BOSQUE DE OTZARRETA, 29-10-24
El día era propicio, sin lluvia, probablemente despejado y por tanto afrontamos la excursión-paseo por el humedal de Saldropo, visitando el hayedo de Otzarreta.
Nos reunimos 10 jubiltaldeos en el restaurante Bengoetxea del alto de Barazar y tomamos el preceptivo café. La señora del bar nos dice que el acceso al aparcamiento de Otzarreta está cerrado porque están rodando una película.
Sin más, cerca de las 10 de la mañana, comenzamos allí mismo, en el alto de Barazar, la caminata hacia Saldropo. Ya desde el principio es continuo el paso de coches hacia el humedal. La publicidad en prensa y redes sociales ha sido efectiva y cada vez está más concurrida la zona. Parece que se están planteando limitar el acceso.
Comenzamos por una pista hormigonada, cruzando bosque de diferentes especies, alerces, hayas jóvenes, pinos, etc. Llegamos a un primer aparcamiento lleno de coches y seguimos hacia Saldropo, donde un aparcamiento más grande está a rebosar. La mayoría son paseantes o amantes de la fotografía, familias completas, parejas, etc. Seguimos dirección a la cascada de Uguna donde se pudo contemplar una bonita caída de agua, abundante por las últimas lluvias.
De regreso al aparcamiento de Saldropo, nos dirigimos ya hacia el hayedo de hayas trasmochas de Otzarreta a través de otra pista asfaltada y los últimos metros por campa verde. El hayedo estaba realmente tomado por grupos de fotógrafos, más o menos profesionales (había mucho trípode). No tenía todavía los colores del otoño, pero aún así el paraje es espectacular.
Por el camino pudimos repasar las cumbres cercanas y lejanas a la vez por el tiempo transcurrido desde que las pisamos: Eneabe, Bastelarra, Arralde, Atxuri, Aldamin, Gorbea cubierto por la niebla, Lekanda, etc. De este repaso salió el compromiso de retomar la clásica salida a la Cruz del Gorbea.
En Otzarreta, sacamos las fotografías de rigor a la orilla del arroyo Zubizabala y aprovechamos que el ángelus había pasado para tomar la manzana. Proseguimos hacia Barazar por otra pista asfaltada, cruzándonos con bastantes grupos de personas y coches.
Llegamos hacia las 13,30 a Barazar tras 3 horas y media de andadura. Los relojes marcan diferentes distancias porque algunos bajaron a la cascada y otros no. Los que no hicieron la cascada caminaron cerca de 11 km.
El aperitivo y la comida nos esperan en el Amorrortu por lo que allí nos dirigimos. El aperitivo corre por cuenta de una jubiltaldea que ha cumplido años. La comida como siempre, tres primeros, arroz, alubia blanca y ensalada mixta, a compartir. Los segundos, filete, txipis en su tinta, albóndigas al mismo nivel que los primeros. Postres y cafeses. Todo esto acompañado por dos botellas de crianza Viña Olabarri, que trae buenos recuerdos para más de un jubiltaldeo.