19/07/2011
Un año más celebramos hoy la Clásica con la que finaliza el año montañero correspondiente al ejercicio 2010-2011.
Y porque es la Clásica que si no, debido a las condiciones meteorológicas y a las previsiones nefastas, todos nos hubiéramos quedado en nuestras casitas.
Pero la travesía Laredo-Noja suscita grandes adhesiones, y todo hay que decirlo, más que deportivas, fundamentalmente gastronómicas.
Total que en el autobús Bilbao-Laredo desembarcamos a las 10,15 8 jubiltaldeos en la villa donde allá por 1556 lo hizo Carlos I de España y V de Alemania camino de Yuste. Durante el nuestro ha predominado la lluvia, el viento y un cielo negruzco.
En la cafetería Riviera conectamos con otros tres miembros, residentes en la zona, para tomarnos el preceptivo y tradicional café. Nadie da síntomas de debilidad ni de abandono.
Son las 10,30 cuando empezamos a andar por el paseo que nos conducirá hasta El Puntal. Como la cosa no está para experimentos, lo de ir por la playa para que las olas nos acaricien los pies descalzos queda para el año que viene.
El equipamiento para tan húmedo día es de lo más variopinto y va desde la mochila nodriza del guía alfa a las manos en los bolsillos de algunos audaces pero todos sin excepción, con chubasquero y paraguas. Es que hoy no había margen para la duda.
El primer chubasco nos coge cerca de un bar, el segundo junto a unos setos y el tercero cerca del hotel ya llegando al Puntal. Todos son densos y afortunadamente cortos pero eso no quiere decir que durante casi todo el trayecto hasta Noja, el abre el paraguas, ponte el chubasquero y viceversa no lo hayamos ejercitado unas cuantas veces.
Para estar protegidos en caso de chaparrón, en vez de dirigirnos a las marismas, atravesamos el pueblo de Santoña por la parte habitada ya que siempre habrá un bar, un portal o un alero.
Cuando, ya pasado el Dueso, estamos llegando por carretera al final de la playa de Berría, a unos 50 m. del hotel Playa de Berria, nos cae, acompañado con bastante viento, un fuerte chaparrón del cual cada uno se protege como puede detrás de los pocos coches aparcados e incluso debajo de unos esqueléticos tamarices.
Ningún paraguas ha salido perjudicado y como seguimos teniendo la suerte de cara, además de ser corto es el último con fundamento que nos caerá durante el resto del día mientras estemos al descubierto.
Como son las 12,30 entramos en la cafetería del hotel para tomar nuestro amaiketako aprovechando la oferta de “vino + pincho 2,90€”. Además, que un día como el de hoy te aparezcan 11 tíos, es una circunstancia que saben apreciar y la camarera nos obsequia con unas aceitunas aliñadas a las que, como es natural, no hacemos ascos.
Seguimos ruta pero como la bajada del Brusco puede estar peligrosa por los resbalones y no nos podemos permitir más bajas, lo evitamos pasando a través de Argoños por carretera y urbanizaciones, alguna condenada, hasta llegar por un original bidegorri hecho con traviesas ferroviarias a nuestro destino entrando por el barrio de Helgueras.
En Noja centro estamos a las 2,30 con tiempo suficiente para que dos de los nuestros se den un chombo rápido mientras los demás, después de cambiarnos de camiseta y calzado tomarnos el vinito fin de etapa con otros tres jubiltaldeos que por diversas razones que no viene a cuento ni es procedente mencionarlas, han preferido hacer el viaje 100% en autobús.
Comemos, al igual que el pasado año, en el Hotel Restaurante Arillo pero en atención al tiempo lo hacemos en vez de en la terraza en el comedor. No nos arrepentimos porque mientras estamos sentándonos la lluvia vuelve hacer su aparición.
El menú, trabajado en contenido, cantidad, calidad y precio por el ecónomo consiste en unos entrantes a base de jamón, pastel de cabracho, de espárragos y fritos variados para pasar a la paella de marisco en cantidad suficiente para jartarnos. Los postres son a elegir predominando los sorbetes que dicen que ayudan a hacer la digestión.
Las copas las tomamos fuera, circunstancia que es aprovechada por los sufridos y vilipendiados fumadores alguno de los cuales se desquita fumándose un puro.
La charla es variada pero siempre positiva, como la propuesta para hacer la ruta del “Alto Ebro” desde Reinosa a Trespaderne del 5 al 12 de Setiembre o como la disertación de nuestro vecino de Noja sobre el Capitán Luis Vicente Velasco reivindicando que esta población también han participado de la historia. Por supuesto se abre la inscripción para las convivencias en Picos de Europa del 19 al 26 de Setiembre e incluso se empieza a hablar de los actos conmemorativos del 10º aniversario de la fundación de Jubiltaldea.
Tras la foto de familia vamos corriendo al autobús de las 6 y tan corriendo porque dos de los nuestros, con destino Bilbao se quedan sin sitio y no les queda más remedio que optar otras alternativas.
Por cuestiones prácticas no funciona lo de “Fuenteovejuna todos a una” pero nos queda una sensación de haber dejado abandonado a alguien.
El autobús llega a las 7,30 a Bilbao y todos nos dirigimos al metro. Según la estación de bajada, unos llegan antes que otros a su casa pero todos llegamos bien. Los otros dos, siguiendo diferentes rutas y horarios duermen también en sus casas.
Como no ha triunfado la propuesta de este cronista para compartir pluma con el sustituto, la escribo en Górliz a 22 de Julio con la tranquilidad que, aunque sea momentáneamente, proporciona el acuerdo de la U.E. sobre el rescate de Grecia.