MALMASIN
13/01/2015
Primera salida de 2015, martes y trece, aniversario del primer monte al que subieron los jubiltaldeos socios fundadores de tan excelso grupo y como hace un tiempo excelente, en principio, el guía alfa nos cita en el bar Bilbao de la Plaza Nueva a las 9:30 para rememorar tan importante efemérides.
Acudimos 11 (1+10) jubiltaldeos incluidos dos socios fundadores y excluidos dos jubiltaldeos con permiso por enfermedad debidamente justificada.
Tomamos el café y rápidamente nos ponemos en movimiento. Son las diez menos cuarto.
La parte urbana transcurre por la catedral de Santiago, San Antón y derechitos hacia Miribilla pasando junto el Bilbao Arena.
Desde Miribilla a San Adrián y desde aquí tomamos la carretera que va hacia el Pagasarri. A la altura del parquin de San Roque nos salimos de la carretera y cogemos el camino que nos llevará hasta el barrio de Buia.
Ahora vamos por pista es de piedra y piedrilla apisonada pero perdiendo cota que, mucho me temo, luego tendremos que recuperar.
Cuando estamos expuestos al viento del sur nos vienen de frente unas buenas ráfagas que soportamos estoicamente pero que se notan al avanzar contra viento.
El camino transcurre sin problemas hasta un cruce donde le entran dudas al guía, dudas que se resuelven con la ayuda de unos paseantes que van en dirección a la ermita de San Roque y que son hábilmente interrogados.
Antes de llegar a Buia y retomar el asfalto nos encontramos con una zona umbría, cuesta abajo, en la que nos topamos con barro poniéndonos las impolutas botas hechas un verdadero asco. Ha habido algún que otro patinazo sin consecuencias. Menos mal que solo han sido unos 50 metros.
Atravesamos las pocas casas de Buia y empezamos otra vez a subir por la carretera que bordea el monte y cuando salimos a la vertiente que da a Basauri la abandonamos y entramos en un camino con alternancia de buen piso y unas cuantas alambradas que las sorteamos bien con escalones bien como podemos. Que conste que andamos por camino claramente definido y no entendemos el asunto de las alambradas cortando el paso.
Desde la última (que alguien se la había cargado) hasta la cima tenemos un buen trecho de subida con dos lomas que no nos dejan ver la meta hasta que superamos la última. Nos queda todavía atravesar un bosquecillo, luego un buen trecho con argoma y suelo desigual para terminar en la última rampa algo más resbalosa.
A las 12:35 estamos en la cima del Malmasín (360 m.), embrión de Jubiltaldea y monte de culto.
Como el viento sopla fuerte tenemos que descender un poco para tomar el amaiketako. Unas gotas que empiezan a caer, gotas de las llamadas de viento sur, deslucen los brindis con el cava para celebrar el onceavo aniversario.
No estamos mucho tiempo y empezamos a descender por el lado opuesto al que hemos subido. Hay momentos en los que la lluvia arrecia un poco lo que obliga a abrir los paraguas con el riesgo de que puedan ser objeto de siniestro total.
Hasta encontrarnos con la pista de piedra, el descenso con barro, algo más blando por la lluvia que ha caído, se hace bastante trabajoso pero afortunadamente no tenemos que contabilizar ninguna caída.
Las dudas aparecen cuando hay que decidir el tema de la intendencia con opiniones varias que nos conducen a Basauri, Bolueta o Etxebarri. La asamblea se pone de acuerdo, basándose en datos de anteriores eventos por la zona, y se decanta por este último pueblo al que llegamos, sin lluvia y sin viento, a las dos del mediodía.
Paramos en el Ortzi, conocido de otras veces y con buenos informes, y como hasta las 3 no nos avían la mesa nos dirigimos a una cafetería con terraza para tomar tranquilamente el tradicional aperitivo esta vez, por ser el día que es, con derecho a una corteza de cerdo de buen tamaño y muy buen sabor.
La comida, en reservado y con una mesa estilo imperial no nos defrauda en absoluto en todos sus aspectos.
En la sobremesa se concreta el horario del próximo jueves con varias alternativas para que cada uno elija la más asequible a sus posibles pero con la 1:30 en el batzoki de Algorta como tope para juntarnos los comensales y tras unos potes ir a comer al Boga.
Hay un conato por parte del guía alfa proponiendo que en la comida del jueves haya un debate para la renovación de cargos pero no se le hace ni caso.
El resto de los temas tratados queda en la intimidad del vestuario.
A las 5 salimos y directamente nos vamos al metro excepto uno que decide irse a casa andando. Sigue sin llover.
Esta crónica se ha escrito en Algorta después de haberse celebrado la comida del onceavo aniversario (15/01/2015) en la que hemos estado presentes 17 (1+16) jubiltaldeos.
ANEXO
Aprovechando el verso que estaba escrito en la etiqueta de la botella de vino, alguien sugiere una sesuda frase. Ambas cosas se transcriben a continuación a petición de los presentes.
“Si quieres ir rápido, vete solo; pero si quieres llegar lejos, vete con compañía.”
“Quiero hacer una prosa en romance paladino, con la cual suele el pueblo hablar con su vecino.
Como no soy tan letrado para hacerlo en latino, bien vale, según creo, un vaso de buen vino” (Gonzalo de Berceo)
domingo, 25 de enero de 2015
lunes, 5 de enero de 2015
30-12-2014 SERANTES
SERANTES
30/12/2014
Con los grajos volando bajo, escarcha, poco viento pero lo suficientemente fresco y cielo totalmente despejado quedamos a las 10 en el bar El Puente, justo a la salida del Puente Colgante.
Somos 7 jubiltaldeos los que, debidamente abrigados y después del preceptivo cafecito, empezamos el paseo a las 10:15 de la mañana.
Vamos bordeando la ría por la margen izquierda hasta, una vez sobrepasada la escuela de Náutica, llegar a Santurce.
Un buen trecho por el casco urbano y luego, por pista de hormigón totalmente seca y libre de barro, entre conversación y conversación, iniciamos poco a poco el ascenso propiamente dicho.
A medida que ganamos altura vamos contemplando el puerto con sus diques, contradiques, barcos y demás tinglados portuarios destacando el parque de contenedores que, ¡Cómo ha cambiado Bilbao! hasta hace casi nada estaba en la Campa de los Ingleses.
Tenemos dudas sobre en qué punto van a verter la tierra que vayan sacando del canal de Deusto para construir un espigón central en el puerto, dudas que no resolvemos.
Y rodeando el monte, sin salirnos de la pista para coger algún atajo, a las 12:15 estamos junto al buzón. Hay bastante gente, algunos en plan familiar, otros en bici, unos cuantos solitarios y el resto, como nosotros, en plan amigos.
Dada la hora que es no tenemos más alternativa que tomarnos un frugal amaiketako compartiendo sólido y líquido con los que han venido con las manos en los bolsillos.
Mientras lo tomamos seguimos las maniobras de un helicóptero dando vueltas por el acantilado de la Galea bastante cerca del agua. No hemos sabido el por qué ni el para qué pero algo andaba buscando. En la prensa del día siguiente no se decía nada.
La bajada la hacemos siguiendo el mismo itinerario que a la subida y no tiene más anecdotario que la discusión acerca de si una lancha allá en la lontananza es la de los prácticos, de la guardia civil o de la ertzaintza. Solo sabemos que no era la de la guardia civil porque la hemos visto atracada en uno de los muelles.
Tomamos un txakoli en un bar justo antes de abandonar Santurce y paso a paso aterrizamos a eso de las 3 en el Patxín situado en el casco viejo de Portu.
En mesa redonda nos damos un homenaje gastronómico con un menú del día más que elegante con cantidad y calidad a gusto del respetable.
Salimos del restaurante casi de noche, lo cual no es ningún mérito teniendo en cuenta la hora en que oscurece.
Los dos de Bilbao cogen allí mismo el metro y los de Uribecosta y Costa Rica entre el Puente Colgante y el metro llegamos a casa para las 6:30
Ni el guía alfa ni el ecónomo han tenido dificultades para realizar brillantemente su labor, labor que no siempre es suficientemente ponderada.
Se escribe esta crónica, ya en el nuevo año 2015, con la ola de frío amortiguándose (¿o es que nos estamos acostumbrando?), en Algorta (Getxo).
30/12/2014
Con los grajos volando bajo, escarcha, poco viento pero lo suficientemente fresco y cielo totalmente despejado quedamos a las 10 en el bar El Puente, justo a la salida del Puente Colgante.
Somos 7 jubiltaldeos los que, debidamente abrigados y después del preceptivo cafecito, empezamos el paseo a las 10:15 de la mañana.
Vamos bordeando la ría por la margen izquierda hasta, una vez sobrepasada la escuela de Náutica, llegar a Santurce.
Un buen trecho por el casco urbano y luego, por pista de hormigón totalmente seca y libre de barro, entre conversación y conversación, iniciamos poco a poco el ascenso propiamente dicho.
A medida que ganamos altura vamos contemplando el puerto con sus diques, contradiques, barcos y demás tinglados portuarios destacando el parque de contenedores que, ¡Cómo ha cambiado Bilbao! hasta hace casi nada estaba en la Campa de los Ingleses.
Tenemos dudas sobre en qué punto van a verter la tierra que vayan sacando del canal de Deusto para construir un espigón central en el puerto, dudas que no resolvemos.
Y rodeando el monte, sin salirnos de la pista para coger algún atajo, a las 12:15 estamos junto al buzón. Hay bastante gente, algunos en plan familiar, otros en bici, unos cuantos solitarios y el resto, como nosotros, en plan amigos.
Dada la hora que es no tenemos más alternativa que tomarnos un frugal amaiketako compartiendo sólido y líquido con los que han venido con las manos en los bolsillos.
Mientras lo tomamos seguimos las maniobras de un helicóptero dando vueltas por el acantilado de la Galea bastante cerca del agua. No hemos sabido el por qué ni el para qué pero algo andaba buscando. En la prensa del día siguiente no se decía nada.
La bajada la hacemos siguiendo el mismo itinerario que a la subida y no tiene más anecdotario que la discusión acerca de si una lancha allá en la lontananza es la de los prácticos, de la guardia civil o de la ertzaintza. Solo sabemos que no era la de la guardia civil porque la hemos visto atracada en uno de los muelles.
Tomamos un txakoli en un bar justo antes de abandonar Santurce y paso a paso aterrizamos a eso de las 3 en el Patxín situado en el casco viejo de Portu.
En mesa redonda nos damos un homenaje gastronómico con un menú del día más que elegante con cantidad y calidad a gusto del respetable.
Salimos del restaurante casi de noche, lo cual no es ningún mérito teniendo en cuenta la hora en que oscurece.
Los dos de Bilbao cogen allí mismo el metro y los de Uribecosta y Costa Rica entre el Puente Colgante y el metro llegamos a casa para las 6:30
Ni el guía alfa ni el ecónomo han tenido dificultades para realizar brillantemente su labor, labor que no siempre es suficientemente ponderada.
Se escribe esta crónica, ya en el nuevo año 2015, con la ola de frío amortiguándose (¿o es que nos estamos acostumbrando?), en Algorta (Getxo).
23-12-2014 GORBEA DESDE LOS PANTANOS DE MURUA
23-12-14 GORBEA
5 Jubiltaldeos 5, nos dimos cita en el restop de Altube, desde donde pudimos ver nuestro objetivo del día, aunque la niebla acechaba por el sur. Después de los zumos y cafecitos y desplazarnos hasta los embalses de Murua, comenzamos la caminata a las 9,15, y por los coches que había en el aparcamiento un buen número de mendigoizales nos precedían.
La primera parte discurre entre niebla que da al paisaje un aspecto mágico, rebasamos las canteras, txabola de Asunkorta y vamos cogiendo altura por una pista muy bien marcada y sin barro. Vamos superando la niebla y tomando vistas del mar de nubes que rodea el paisaje sobre todo hacia el sur.
Llegamos a la txabola de Eguillolarra, con su fuente, y superando los repechos más duros salimos al collado del Arroriano, ya divisando la Cruz y los neveros. Un último esfuerzo y llegamos a la Cruz a las 11,45 (núcleo blando).
Hay bastante gente en la cumbre, el día anima a caminar. Después de las fotos de rigor atacamos a la botella de champán, pastel alemán y frutos secos variados y emprendemos la bajada, disfrutando de unas vistas maravillosas. El día está tan despejado y luminoso que podemos distinguir a simple vista los Pirineos navarros nevados, Petrexema, Mesa de los 3 Reyes, etc.
A las 2 llegamos a los coches y como el día lo merece, nos dirigimos a uno de los templos gastronómicos de Jubiltaldea, al Amorrortu, donde dimos buena cuenta de los primeros (garbanzos con berza, arroz y lentejas), los segundos (croquetas, pechugas de pollo y merluza rebozada) y los postres (flan y compota).
Hacia las 4,30 iniciamos el regreso los 5 Jubiltaldeos 5, a nuestras casas.
Esta vez la crónica se escribe desde Arrigunaga, con otro día espléndido.
5 Jubiltaldeos 5, nos dimos cita en el restop de Altube, desde donde pudimos ver nuestro objetivo del día, aunque la niebla acechaba por el sur. Después de los zumos y cafecitos y desplazarnos hasta los embalses de Murua, comenzamos la caminata a las 9,15, y por los coches que había en el aparcamiento un buen número de mendigoizales nos precedían.
La primera parte discurre entre niebla que da al paisaje un aspecto mágico, rebasamos las canteras, txabola de Asunkorta y vamos cogiendo altura por una pista muy bien marcada y sin barro. Vamos superando la niebla y tomando vistas del mar de nubes que rodea el paisaje sobre todo hacia el sur.
Llegamos a la txabola de Eguillolarra, con su fuente, y superando los repechos más duros salimos al collado del Arroriano, ya divisando la Cruz y los neveros. Un último esfuerzo y llegamos a la Cruz a las 11,45 (núcleo blando).
Hay bastante gente en la cumbre, el día anima a caminar. Después de las fotos de rigor atacamos a la botella de champán, pastel alemán y frutos secos variados y emprendemos la bajada, disfrutando de unas vistas maravillosas. El día está tan despejado y luminoso que podemos distinguir a simple vista los Pirineos navarros nevados, Petrexema, Mesa de los 3 Reyes, etc.
A las 2 llegamos a los coches y como el día lo merece, nos dirigimos a uno de los templos gastronómicos de Jubiltaldea, al Amorrortu, donde dimos buena cuenta de los primeros (garbanzos con berza, arroz y lentejas), los segundos (croquetas, pechugas de pollo y merluza rebozada) y los postres (flan y compota).
Hacia las 4,30 iniciamos el regreso los 5 Jubiltaldeos 5, a nuestras casas.
Esta vez la crónica se escribe desde Arrigunaga, con otro día espléndido.
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