RUTA TRES ERMITAS – LEIOA (5/11/2013)
Como las previsiones meteorológicas avisaban de fuerte viento y posibilidades de lluvia, nos olvidamos de subir al monte y somos convocados en Gobelas a las 9,30 en la tasca habitual.
Llegamos a la cita con puntualidad ocho Jubiltaldeos (8+0) y tras los cafés habituales, partimos por la orilla del río observando las obras que se han cargado la calle por donde el río discurre subterráneo, con el objeto de que el río quede a cielo abierto.
Nos hemos dirigido hacia la subida al centro comercial de Artea, pero en la rotonda tomamos la carretera a la derecha para subir por unas casas nuevas que al final desemboca en la primera de las ermitas, la ermita de San Bartolomé. Paramos, tomamos unas fotos y descendemos hacia el comienzo de La Avanzada, que por un paso subterráneo cruzamos, desembocando en el palacio de Artaza.
Cruzamos el parque de Artaza, pasamos por el parque de los bomberos y subimos una cuesta, que como hasta ahora todo era llanear, nos cuesta. Al final llegamos a un depósito de aguas que bordeamos por la izquierda para bajar hacia nuestro segundo objetivo, la ermita Andra-Mari de Ondiz. Esta zona después del depósito de aguas antes de llegar a la ermita, es singular por lo bien urbanizada que está, aceras, bidegorri, aparcamientos etc., para los pocos edificios que hay.
La ermita de Andra-Mari de Ondiz ya la conocíamos de otras veces, es grande, está junto a una plaza con “probadero” y mirador a la ría con unas vistas del Abra magníficas. Otras fotos y continuamos hacia el centro urbano de Leioa.
A escasos metros nos topamos con el Palacio Atxutene o de Zabala que sobre su puerta tiene grabado de cuando data, 1828. Junto al Palacio hay una ornacina de San Canuto rey de Dinamarca, todo ello perteneció a Don Canuto Atxutegi. Casi pegando está la Torre Ondiz perfectamente conservada y realzada por una escultura, a su entrada, que representa un levantamiento de piedra cilíndrica. Comentar que todos los nombres y datos de este párrafo los he aprendido del guía experto en arte, arquitectura y botánica. Por favor nadie piense que quiero tirarme un “largo”.
Atravesamos otra vez La Avanzada por el semáforo que está frente a la oficina del BBVA y en la otra parte pasamos por unos soportales para desembocar en una preciosa plaza donde está el Kultur-Etxea de Leioa, un edificio moderno y funcional que nadie espera encontrar entre tanta casa y sorprende.
Lo rodeamos y en frente tomamos un camino en pendiente que nos saca del núcleo urbano de Leioa. Pasamos por una zona de huertas muy cuidadas y bajamos por un parquecillo hasta llegar a un edificio que nos ha llamado la atención. Hemos pensado que podía ser una residencia, pero no es el Mendibile Jaureguia, sede del Bizkaiko Txakolina.
Para llegar al tercer objetivo, la ermita de Santimami, antes pasamos por los talleres de Ford Mintegi. En esta tercera ermita más fotos y nos aprovechamos de un listín de las páginas amarillas que estaba por allí tirado, para localizar el teléfono del restaurante Iru-bide de Larrabasterra donde habíamos quedado con el guía Alfa para comer. Llamamos y reservamos.
Volvemos sobre nuestros pasos y dejando atrás los talleres de Mintegi, subimos una pequeña cuesta que nos adentra en un bosque donde al final se ve parte de los edificios de la UPV.
La UPV queda a la derecha y nos dirigimos al colegio Askartza, pasamos por delante y tomamos el desvío que nos lleva al campo de tiro y posteriormente a unas instalaciones del Consorcio de Aguas, creo que algo de unas válvulas.
Hay un conato de motín pues como solo dos han llevado amaiketako los demás esperaban pillar un pintxo de tortilla, pero hace rato que los bares brillan por su ausencia.
Bajando hacia el centro comercial de Artea, pasamos por un convento de monjas, ahora vacío y recordado por alguno, dado que las monjas hicieron algún trabajo de marcaje de fichas informáticas al Banco. Antes de Artea tomamos un camino que rodea el centro comercial y desciende por unas instalaciones del Ayuntamiento para desembocar en el Humedal de Bolue.
Poco después del centro de alto rendimiento de Fadura, pasamos el túnel que nos lleva hacia Berango y a la entrada del pueblo vemos dos bares y no podemos resistir entrar al primero. No nos gusta por la ausencia de pintxos y entramos en el segundo. De este no solo nos gusta la barra, también el tasquero, un tío salao que gracias a él nos damos cuenta de que por Berango no pasa el Camino de Santiago.
Tras el refrigerio atravesamos Berango por diversas calles y una Alameda que desemboca en el Palacio Moreaga de Icaza, aunque está cerrado por fuera es una preciosidad. Me comentan que cerca está la ermita de Santa Ana, pero como no pertenece a Leioa, hoy no toca.
En Larrabasterra antes de ir a comer hacemos una parada para que un Jubiltadeo que ha cumplido años pueda obsequiar al resto como merece.
En el Iru-bide nos espera el guía Alfa y sin más demora pasamos al comedor donde nos atiende una persona conocida por Jubiltadea, pues todos los jueves nos sirve los cafés.
La comida correcta, pero se puede puntuar un poco más alto por el perolo de garbanzos que ha hecho la delicia de los que son de primeros.
En la sobremesa estábamos hablando de la salida el próximo martes a La Rioja cuando ha llamado el corresponsal que tenemos en Haro. No adelanto más pues habrá convocatoria.
Salimos a la calle en dirección al metro, pero como no llueve ni hace viento, alguno en vez de ir al metro, se deciden en hacer un rondo y vuelven andando al punto de partida, el barrio de Gobelas, a donde llegan sobre las 18,05, todavía con luz.
Y sin más que contar, escribo esta crónica cerca de la iglesia de Begoña, el 5 de Noviembre del 2013.
miércoles, 6 de noviembre de 2013
22-10-2013 ARROLETZA-HAITZ ZURIAK
ARROLETZA-TELLITU-SASIBURU-HAITZ ZURIAK (22-10-2013)
El jueves pasado en el paseo por La Galea comentamos la posibilidad de subir al Udalaitz en función del tiempo que hiciera hoy. La previsión del tiempo para hoy daba rachas fuertes de viento sur, lo que hacía aconsejable dejar el Udalaitz para otra ocasión.
El guía beta nos convoca a las 9,30 a la salida del metro de la estación de Cruces con la intención de recorrer los montes de la cordillera Sasiburu perteneciente a los Montes de Triano o Grumeran.
Antes de la hora nos juntamos 10 Jubiltaldeos (9+1) en la cafetería frente a la salida del metro que nos recomienda un lugareño. Tras los cafés y los zumos partimos por delante del hospital de Cruces, pasamos sobre la autovía y subimos hacia una zona urbanizada, pero sin casas, conocida de otras ocasiones. Al llegar al complejo de Osalan, lo dejamos a la derecha y por la carretera asfaltada seguimos de frente hasta llegar al barrio de Basatxu (139 m.) donde vemos un gran depósito de aguas.
Aunque se puede subir por una pista que sale enfrente, continuamos por la carretera que nos lleva a la ermita de Santa Ageda (180 m.) lugar conocido por la romería que se celebra todos los años y por ser parte de la etapa del camino de Santiago que va de Bilbao a Portugalete.
A la derecha de la ermita sale un camino, al principio de cemento y después de tierra que un baserritara intenta desprestigiar diciéndonos que el camino está muy cerrado y que algún montañero se ha roto los pantalones con las zarzas. No le hacemos ni caso, nos da la impresión que no le gustan los “forasteros”
Sin ninguna dificultad llegamos al collado La Llana (300 m.) donde un crucero indica la dirección al Arroletza. Dudamos un poco si hacer cumbre o continuar por la pista, en previsión del viento. El núcleo duro no lo duda y tira para arriba hasta el buzón del Arroletza (454 m.) sin mirar para atrás.
En la cumbre nos reagrupamos, foto y observación panorámica, hay unas vistas magníficas, el Abra, la Galea, Ganguren, Jata, Oiz etc. Un poco de hidratación y continuamos por la crestería haciendo cumbre en el Tellitu (462 m.) y Sasiburu (459 m) para descender hasta la cruz del Humilladero (391 m.) En esta zona pillamos unos champis y varias Galampernas.
Aunque la intención era ir hasta el Apuko (561 m.), nos quedamos en Peñas Blancas-Haitz Zuriaz (469 m.) donde paramos para el amaiketako. Son las 12,05 y después de un cuarto de hora aproximadamente decidimos no subir al Apuko, a pesar de la oposición del núcleo duro.
El descenso hacia Cruces los hacemos por la pista con el único desvío a la cruz del Humilladero, que lo volvemos a coronar, ya ni me acuerdo las cimas que hemos hecho hoy. La pista de tierra, tras pasar por el collado de la Llana se convierte en carretera asfaltada. Pasamos por el barrio de Basatxu, dejamos los depósitos de agua a la izquierda y tomamos la carretera de la derecha que pasa por Osalan y tras cruzar la autovía por un puente llegamos a la plaza donde está el batzoki, lugar escogido para comer. Ya lo conocemos de otras veces.
Mientras nos preparan la mesa, nos acicalamos y tomamos el refrigerio habitual, todo ello en la terraza, a pesar del viento. Pasamos al comedor y el menú amplio en primeros y segundos, no hay queja, la atención excelente y las cantidades abundantes. Tras los postres sugerimos a la camarera tomar el café y las copas en la terraza, nos toma nota y un Jubiltaldeo se ofrece voluntario para aliviar el trabajo de la camarera y servir él.
La tertulia, como siempre amena y variada. Lo más importante es la nostalgia por la salida anual a La Rioja, esperamos concretar y poder realizarla. Sobre las 17,00 recogemos loas mochilas y vamos hacia la boca del Metro, esta vez por el centro de la plaza de Cruces.
Pensaba que después del lío con el ecónomo, hemos pagado nos ha devuelto un euro y al final creo que le debemos dinero, no daría para más líos, ya ya. Menudo follón en el andén por tomar el tren en la unidad delantera o en la trasera. Tengo que confesar que me he dejado llevar y he ido donde va Vicente. Espero enterarme si es mejor adelante o detrás.
Y sin más termino con pena, pues es un verdadero placer escribir estas crónicas desde la parte alta de Bilbao, hoy 22 de Octubre del 2013.
El jueves pasado en el paseo por La Galea comentamos la posibilidad de subir al Udalaitz en función del tiempo que hiciera hoy. La previsión del tiempo para hoy daba rachas fuertes de viento sur, lo que hacía aconsejable dejar el Udalaitz para otra ocasión.
El guía beta nos convoca a las 9,30 a la salida del metro de la estación de Cruces con la intención de recorrer los montes de la cordillera Sasiburu perteneciente a los Montes de Triano o Grumeran.
Antes de la hora nos juntamos 10 Jubiltaldeos (9+1) en la cafetería frente a la salida del metro que nos recomienda un lugareño. Tras los cafés y los zumos partimos por delante del hospital de Cruces, pasamos sobre la autovía y subimos hacia una zona urbanizada, pero sin casas, conocida de otras ocasiones. Al llegar al complejo de Osalan, lo dejamos a la derecha y por la carretera asfaltada seguimos de frente hasta llegar al barrio de Basatxu (139 m.) donde vemos un gran depósito de aguas.
Aunque se puede subir por una pista que sale enfrente, continuamos por la carretera que nos lleva a la ermita de Santa Ageda (180 m.) lugar conocido por la romería que se celebra todos los años y por ser parte de la etapa del camino de Santiago que va de Bilbao a Portugalete.
A la derecha de la ermita sale un camino, al principio de cemento y después de tierra que un baserritara intenta desprestigiar diciéndonos que el camino está muy cerrado y que algún montañero se ha roto los pantalones con las zarzas. No le hacemos ni caso, nos da la impresión que no le gustan los “forasteros”
Sin ninguna dificultad llegamos al collado La Llana (300 m.) donde un crucero indica la dirección al Arroletza. Dudamos un poco si hacer cumbre o continuar por la pista, en previsión del viento. El núcleo duro no lo duda y tira para arriba hasta el buzón del Arroletza (454 m.) sin mirar para atrás.
En la cumbre nos reagrupamos, foto y observación panorámica, hay unas vistas magníficas, el Abra, la Galea, Ganguren, Jata, Oiz etc. Un poco de hidratación y continuamos por la crestería haciendo cumbre en el Tellitu (462 m.) y Sasiburu (459 m) para descender hasta la cruz del Humilladero (391 m.) En esta zona pillamos unos champis y varias Galampernas.
Aunque la intención era ir hasta el Apuko (561 m.), nos quedamos en Peñas Blancas-Haitz Zuriaz (469 m.) donde paramos para el amaiketako. Son las 12,05 y después de un cuarto de hora aproximadamente decidimos no subir al Apuko, a pesar de la oposición del núcleo duro.
El descenso hacia Cruces los hacemos por la pista con el único desvío a la cruz del Humilladero, que lo volvemos a coronar, ya ni me acuerdo las cimas que hemos hecho hoy. La pista de tierra, tras pasar por el collado de la Llana se convierte en carretera asfaltada. Pasamos por el barrio de Basatxu, dejamos los depósitos de agua a la izquierda y tomamos la carretera de la derecha que pasa por Osalan y tras cruzar la autovía por un puente llegamos a la plaza donde está el batzoki, lugar escogido para comer. Ya lo conocemos de otras veces.
Mientras nos preparan la mesa, nos acicalamos y tomamos el refrigerio habitual, todo ello en la terraza, a pesar del viento. Pasamos al comedor y el menú amplio en primeros y segundos, no hay queja, la atención excelente y las cantidades abundantes. Tras los postres sugerimos a la camarera tomar el café y las copas en la terraza, nos toma nota y un Jubiltaldeo se ofrece voluntario para aliviar el trabajo de la camarera y servir él.
La tertulia, como siempre amena y variada. Lo más importante es la nostalgia por la salida anual a La Rioja, esperamos concretar y poder realizarla. Sobre las 17,00 recogemos loas mochilas y vamos hacia la boca del Metro, esta vez por el centro de la plaza de Cruces.
Pensaba que después del lío con el ecónomo, hemos pagado nos ha devuelto un euro y al final creo que le debemos dinero, no daría para más líos, ya ya. Menudo follón en el andén por tomar el tren en la unidad delantera o en la trasera. Tengo que confesar que me he dejado llevar y he ido donde va Vicente. Espero enterarme si es mejor adelante o detrás.
Y sin más termino con pena, pues es un verdadero placer escribir estas crónicas desde la parte alta de Bilbao, hoy 22 de Octubre del 2013.
15-10-2013 SAIBIGAIN
SAIBIGAIN (15-10-2013)
Hoy también estamos huérfanos de guías, menos mal que hay un voluntario que propone repetir una de las primeras salidas de Jubiltaldea, la realizada el 18 de enero del 2005 al Arrietabaso desde Urkiola.
A la cita en el alto aparecemos 7 Jubiltadeos (6+1) y a pesar de los malos augurios para tomar café, la tasca está cerrada, tenemos suerte pues mientras nos preparamos para la batalla, vemos como suben las persianas y abren la puerta. Un lugareño que está barriendo la entrada a su caserío, nos advierte de la lluvia que nos espera, ni caso, nosotros a lo nuestro.
Salimos de la tasca y comenzamos a caminar sobre las 9,45 con los deberes hechos, ya está reservada la mesa para comer. Tomamos dirección al Saibigain (954 m.) por una pista amplia y con buen firme. La subida es conocida y tras pasar por las trincheras de la guerra civil, hacemos cumbre. Como el viento es fuerte nos hacemos una foto y descendemos por la vertiente norte hacia el collado de Iturriotz por un terreno muy pendiente.
Enfrente tenemos el Gorbeia pero no llegamos a ver la cruz por la niebla que envuelve su cima, vamos que está con txapela. En este momento pensábamos nos libraríamos de la lluvia al ver las nubes altas, si si.
Pasamos el collado y continuamos por la pista hasta una bifurcación que nos hace dudar a pesar de ser una zona conocida. Tomamos la de izquierdas, mira que sabemos quién tiene la mayoría, pero así y todo, a la izquierda. La pista es ancha y el firme bueno, ya empieza a chispear un poco y en la siguiente bifurcación, por no pasar una cerca que está cerrada, continuamos y un rato después nos damos cuenta que el objetivo está a la derecha y lo hemos dejado a nuestra espalda.
Cruzamos una alambrada y por una senda bien marcada vamos cogiendo altura. El terreno comienza a ser más complicado por la piedra que aparece y la lluvia que cae. Los guías (provisionales) recuerdan del año 2005, que para acceder al Arrietabaso hay que pasar por una campa y por su derecha se sube a la cima. Seguimos ascendiendo con el convencimiento de que detrás está la campa que buscamos, pero cuando llegamos a lo alto, vemos que no se puede seguir hacia adelante pues la caída es en vertical, imposible.
En este punto podemos hacer dos cosas, dar la vuelta o continuar por la derecha, optamos por lo segundo y enseguida vemos marcas blancas y amarillas que seguimos hasta salvar la barrera de piedra. Como el ángelus ha pasado hace un rato y llueve mucho, decidimos buscar refugio bajo un haya grande y frondoso. Alguien ha traído una fruta nueva, parece de la especie de las mandarinas pero es una naranja enana y ante nuestra incredulidad nos lee un escrito que demuestra que es naranja clementina.
Volvemos sobre nuestros pasos, nos orientamos para atajar un poco y después de un tira y afloja, seguimos a los guías (provisionales) que nos llevan por una senda hasta la cerca que a la ida hemos ignorado. Una vez pasada la cerca tomamos la pista que bordeando el Saibigain nos lleva hasta el parking donde están los coches. Esta última parte la hacemos sin lluvia, todo un alivio.
Nos cambiamos de ropa, algunos hasta de pantalones, para estar presentables como nos enseñó un socio fundador en el año 2005 y sobre las 14,30 accedemos a la tasca para tomar un vinito antes de comer. En la barra coincidimos con empleados de la Dipu y con un “clásico” que siempre le vemos comiendo y leyendo un libro (de papel).
Aparte de la comida, que está muy bien, lo mejor es la amabilidad de las camareras y cocinera. Hay menos gente que en otras ocasiones y antes de los postres ya estamos solos. En la sobremesa aparece un tema nuevo como consecuencia del premio de la primitiva que alguien selló en Romo. Qué hacer con el premio. Como cobrarlo. Dónde, etc. Vamos que el tema da mucho juego.
Sobre las 16,30 levantamos la mesa y como hace rato no llueve, la bajada de Urkiola la hacemos con el firme seco. Al llegar a casa sorprende que en Bilbao no han visto la lluvia.
Y para que conste, escribo esta crónica en Bilbao el 15 de Octubre del 2013, desde la parte alta de Bilbao, Santutxu.
Hoy también estamos huérfanos de guías, menos mal que hay un voluntario que propone repetir una de las primeras salidas de Jubiltaldea, la realizada el 18 de enero del 2005 al Arrietabaso desde Urkiola.
A la cita en el alto aparecemos 7 Jubiltadeos (6+1) y a pesar de los malos augurios para tomar café, la tasca está cerrada, tenemos suerte pues mientras nos preparamos para la batalla, vemos como suben las persianas y abren la puerta. Un lugareño que está barriendo la entrada a su caserío, nos advierte de la lluvia que nos espera, ni caso, nosotros a lo nuestro.
Salimos de la tasca y comenzamos a caminar sobre las 9,45 con los deberes hechos, ya está reservada la mesa para comer. Tomamos dirección al Saibigain (954 m.) por una pista amplia y con buen firme. La subida es conocida y tras pasar por las trincheras de la guerra civil, hacemos cumbre. Como el viento es fuerte nos hacemos una foto y descendemos por la vertiente norte hacia el collado de Iturriotz por un terreno muy pendiente.
Enfrente tenemos el Gorbeia pero no llegamos a ver la cruz por la niebla que envuelve su cima, vamos que está con txapela. En este momento pensábamos nos libraríamos de la lluvia al ver las nubes altas, si si.
Pasamos el collado y continuamos por la pista hasta una bifurcación que nos hace dudar a pesar de ser una zona conocida. Tomamos la de izquierdas, mira que sabemos quién tiene la mayoría, pero así y todo, a la izquierda. La pista es ancha y el firme bueno, ya empieza a chispear un poco y en la siguiente bifurcación, por no pasar una cerca que está cerrada, continuamos y un rato después nos damos cuenta que el objetivo está a la derecha y lo hemos dejado a nuestra espalda.
Cruzamos una alambrada y por una senda bien marcada vamos cogiendo altura. El terreno comienza a ser más complicado por la piedra que aparece y la lluvia que cae. Los guías (provisionales) recuerdan del año 2005, que para acceder al Arrietabaso hay que pasar por una campa y por su derecha se sube a la cima. Seguimos ascendiendo con el convencimiento de que detrás está la campa que buscamos, pero cuando llegamos a lo alto, vemos que no se puede seguir hacia adelante pues la caída es en vertical, imposible.
En este punto podemos hacer dos cosas, dar la vuelta o continuar por la derecha, optamos por lo segundo y enseguida vemos marcas blancas y amarillas que seguimos hasta salvar la barrera de piedra. Como el ángelus ha pasado hace un rato y llueve mucho, decidimos buscar refugio bajo un haya grande y frondoso. Alguien ha traído una fruta nueva, parece de la especie de las mandarinas pero es una naranja enana y ante nuestra incredulidad nos lee un escrito que demuestra que es naranja clementina.
Volvemos sobre nuestros pasos, nos orientamos para atajar un poco y después de un tira y afloja, seguimos a los guías (provisionales) que nos llevan por una senda hasta la cerca que a la ida hemos ignorado. Una vez pasada la cerca tomamos la pista que bordeando el Saibigain nos lleva hasta el parking donde están los coches. Esta última parte la hacemos sin lluvia, todo un alivio.
Nos cambiamos de ropa, algunos hasta de pantalones, para estar presentables como nos enseñó un socio fundador en el año 2005 y sobre las 14,30 accedemos a la tasca para tomar un vinito antes de comer. En la barra coincidimos con empleados de la Dipu y con un “clásico” que siempre le vemos comiendo y leyendo un libro (de papel).
Aparte de la comida, que está muy bien, lo mejor es la amabilidad de las camareras y cocinera. Hay menos gente que en otras ocasiones y antes de los postres ya estamos solos. En la sobremesa aparece un tema nuevo como consecuencia del premio de la primitiva que alguien selló en Romo. Qué hacer con el premio. Como cobrarlo. Dónde, etc. Vamos que el tema da mucho juego.
Sobre las 16,30 levantamos la mesa y como hace rato no llueve, la bajada de Urkiola la hacemos con el firme seco. Al llegar a casa sorprende que en Bilbao no han visto la lluvia.
Y para que conste, escribo esta crónica en Bilbao el 15 de Octubre del 2013, desde la parte alta de Bilbao, Santutxu.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)