordinar sus vacaciones para que siempre hubiese un socio fundador de guardia que velase por el buen comportamiento cívico, deportivo y medioambiental del resto de los jubiltaldeos de a pie que, con gran responsabilidad, en algunos caso ejerciendo funciones fuera de convenio, hemos usado el transporte público (nada de CO2 a la atmósfera), hemos alcanzado el objetivo sin perdernos, el núcleo duro no nos ha atajado nada en todo recorrido, nos han salido las cuentas, tenemos fotos (paciencia que ya se colgarán en la web) y encima hemos sido lo suficientemente humildes y respetuosos como para no hacer una asonada contra la élite.

Sin más que añadir para la posteridad se escribe esta crónica en Algorta a 9 de Diciembre de 2010.

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