Nos juntamos 8 jubiltaldeos en el
bar Bengoetxea en el alto de Barazar. La niebla está por todos lados, pero no
nos acobarda y después del café seguimos a Ubidea donde aparcamos.
Salimos dirección a Barazar por
una pista utilizada otras veces y girando a la derecha salimos a la carretera
general por la que caminamos unos metros y tomamos la pista que lleva al
monumento al guarda forestal. Por el camino descubrimos unas cabañas colgadas
en los árboles que se alquilan como si fuesen habitaciones de hotel y que al
menos son originales, aunque para personas ágiles ya que hay que trepar a las
alturas. Seguimos el camino ya conocido de otras veces y salimos a la campa
cimera del primero de los motxotegis, con buzón y valla. La niebla ha ido
levantando y contamos con buena visibilidad.
Durante el camino hemos visto
gran número de setas, pero al no contar con la presencia del micólogo mayor las
desechamos.
Descendemos del primer motxotegi,
rodeamos el segundo y llegamos a la cumbre del tercero, donde tomamos la
manzana.
Después de alguna duda de si
tomar un camino nuevo de bajada, vamos a lo seguro y descendemos hacia Ubidea
por el camino tradicional que pasa por unas casamatas que albergaron a los
obreros del embalse y que hoy parecen unas cabañas de fin de semana.
Después de unos metros por
carretera llegamos al batzoki, donde tomamos el vino de rigor junto al rio y
sin más vamos a degustar el menú excepcional de nuestro templo, el Urbide, que
no detallo para no dar envidia. El comedor está a rebosar.
Sin más regresamos a nuestros
lugares de residencia.
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