CRONICA GORDEXOLA – OKONDO
23 de Febrero de 2010
La cita en el bar Carlos del barrio El Ponton en Gordexola a las 9:15 h. de esta señalada fecha nos sirve pera tomar el cafecito de la mañana y realizar la primera operación de estrategia con los coches ya que hay que dejar uno en el final de la travesía para después realizar los traslados oportunos con los diez asistentes de este día de viento sur.
Debido a las obras en la carretera y que hay una cierta distancia entre la salida y llegada de hoy, los chofereses se demoran en el regreso.
Una vez reagrupados iniciamos la marcha en dirección a la montaña cercana a cuyos pies nos ponemos tras atravesar un antiguo puente de piedra sobre el río, a la vez que dejamos a nuestro paso varios caserones antiguos, también de piedra, en proceso de reconstrucción.
Vamos ganando altura por un camino cementado hasta que lo dejamos por la izquierda por un paso sobre el torrente denominado Erreka Ponton que baja de las alturas del monte.
En suave pendiente nos acercamos hacia lo alto donde se escuchan los ruidos de las máquinas que trabajan en la tala de pinos, de los cuales estamos rodeados.
Llegamos a zonas donde el barro ocasionado por las pasadas lluvias y por el paso de maquinaria pesada hace bastante incómodo avanzar.
Se observan en las laderas próximas grandes extensiones de terreno totalmente deforestado que causa bastante pena y preocupación por lo que pueda pasar si llegan más lluvias y no hay árboles que lo afiancen.
Al llegar a un cruce en el Collado Idubaltza, totalmente embarrado, en el que se hace imposible continuar, el guía se decide por no hacer cumbre en un alto que tenemos frente a nosotros.
Tomamos una ruta en mejor estado y en la buena dirección, de tal forma que en poco rato estamos en claro descenso.
Entre los caminantes surge una voz que pregunta (en voz alta), - ¿Hoy no hacemos cumbre y no hay buzón?.
Rápidamente el/los de siempre cogen el rábano por la hojas, damos media vuelta hasta una zona por la que ya habíamos pasado y ¡!hala¡¡ para arriba por un camino o cortafuegos con una pendiente de no menos del 30 %.
Poco a poco, con subidas y bajadas, llegamos a lo alto junto al buzón en la cima del monte Beraskola de 660 m. desde el cual se aprecia una magnífica panorámica gracias al día claro que tenemos por obra del viento sur que ha limpiado de contaminación el entorno.
Desde esta atalaya se observan tanto la zona del mar, como los montes de alrededor, algunos con restos de nieve; entre ellos que se encuentra el Ganekogorta, teniendo a sus pies la Ermita de Santa Lucía, algunas veces visitada por montañeros y romeros.
Aprovechamos para tomar el refrigerio de la mañana y hacer unas fotos de grupo y en poco rato nos disponemos a reiniciar la marcha puesto que el viento que nos ha facilitado la visión, ahora nos esta enfriando.
Ahora todo es hacia abajo, bosque a través, cortando por entre árboles para evitar los caminos machacados por las máquinas de tala y así además para darle mas emoción a la travesía que si no para algunos es sosa.
Llegados a un punto dificultoso por el barro, el grupo se divide en dos que con mas o menos dificultades, siempre bosque a través, llegan a la zona mas baja junto al caserío Astobe en el Barrio Aretxabala, por el camino que nos llevará hasta el fin de etapa, ya en Okendo, entrado por el barrio Landiola.
Mientras se reserva mesa en el Mesón Okendo, cambiados de ropa, unos toman el aperitivo y los chofereses inician la segunda parte de la operación de estrategia para recoger los coches que han quedado al inicio de etapa.
Una vez reagrupados pasamos al comedor donde arde un hermoso fuego en el centro del recinto que nos templa los cuerpos mientras tomamos las viandas servidas por una amable neska de edad no apta para nosotros.
Tras la comida y sin mucho más que tratar nos dirigimos en los coches a nuestros respectivos domicilios.
Ante la ausencia del Cronista Honorario y del Cronista Suplente, escribo esta que me sirve de despedida en este cargo para dar oportunidad a que otros disfruten de la escritura, en
Berango a 24 de Febrero de 2010
domingo, 21 de febrero de 2010
viernes, 19 de febrero de 2010
16-2-2010 ALGORTA-PLENTZIA
CRONICA ALGORTA – PLENTZIA (Costera)
16 de Febrero de 2010
Ante la previsión de heladas para este martes, el día previo se planteó por parte del guía la posibilidad de hacer un monte de altura en el interior con posibles problemas de hielo, o realizar una marcha por la costa con más posibilidades de mejor tiempo.
Ha sido esta última la opción tomada con cita a las 10:00 h. en la estación de metro de Bidezabal del barrio getxotarra de Algorta.
Con algo de retraso sobre la hora prevista, debido a la espera a los rezagados, partimos los diez asistentes en dirección a los acantilados de Punta Galea apreciando que el frío no ha sido tan intenso durante la noche, si bien las cumbres de tierra adentro siguen cubiertas de nieve.
El camino es conocido en parte pues en sentido contrario lo recorremos los jueves.
Pasamos los bares/cafeterías del camino con asombro ya que nadie pide una parada para la toma del preceptivo café matutino.
Alcanzado el faro de La Galea proseguimos hacia Sopelana pasando antes por las cercanías de la playa de Gorrondatxe (Azkorri), con su bunker coronando el alto desde el cual se aprecia una vista de acantilados y playas, plenas de naturaleza, hasta el Faro de Gorliz, lugar visitado en varias ocasiones.
Al llegar a la playa de Atxabiribil, en Sopelana, se decide hacer un alto para recuperar fuerzas en uno de los bares recién abierto.
Pasando junto a la Urbanización Sopelmar, monumento a la insensatez, se nos junta un acompañante de la clase canina, joven, negro, de buen ver, que aparenta estar solo y que nos escoltará hasta una casa situada al inicio de Barrika en la que más de media docena de sus congéneres le hace frente aunque detrás de una valla; debido a su juventud no se da cuenta que los canes no pueden hacerle nada y opta por la retirada.
Llegados al aparcamiento sito en estos pagos, decidimos tomar el amaiketako, acompañado una vez más por el caldo que ha llevado el mismo de siempre.
Como el aire nos está enfriando decidimos en poco rato seguir hacia nuestra meta, pasando junto al mar donde un submarinista practica la pesca, a pesar de las bajas temperaturas del agua.
En el límite de esta costa paramos para apreciar de frente la Playa de Gorliz en la que se ha realizado una obra de envergadura para dar más amplitud al arenal.
Descendemos hacia la pequeña playa situada a los pies del acantilado, donde hay un único personaje tomando el sol (poco), con pinta de pobre ya que no lleva siquiera traje de baño.
Pasada la playa nudista de la Cantera en Barrika, sospechosamente toman la cabecera de la marcha los intrépidos de turno, que en lugar de dirigirse por el camino natural, toman la desviación hacia el alto donde se ubica una urbanización de adosados y chalets que no hace mucho tiempo ha tenido conato de derribo por estar ubicada en lugar protegido, pero que al parecer ha quedado en nada.
El camino ascendente nos lleva hasta un lugar urbanizado y aparentemente abandonado por la construcción, donde tras consultar con un “munipa” nos indica que el camino por donde se han metido los ”guias” está en mal estado.
A pesar de ello seguimos a los inconscientes, lo que nos lleva por camino impracticable por las argomas y otras vegetaciones invasoras que nos arañan y maltratan.
Como la cabezoneria no es contagiosa un grupo de siete retroceden hasta el punto más asequible con el fin de buscar mejor camino, siguiendo los tres de cabeza adelante hacia lugares desconocidos y tal vez impracticables.
El grupo mayor se vuelve a dividir en dos, con cuatro y tres componentes, estando en este segundo el cronista de hoy, por lo que el relato siguiente será del mencionado grupo, que en pocos minutos accede al camino natural junto al campo de futbol, residencia de ancianos y descenso hacia la meta por la acera al efecto a la par de la carretera.
* (si quieren dar su relato los otros dos grupos, que lo hagan en este espacio)
Este grupo de tres llega al cruce de Barrika con total comodidad, comprobando que el grupo de cuatro acaba de llegar, no así el grupo de intrépidos, del cual desconocemos situación.
Transitando por la pasarela artificial paralela a la ría y el puente del metro, se llega al restaurante donde solicitamos lugar para la comida, cuando se ve al grupo de intrépidos que se acercan por la orilla contraria.
Como el restaurante está bastante animado nos colocan una mesa de once, ya que se nos ha sumado el “cronista honorario”, junto a la puerta de acceso al bar, fuera del comedor, lo cual es un tanto incómodo.
Tras la comida sin grandes alardes se establece la conversación habitual para solucionar una vez mas los problemas de este país, dejándolo inconcluso para futuras reuniones.
Cuando salimos hacia la estación para dirigirnos al Metro, empiezan a caer unas gotas que durante la mañana nos habían respetado.
Ante la ausencia del Cronista Honorario (solo viene a comer, y eso en coche), del Cronista Suplente, con baja de corta duración (espero), escribo esta en
Berango a 17 de Febrero de 2010
16 de Febrero de 2010
Ante la previsión de heladas para este martes, el día previo se planteó por parte del guía la posibilidad de hacer un monte de altura en el interior con posibles problemas de hielo, o realizar una marcha por la costa con más posibilidades de mejor tiempo.
Ha sido esta última la opción tomada con cita a las 10:00 h. en la estación de metro de Bidezabal del barrio getxotarra de Algorta.
Con algo de retraso sobre la hora prevista, debido a la espera a los rezagados, partimos los diez asistentes en dirección a los acantilados de Punta Galea apreciando que el frío no ha sido tan intenso durante la noche, si bien las cumbres de tierra adentro siguen cubiertas de nieve.
El camino es conocido en parte pues en sentido contrario lo recorremos los jueves.
Pasamos los bares/cafeterías del camino con asombro ya que nadie pide una parada para la toma del preceptivo café matutino.
Alcanzado el faro de La Galea proseguimos hacia Sopelana pasando antes por las cercanías de la playa de Gorrondatxe (Azkorri), con su bunker coronando el alto desde el cual se aprecia una vista de acantilados y playas, plenas de naturaleza, hasta el Faro de Gorliz, lugar visitado en varias ocasiones.
Al llegar a la playa de Atxabiribil, en Sopelana, se decide hacer un alto para recuperar fuerzas en uno de los bares recién abierto.
Pasando junto a la Urbanización Sopelmar, monumento a la insensatez, se nos junta un acompañante de la clase canina, joven, negro, de buen ver, que aparenta estar solo y que nos escoltará hasta una casa situada al inicio de Barrika en la que más de media docena de sus congéneres le hace frente aunque detrás de una valla; debido a su juventud no se da cuenta que los canes no pueden hacerle nada y opta por la retirada.
Llegados al aparcamiento sito en estos pagos, decidimos tomar el amaiketako, acompañado una vez más por el caldo que ha llevado el mismo de siempre.
Como el aire nos está enfriando decidimos en poco rato seguir hacia nuestra meta, pasando junto al mar donde un submarinista practica la pesca, a pesar de las bajas temperaturas del agua.
En el límite de esta costa paramos para apreciar de frente la Playa de Gorliz en la que se ha realizado una obra de envergadura para dar más amplitud al arenal.
Descendemos hacia la pequeña playa situada a los pies del acantilado, donde hay un único personaje tomando el sol (poco), con pinta de pobre ya que no lleva siquiera traje de baño.
Pasada la playa nudista de la Cantera en Barrika, sospechosamente toman la cabecera de la marcha los intrépidos de turno, que en lugar de dirigirse por el camino natural, toman la desviación hacia el alto donde se ubica una urbanización de adosados y chalets que no hace mucho tiempo ha tenido conato de derribo por estar ubicada en lugar protegido, pero que al parecer ha quedado en nada.
El camino ascendente nos lleva hasta un lugar urbanizado y aparentemente abandonado por la construcción, donde tras consultar con un “munipa” nos indica que el camino por donde se han metido los ”guias” está en mal estado.
A pesar de ello seguimos a los inconscientes, lo que nos lleva por camino impracticable por las argomas y otras vegetaciones invasoras que nos arañan y maltratan.
Como la cabezoneria no es contagiosa un grupo de siete retroceden hasta el punto más asequible con el fin de buscar mejor camino, siguiendo los tres de cabeza adelante hacia lugares desconocidos y tal vez impracticables.
El grupo mayor se vuelve a dividir en dos, con cuatro y tres componentes, estando en este segundo el cronista de hoy, por lo que el relato siguiente será del mencionado grupo, que en pocos minutos accede al camino natural junto al campo de futbol, residencia de ancianos y descenso hacia la meta por la acera al efecto a la par de la carretera.
* (si quieren dar su relato los otros dos grupos, que lo hagan en este espacio)
Este grupo de tres llega al cruce de Barrika con total comodidad, comprobando que el grupo de cuatro acaba de llegar, no así el grupo de intrépidos, del cual desconocemos situación.
Transitando por la pasarela artificial paralela a la ría y el puente del metro, se llega al restaurante donde solicitamos lugar para la comida, cuando se ve al grupo de intrépidos que se acercan por la orilla contraria.
Como el restaurante está bastante animado nos colocan una mesa de once, ya que se nos ha sumado el “cronista honorario”, junto a la puerta de acceso al bar, fuera del comedor, lo cual es un tanto incómodo.
Tras la comida sin grandes alardes se establece la conversación habitual para solucionar una vez mas los problemas de este país, dejándolo inconcluso para futuras reuniones.
Cuando salimos hacia la estación para dirigirnos al Metro, empiezan a caer unas gotas que durante la mañana nos habían respetado.
Ante la ausencia del Cronista Honorario (solo viene a comer, y eso en coche), del Cronista Suplente, con baja de corta duración (espero), escribo esta en
Berango a 17 de Febrero de 2010
domingo, 7 de febrero de 2010
2-2-2010 GORDEXOLA-BALMASEDA
CRONICA GORDEXOLA (Puente Allende) - BALMASEDA (Inconcluso)
2 de Febrero de 2010
2 de Febrero de 2010
Hoy la cita era en Termibus para coger el autobús de las 9:30 h. hacia Artziniega, sin tener en cuenta las obras que se realizan en la entrada/salida a Bilbao por la margen izquierda, lo que motivó que hasta las 10:00 h. no iniciásemos la salida hacia nuestro destino con el fin de realizar una de las etapas de la travesía a Bizkaia, que va desde Puente Allende en Gordexola hasta Balmaseda, subiendo al Rioya y pasando por Espaldaseca, lugares en parte conocidos al habernos extraviado en alguna ocasión anterior.
El viaje en bus hacia el punto de partida es de lo más complicado que se pueda uno imaginar ya que, el recorrido se alarga de forma aparentemente artificial, con avances y retrocesos increíbles, motivados por los cortes de carreteras en las mencionadas obras. Nunca hemos hecho tanto recorrido por el mismo precio.
Por fin pasadas las 11:00 h. llegamos al punto de inicio de la travesía en Puente Allende, y sin más el guía se pone a tirar cuesta arriba con el afán de recuperar el tiempo perdido, cosa harto difícil.
El tramo de recorrido es conocido por anteriores incursiones, en sentido contrario, y parece que el tiempo nos va a acompañar ya que el cielo está despejado, sin viento y el ambiente fresco por el húmedo y sombrío valle que atravesamos.
Pasamos la ermita de Santiago y nos acercamos a la casa-torre de Urdanegui donde procedemos a poner las polainas en previsión del camino embarrado que creemos nos espera por los días anteriores de lluvia y el hielo de los charcos producto de la helada nocturna.
Llevamos el arroyo Ayarde a nuestra derecha sabiendo que en cualquier momento debemos pasar a la otra orilla; llegados al punto de vadeo, debido a la fuerza de la corriente y el caudal que lleva nos es imposible cruzar por lo que se decide continuar hasta encontrar sitio mas practicable.
A pesar de los exploradores que van en cabeza mirando los posibles pasos, resulta imposible encontrar un punto donde cruzar, por lo que se decide cambiar los planes y seguir hasta Balmaseda que creemos está en esa dirección.
Nos hemos adentrado en la provincia de Burgos y al poco rato llegamos a un conjunto de casas denominado Arza donde procedemos a tomar el refrigerio y un agradable caldito llevado por un componente del grupo.
Tras una demostración de doma de perros enanos por parte de uno de los participes de hoy, e informados por los lugareños, reemprendemos la marcha cuesta arriba en dirección a Antuñano para llegar a Balmaseda por carretera.
Frente a nosotros están los montes que subimos la semana pasada, cubiertos de nieve, pero libres de la niebla que tanto nos molestó.
La entrada en Balmaseda es por lugar conocido de otras ocasiones. Podemos apreciar que “lo del ladrillo” es real y se manifiesta en este punto en los adosados inacabados y suponemos no vendidos.
En pocos minutos estamos junto a las piscinas municipales cambiándonos de ropa para proceder a comer en su restaurante ya conocido de otras ocasiones.
Antes de la comida somos invitados al vino de rigor por un cumpleañero, esta vez reciente y ya sesentón como la mayoría del grupo.
Pasamos al comedor donde nos instalan en dos mesas de seis comensales cada una, por lo que si bien el menú fue satisfactorio y el trato ameno, el solo hecho de separar a los comensales le imposibilita para ser un centro culinario apreciado y “de culto” de Jubiltaldea.
Otro de los factores que actúan en su contra es la necesidad de abandonar el local para tomar el café y los txupitos en el bar anexo.
Como el sol está calentando aprovechamos el rato para sestear en la terraza haciendo tiempo hasta la salida del tren en el apeadero próximo.
Sirve este ratito para tratar de arreglar los diversos asuntos de la actualidad diaria, tanto económicos como políticos y hasta sociales.
Se realiza el traslado en FEVE sin mayor incidencia y a hora temprana nos encontramos en Bilbao para en diversos medios llegar hasta nuestros domicilios.
El día ha sido espléndido en cuanto a la limpieza del cielo y el frescor de la mañana por lo que a pesar de los avatares lo hemos disfrutado.
Ante la ausencia del Cronista Titular, con baja de larga duración y denominación de “honorario” a partir de ahora, del Cronista Suplente, con baja de corta duración (espero) y puesto que no se ha realizado sorteo para realizar esta crónica, escribo esta en
Berango a 3 de Febrero de 2010
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