miércoles, 3 de abril de 2013
2-4-2013 URIZARMENDI
URIZARMENDI (2/4/2013)
La excursión programada para hoy por el guía alfa es un rondo de Plentzia a Plentzia, haciendo trampa, pues si queremos comer en Plentzia hay que utilizar el Bizkaibus para el último tramo desde Armintza.
El lugar de cita es el bar Batela, a la salida del metro de Plentzia tras cruzar el puente de Calatrava, al que llegamos 9 jubiltadeos (8+1). El café previo a la caminata, se alarga un poco más que en otras ocasiones, por ser la primera cita después de las vacaciones de Semana Santa.
Comenzamos el recorrido atravesando el pueblo de Plentzia, pasamos por el Sanatorio de Górliz y al final del paseo en Astondo, enfilamos hacia el faro por la carretera perfectamente asfaltada, que pasa por el centro de recuperación de animales que tiene la Diputación, un poco antes de llegar nos saluda un ciervo, que supongo estarán curando.
Unas curvas más adelante dejamos la carretera para entrar en un camino a la derecha, de hierba y tierra que al rato se transforma en barrizal, afortunadamente por poco tiempo, desembocando en una carretera dirección al barrio de Larrakoetxea, donde alguien comenta que hay una casa rural muy recomendable.
En un cruce nos desviamos dirección al barrio de Urizar, perteneciente a Lemoiz, donde paramos brevemente para que un jubiltaldeo se limpie unos arañazos que vete a saber cómo se los ha hecho dado que el camino está asfaltado. Continuamos hasta un cruce donde un cartel indica que estamos en el Bakikureta Bideak.
Para confirmar que vamos en la dirección correcta preguntamos a una chica que nos encontramos dando un paseo con su perro, nos aprueba por donde queremos ir para hacer cima y bajar a Armintza.
Seguimos por asfalto pero la carretera se empina y empieza a ser exigente, la abandonamos a la izquierda, tomando un camino arcilloso que nos deja en la cumbre del Urizarmendi (295) que gracias al bonito buzón nos damos cuenta de la cima. Bajando hacia Armintza vemos parte del esqueleto de la central nuclear de Lemoniz y como el ángelus ha pasado hace rato, paramos para reponer fuerzas.
El resto del descenso lo hacemos a fuerte ritmo con la intención de pillar el autobús que sale cada hora a las medias, y a pesar de bajar a tumba abierta, no llegamos por pelos.
Como tenemos una hora hasta el próximo Bizkaibús, nos acicalamos con más esmero que en otras ocasiones y para celebrar el cumple de un miembro de la expedición, nos dirigimos a una tasca donde somos agasajados por el cumpleañero como es costumbre.
Para no perder el bus vamos a la parada con tiempo suficiente y al entrarnos los nervios por pasar de “la media” y no aparecer el autobús, un lugareño nos explica que en este recorrido se hace el relevo del conductor y llegará un poco más tarde, también nos cuenta que va a comer al Batzoki de Górliz donde nos quiere convencer como lugar para comer, se lo agradecemos, pero ya teníamos decidido comer en el Rest. de la “tejavana” conocido de otras excursiones.
Minutos antes de las tres entramos en el Rest. y nos que esperemos unos minutos mientras preparan la mesa, cosa que agradecemos para tomar otro Txakolí, este a escote.
Por los comentarios sobre la comida se deduce que es del agrado de los comensales, situando a este lugar en la antesala de los templos gastronómicos, como aflojen Ubide y Amorrortu, se van a llevar un disgusto.
La tertulia tremenda, no sé si por los baldes de Patxarán o por estar tan cerca el reto de la tercera semana del Camino de Santiago, además de los sucedidos en la Semana Santa.
A la hora precisa para llegar al metro en Plentzia, nos levantamos y de nuevo por el paseo de las playas, tanto la de Górliz como la de Plentzia, llegamos a la estación del metro al mismo tiempo que el convoy que cogemos para que cada mochuelo llegue a su olivo.
Y sin más, escribo esta crónica en la parte alta de Bilbao, el 2 de Abril del 2013.
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