AIZKORRI
Aprovechando el fondo físico adquirido durante las convivencias de la semana pasada, el guía nos ha puesto una excursión demandada en más de una ocasión por el núcleo duro, ascensión al Aizkorri con bocata para comer.
Nos encontramos ocho Jubiltaldeos en la explanada del Santuario de Aránzazu a la hora de la cita, 9,30. Una vez preparados para la ascensión, nos dirigimos al primer lugar donde tomar un café, no sea que el segundo esté cerrado, cafecito y para arriba.El guía nos lleva por una senda desconocida por el grupo que atravesando un hermoso bosque desemboca en la pista tradicional, seguimos dicha pista hasta el collado Elola donde nos reagrupamos para continuar por una avenida sombría hasta el refugio de Urbía.
La parada para reponer fuerzas resulta más entretenida de lo pensado, pues nadie esperaba la cantidad de personas que en las mesas hacían lo mismo que nosotros, bueno algunos algo mejor, porque estaban almorzando.El paseo por las campas de Urbía hasta la majada de Erbelar donde comienza la subida al cordal de Aizkorri, resulta muy agradable.
Esta última parte discurre por una senda de piedra muy pisada, por lo que hay que estar atento, es el clásico camino que si quieres ver el paisaje tienes que parar, no sea que en vez del paisaje veas las estrellas. A mitad de camino en el último árbol nos reagrupamos y coincidimos con dos compañeros del Banco que ya descendían, en la charla que tenemos con ellos cuentan que se están preparando para ascender al Kilimanjaro.Hacemos cumbre, unos antes que otros, y las vistas son de primera, la llanada Alavesa, Txindoki, Amboto, Gorbea etc. Después de observar la ermita y un refugio, descendemos hacia la majada Oltxa donde paramos para comer a la sombra de un hermoso haya. Comentar que este descenso resulta exigente y el descanso de la comida nos viene de perlas.
De la comida poco que comentar, lo de siempre, embutidos caseros, queso Idiazábal, fruta, chocolate y vino. Lo más interesante ha sido la degustación de los vinos, recordando la excursión tradicional a la bodega de la Sonsierra, esperando poder realizarla también este año.Después de comer nos dirigimos hacia el refugio de Urbía por las campas del mismo nombre pero en la dirección contraria a esta mañana. Cerca del refugio por sugerencia de un Jubiltadeo hemos seguido hacia el collado Elola donde nos hemos juntado para la última bajada al Santuario de Aránzazu.
Aunque el calor lo hemos aguantado bien, en la primera tasca hemos parado para refrescarnos con unas cervezas. Visitamos el Santuario y nos dirigimos a los coches para regresar cada mochuelo a su olivo.Decir que el día se ha caracterizado por la ausencia de nubes y que escribo esta crónica a petición del plumilla titular, dado el trabajo abundante que tiene por las jornadas de convivencia, en la parte alta de Bilbao el 27 de Septiembre del 2011.