domingo, 13 de junio de 2021

ILSO EGUEN, ILSO LAGUNA Y DOS MAS

 

LOS TRONCONES, ARZIA MENDI O CAROBO, ILSO EGUEN, ILSO LAGUNA

Hoy hemos decidido hacer varias cumbres en una zona no muy frecuentada pero de gran belleza. La convocatoria y la oportunidad de comer al aire libre han hecho que se hayan acercado 12 jubiltaldeos hasta el batzoki de Gordexola para el café mañanero. Puntuales estamos a las 9,30 en el lugar, pero al estar cerrado el batzoki tomamos los cafés en el bar Ligorria que está en la parte de atrás de batzoki. La zona está bastante animada a esas horas de la mañana, quizás por el mini mercado que está instalado en la plaza, lo que hace que tengamos que aparcar en el ferial, detrás del frontón.

Cumplido el ritual cafetero, invitados por un jubiltadeo cumpleañero,  y de nuevo en los coches tomamos la carretera a Zalla y a pocos kilómetros llegamos a la ermita de San Juan de Berbikez, con área recreativa, con mesas, fuentes, de todo, donde aparcamos.

De allí salimos caminando, un corto trecho por la carretera hasta el barrio de Txabarri, origen de uno de los jubiltaldeos caminantes. Allí nos desviamos por una pista, que alternando con sendero y en franco ascenso nos va situando en la parte alta del cordal, que tras varias lazadas amplias y pasando por tramos de barro nos lleva a la primera de las cumbres, los Troncones, 543 metros, sin buzón pero con un montón de piedras a modo de señal. Foto y seguimos en un pequeño tobogán hasta la segunda cumbre, el Arzia mendi o Carobo, de 565 metros. Otra foto, esta vez tomada por un montañero que pasaba y seguimos hasta el Ilso Eguen, de 563 metros, que tiene un mirador con vistas de 360 grados, que con el día soleado y despejado nos ofrecía unos panoramas impresionantes. Alguno creyó ver Larrún en la lejanía. Continuamos hasta el siguiente y último por hoy, el Ilso Laguna, de 552 metros, que tiene una torreta observatorio de madera que facilita aún más las vistas del día y a la que subimos para comprobarlo.

Para la manzana del mediodía descendemos a la cabecera de la pista de un pequeño aeródromo que según dicen se suele utilizar para las avionetas fumigadoras. Junto a la pista hay otros ilsos y unos cuantos formando un circulo a modo de Stonehenge local. Más de uno sintió una fuerza desconocida al situarse entre las piedras. Al menos nadie se lesionó.

Después de la manzana, empezamos el descenso recorriendo la pista de aterrizaje y continuando por una pista de grava y tierra que nos va a enlazar con el camino de subida y en alegre conversación llegamos a los coches.

Como es pronto y el jubiltaldeo cumpleañero quiere completar la invitación, volvemos al bar Ligorria, donde en tres mesas separadas  a la sombre, pues el sol aprieta ahora, tomamos el aperitivo con aceitunas.

De vuelta al área recreativa de la ermita de San Juan de Berbikez, en su pórtico, atacamos a las viandas sin remisión, intercambiando menús entre las dos mesas que ocupamos. Acabamos con todo, queso, jamón, tortilla, guindillas, etc.

Después de una buena comida el cuerpo pide café, por eso de la tercera visita al bar Ligorria y en el mismo sitio tomamos el café, disfrutando de la jornada montañera. Sin más nos fuimos a nuestros orígenes.









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