jueves, 3 de junio de 2021

1-6-2021 SANTIAGOZAR, 392 M.

 01-6-2021, SANTIAGOZAR, 392 M.

Hacía bastante tiempo que no nos juntábamos para hacer monte, casi mes y medio,  y esta vez sin restricciones de movilidad y vacunados casi en su totalidad, aprovechamos la reapertura de nuestro templo gastronómico Amorrortu, para citarnos para la misa de la mañana a las 9,45 a las puertas del templo.

El buen tiempo no está asegurado y hay previsiones de tormentas para primera hora de la tarde. Aún así, nos juntamos 9 jubiltaldeos para el rito del café que completamos bien atendidos por Mikel, que además nos invita a la ronda con motivo de la reinauguración del local, ahora complementado con habitaciones.

Iniciamos la andadura allí mismo en dirección a Bedia por la carreterita interior que va paralela a la línea férrea y que otras veces hemos recorrido. Más adelante, junto a una señal de tráfico, tomamos una senda que se adentra en un bosque con clara tendencia hacia arriba. El lugar es bonito y prometedor, pero al poco el camino desaparece engullido por la maleza. Parece que,  a pesar de ser una ruta existente, hace tiempo que no se utiliza y el bosque la ha atrapado para sí. Desandamos lo poco recorrido y otra vez en la carreterita, seguimos adelante rebasando la altura de Bedia y llegamos al barrio de Eroso-Ugarte donde tomamos una pista a la izquierda con síntomas de estar poco transitada, pero que al poco se despeja y tiene postes con pintura azul. El camino es cómodo, bonito, pero enseguida se pone hacia arriba y con cierta humedad en el piso, lo que hace que tengamos que poner cuidado para no resbalar. Además comienzan a caer algunas gotas y alguien cree oír en la lejanía los truenos de la tormenta.

Llegamos a un collado y la ruta nos propone subir al cercano Erosomendi, pero decidimos ignorarlo y seguir hacia nuestro objetivo principal por unas pistas bien marcadas, con señales de haber tenido actividades de tala.  Desechamos subir a otra cumbre menor, muy rocosa, Zelaitu, e intuimos la presencia de la cumbre principal y un poco campo a través y otro poco por senderos de animales llegamos a la cumbre del Santiagozar, de 392 metros, con su vértice geodésico y su original buzón.

Es ya de sobra la hora del ángelus, y tomamos la manzana. Las vistas son prácticamente nulas pero se intuye la cercana cantera de Apario.

Iniciamos el descenso por la otra vertiente, con vistas a la cantera y al macizo de Aramotz, al principio por pista ancha y luego por carretera asfaltada, que pasando por el barrio de Arraño nos lleva, una vez llegados a la carretera general hacia Vitoria, a las puertas del templo.

El aperitivo al aire libre y guardando debidamente las distancias, corre por cuenta de un jubiltadeo que cumplió años hace ya bastante tiempo.

En el aspecto gastronómico, en la línea que conocíamos, con una degustación de tres primeros, vainas con patatas, macarrones y lentejas, esta vez servido en plato ya que con el tema de la pandemia evitan dejar el perol en la mesa. Los segundos, anchoas albardadas, hígado encebollado y otros platos que no recuerdo. Postre a elegir, aunque el más solicitado fueron las natillas caseras con la preceptiva galleta María.

Cafés y txupitos, planificando la cercana clásica y también comentado las futuras convivencias por tierras de los Ancares leoneses, celebrando habernos reunido después de tanto tiempo.

Retornamos a casa sin haber oído ningún trueno ni rastro de la tormenta anunciada.

Datos técnicos: 9 kilómetros recorridos, 390 metros de desnivel en ascenso y otros 390 en descenso. Tres horas y media de caminata.

Miscelánea: Humedad muy alta y temperatura considerable. A pesar de ello hubo gente que no sudó. Un jubiltaldeo hizo presentación de su coche nuevo, un Opel Grandland X, muy confortable.




 

No hay comentarios:

Publicar un comentario