URTEMONDO (desde Artaun)
19/02/2013
Son las 9:30 de una mañana fresca, soleada,
con viento sudeste y previsiones de que hoy “ni una gota” cuando 12
jubiltaldeos (11+1) nos juntamos en Dima para tomar el cafecito y dirigirnos al
punto de partida en Artaun.
Unos con polainas y otros sin polainas
empezamos a andar a la 10 y como casi siempre y sin entrar en calor nos metemos
con una cuesta con pista de hormigón de las exigentes que hace que vayamos
todos agrupados.
Algo de barro sobre esta pista nos augura
alguna saca o entresaca monte arriba. Un poste indicador, casi cumplida la
media hora desde el inicio, nos indica el camino hacia Belatxikieta y aquí se
acaba lo bueno porque nada más desviarnos entramos paulatinamente en contacto
con el barro. Nos aligeramos de ropa.
En la zona de maniobras de la maquinaria
forestal el zipitostio es inconmensurable. Salvamos la situación andando un
poco más unos y dando un rodeo otro sin graves daños colaterales. Hemos echado
en falta a los zapadores.
Sobrepasada una pileta de agua nos desviamos
a la izquierda para enfilar al objetivo hasta llegar al collado que hay entre
el Urtemondo y el Pagozelai. En este punto surge la diversidad de opiniones
sobre el ¿camino? a seguir. El guía alfa,
con decisión y energía, toma el mando y nos marca una ruta, que no camino,
entre los arbustos espinosos y las piedras kársticas que le supone más de un murmujeo
con sapos y culebras por cierta parte del personal amén de alguna herida por
los pinchos. Miro al reloj y pese a ser las 11:15 todavía no hemos sufrido
ningún accidente.
Aparecen algunas señales y varios hitos que siguiéndolos
con cuidado y por zona de cabras nos sirven para llegar al Urtemondo (789m.)
cuando faltan 10 minutos para el mediodía. El alfa respira.
Arriba el viento es algo fuerte y algo fresco
pero unas sensacionales torrijas transportadas en secreto por un jubiltaldeo
junto a dos botellas de vino dulce hacen que se nos olviden las penas de la
subida que no las dificultades de la bajada pues todos andamos parcos en el
beber.
La autoría de las torrijas, pese al empeño
del jubiltaldeo de apropiársela, todo parece apuntar a que ha sido su santa la
que las ha preparado. Como ya es el segundo año queda constituida en tradición,
para siempre, por estas fechas.
Como el Gorbea, nevado, tiene un casquete de
nubes que no desaparecerá en todo el día, la lección de orografía se limita a
Peña Lekanda y al Mugarra como montes más significativos. Al fondo y hacia el
NO también vislumbramos difuminada por la neblina la torre de Iberdrola
El descenso lo hacemos por la ladera NNO con
la intención de llegar al punto en el que habían empezado los murmullos. Es más
fácil y el desnivel lo salvamos sin problemas pero en vez de seguir, como vamos
bien de tiempo, cogemos una pista o algo parecido pero de buen andar que rodea
el monte. Tenemos a nuestra izquierda
el Gainzorrotz al que, aunque inicialmente también íbamos a subir, la
falta de tiempo aconseja dejarlo para otra ocasión.
El descenso está siendo un paseo plácido
hasta que en un cruce el guía alfa sufre una flaqueza que es aprovechada por
uno de los jubiltaldeos con ganas de aventura. Si bien no hay pérdida posible
porque está muy claro a dónde tenemos que llegar hemos hecho un par de
toboganes extras y si no hemos rodeado la base del monte en 360º poco le ha faltado. Esto le ha
supuesto la pérdida de 3 puntos al guía.
Vadeamos la masa de barro esta vez con más
conocimiento de causa y sin más inconvenientes aparecemos en los coches cerca
de las 2.
Tranquilamente nos cambiamos y a las 2:30
estamos en el Amorrortu en Lemona, uno de los templos gastronómicos de
Jubiltaldea, tomando el txakolí-caña de rigor por cuenta de un miembro del
grupo que ha vuelto a cumplir años otra vez y es fiel seguidor de las costumbres.
La comida, a una velocidad de vértigo, se
compone de dos primeros (ensaladilla rusa y unas mantecosas alubias con
chorizo) y tres segundos (chipirones en su tinta, zancarrón con patatas e
hígado empanado) a compartir entre los 12.
Como hemos avisado con tiempo, de postre flan
de la casa.
En la sobremesa, con los cafés y los
chupitos, se confirma la fecha de la berza con garbanzos para el jueves 14 de
Marzo. El número de comensales será el que resulte de restar al total los que
comuniquen fehacientemente que por los motivos que sean no puedan acudir.
Dejamos Lemona a las 4:30 y conduciendo
suavemente, para no interrumpir la siesta de ningún miembro de la
tripulación, llegamos a casa una hora
después.
Se escribe esta crónica en Algorta
precisamente hoy que se conmemora el 540 aniversario del nacimiento de Nicolás Copérnico.