TRAVESIA BARAZAR - UBIDEA
27/04/2010
Seguimos inmersos en la Vuelta a Bizkaia.
Punto y hora de encuentro: En el bar de Barazar a las 9,30 para lo de siempre. La logística considera oportuno dejar los coches en Ubidea y volver los chóferes en uno de ellos para juntarnos en Saldropo.
El resto sale a las 10 y poco a poco, en animada charla, nos dirigimos a ese lugar. Una vez reunidos los trece jubiltaldeos nos lanzamos al primer objetivo.
El tiempo es fenomenal, no hace viento y la temperatura nos augura una buena sudada.
La subida es contundente máxime porque les seguimos a los “atajones” (1) quienes no pierden la oportunidad del más difícil todavía.
Entre alerces, pinos y cipreses lawson y en completo silencio para no malgastar energías llegamos al Portillo de Atxuri que tras una corta trepada en la que hay que usar las manos por mera y lógica prudencia, nos plantamos en el Atxuri (930 m.) a eso de las once y veinte de la mañana.
Hacemos una pequeña parada para admirar el paisaje y sacarnos una foto con el Gorbeia como telón de fondo en el que todavía se puede apreciar el nevero en forma de media luna y seguimos ruta a través de campa y roca que nos obligan a andar con cuidado.
Vemos un par de enormes hayas tumbadas pero no nos ponemos de acuerdo en si están así por culpa de la edad o por la ciclogénesis.
A la hora del Ángelus estamos en el Arralde (945 m.). Foto, amaiketako y después de 20 minutos de asueto tomamos el rumbo hacia Ubidea pasando por el Bastelarra (851 m.). El descenso tiene bastante pendiente pero como el piso está seco el capítulo de caídas queda desierto.
Hay algunos acebos con un verde brillante intenso y también unos cuantos puestos camuflados para el paso de la paloma no precisamente muy limpios de restos que han dejado los cazadores, apreciación muy atinada de nuestro ecólogo oficial.
A pesar de que el sol pega fuerte pero como todavía tenemos tiempo, y total, ya que estamos aquí, hacemos cumbre en el Eniabe (781 m.) que alberga dos enormes antenas (suponemos que de TV y telefonía).
Como ya, menos mal, no hay más montes por los alrededores, nos dirigimos por una pista de hormigón a nuestro destino donde, tras las operaciones de adecentamiento del personal y el txakolí/cerveza sentados cómodamente a la sombra en la terraza del batzoki, nos vamos a comer donde siempre y como siempre.
Para no pensar mucho le dejamos a la jefa de sala que nos haga el menú que se compone de cuatro primeros (patatas a la riojana con bacalao, macarrones, sopa de pescado y berenjenas napadas con salsa de reineta y miel) y tres segundos (anchoas, conejo asado y pechugas de pollo empanadas).
El postre, café y chupitos al uso y según gustos.
En la sobremesa se prorratea y se paga el cargamento de aceite de oliva que uno de los jubiltaldeos trae de Arroniz (Navarra) néctar oleícola muy apreciado por su extraordinaria calidad y suave retrogusto.
A las 4,30 abandonamos el restaurante y mientras unos van a la cercana quesería el resto esperamos en la plaza bien cobijados a la sombra.
De vuelta para casa paramos otra vez en Barazar para coger el coche, repartir el aceite e interesarnos por el negociado del espárrago.
Hay algo de caravana por el Txorierri pero, sacando la media, estimo que, para las 7 todos duchados.
Se ha escrito esta crónica en Algorta el 27 de Abril de 2010 con fuertes bajadas en la Bolsa.
Aprovechamos desde aquí para saludar a una seguidora de nuestro blog, nada menos que desde Argentina. Se trata de una inspirada escritora de cuentos que firma como Tihada y de nombre Ana.
De parte de Jubiltaldea un cariñoso saludo.
27/04/2010
Seguimos inmersos en la Vuelta a Bizkaia.
Punto y hora de encuentro: En el bar de Barazar a las 9,30 para lo de siempre. La logística considera oportuno dejar los coches en Ubidea y volver los chóferes en uno de ellos para juntarnos en Saldropo.
El resto sale a las 10 y poco a poco, en animada charla, nos dirigimos a ese lugar. Una vez reunidos los trece jubiltaldeos nos lanzamos al primer objetivo.
El tiempo es fenomenal, no hace viento y la temperatura nos augura una buena sudada.
La subida es contundente máxime porque les seguimos a los “atajones” (1) quienes no pierden la oportunidad del más difícil todavía.
Entre alerces, pinos y cipreses lawson y en completo silencio para no malgastar energías llegamos al Portillo de Atxuri que tras una corta trepada en la que hay que usar las manos por mera y lógica prudencia, nos plantamos en el Atxuri (930 m.) a eso de las once y veinte de la mañana.
Hacemos una pequeña parada para admirar el paisaje y sacarnos una foto con el Gorbeia como telón de fondo en el que todavía se puede apreciar el nevero en forma de media luna y seguimos ruta a través de campa y roca que nos obligan a andar con cuidado.
Vemos un par de enormes hayas tumbadas pero no nos ponemos de acuerdo en si están así por culpa de la edad o por la ciclogénesis.
A la hora del Ángelus estamos en el Arralde (945 m.). Foto, amaiketako y después de 20 minutos de asueto tomamos el rumbo hacia Ubidea pasando por el Bastelarra (851 m.). El descenso tiene bastante pendiente pero como el piso está seco el capítulo de caídas queda desierto.
Hay algunos acebos con un verde brillante intenso y también unos cuantos puestos camuflados para el paso de la paloma no precisamente muy limpios de restos que han dejado los cazadores, apreciación muy atinada de nuestro ecólogo oficial.
A pesar de que el sol pega fuerte pero como todavía tenemos tiempo, y total, ya que estamos aquí, hacemos cumbre en el Eniabe (781 m.) que alberga dos enormes antenas (suponemos que de TV y telefonía).
Como ya, menos mal, no hay más montes por los alrededores, nos dirigimos por una pista de hormigón a nuestro destino donde, tras las operaciones de adecentamiento del personal y el txakolí/cerveza sentados cómodamente a la sombra en la terraza del batzoki, nos vamos a comer donde siempre y como siempre.
Para no pensar mucho le dejamos a la jefa de sala que nos haga el menú que se compone de cuatro primeros (patatas a la riojana con bacalao, macarrones, sopa de pescado y berenjenas napadas con salsa de reineta y miel) y tres segundos (anchoas, conejo asado y pechugas de pollo empanadas).
El postre, café y chupitos al uso y según gustos.
En la sobremesa se prorratea y se paga el cargamento de aceite de oliva que uno de los jubiltaldeos trae de Arroniz (Navarra) néctar oleícola muy apreciado por su extraordinaria calidad y suave retrogusto.
A las 4,30 abandonamos el restaurante y mientras unos van a la cercana quesería el resto esperamos en la plaza bien cobijados a la sombra.
De vuelta para casa paramos otra vez en Barazar para coger el coche, repartir el aceite e interesarnos por el negociado del espárrago.
Hay algo de caravana por el Txorierri pero, sacando la media, estimo que, para las 7 todos duchados.
Se ha escrito esta crónica en Algorta el 27 de Abril de 2010 con fuertes bajadas en la Bolsa.
Aprovechamos desde aquí para saludar a una seguidora de nuestro blog, nada menos que desde Argentina. Se trata de una inspirada escritora de cuentos que firma como Tihada y de nombre Ana.
De parte de Jubiltaldea un cariñoso saludo.